Amonestaciones contra la idolatría

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Primera epístola de San Pablo a los Corintios > Amonestaciones contra la idolatría (46:10:1 - 46:10:8)

No quiero que ignoréis, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube, y que todos atravesaron el mar.

Todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar.

Todos comieron la misma comida espiritual.

Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo.

Sin embargo, Dios no se agradó de la mayoría de ellos; pues quedaron postrados en el desierto.

Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no seamos codiciosos de cosas malas, como ellos codiciaron.

No seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó para divertirse.

Ni practiquemos la inmoralidad sexual, como algunos de ellos la practicaron y en un sólo día cayeron




Haced todo para la gloria de Dios

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Primera epístola de San Pablo a los Corintios > Haced todo para la gloria de Dios (46:10:23 - 46:10:22)

personas.

Ni tentemos a Cristo, como algunos de ellos le tentaron y perecieron por las serpientes.

Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron y perecieron por el destructor.

Estas cosas les acontecieron como ejemplos y están escritas para nuestra instrucción, para nosotros sobre quienes ha llegado el fin de las edades.

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir.

Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.

Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.

La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?

Puesto que el pan es uno solo, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo; pues todos participamos de un solo pan.

Considerad al Israel según la carne: Los que comen de los sacrificios, ¿no participan del altar?

¿Qué, pues, quiero decir? ¿Que lo que es sacrificado a los ídolos sea algo, o que el ídolo sea algo?

Al contrario, digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios, y no a Dios. Y yo no quiero que vosotros participéis con los demonios.

No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Seremos acaso más fuertes que él?




Haced todo para la gloria de Dios

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Primera epístola de San Pablo a los Corintios > Haced todo para la gloria de Dios (46:10:23 - 46:11:1)

Todo me es lícito, pero no todo conviene. Todo me es lícito, pero no todo edifica.

Nadie busque su propio bien, sino el bien del otro.

Comed de todo lo que se vende en la carnicería, sin preguntar nada por motivo de conciencia;

porque del Señor es la tierra y su plenitud.

Si algún no creyente os invita, y queréis ir, comed de todo lo que se os ponga delante, sin preguntar nada por motivo de conciencia.

Pero si alguien os dice: “Esto ha sido sacrificado en un templo,” no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró y por motivo de conciencia.

Pero no me refiero a la conciencia tuya, sino a la del otro. Pues, ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por la conciencia de otro?

Si yo participo con acción de gracias, ¿por qué he de ser calumniado por causa de aquello por lo cual doy gracias?

Por tanto, ya sea que comáis o bebáis, o que hagáis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

No seáis ofensivos ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios;

así como yo en todo complazco a todos, no buscando mi propio beneficio sino el de muchos, para que sean salvos.

Sed vosotros imitadores de mí; así como yo lo soy de Cristo.




Atavío de las mujeres

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Primera epístola de San Pablo a los Corintios > Atavío de las mujeres (46:11:2 - 46:11:16)

Os alabo porque en todo os acordáis de mí y retenéis las enseñanzas transmitidas tal como yo os las entregué.

Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo.

Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.

Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza no cubierta, afrenta su cabeza, porque da lo mismo que si se hubiese rapado.

Porque si la mujer no se cubre, que se corte todo el cabello; y si le es vergonzoso cortarse el cabello o raparse, que se cubra.

El hombre no ha de cubrir su cabeza, porque él es la imagen y la gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre.

Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre.

Además, el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.

Por lo cual, la mujer debe tener una señal de autoridad sobre su cabeza por causa de los ángeles.

No obstante, en el Señor ni el hombre existe aparte de la mujer, ni la mujer existe aparte del hombre.

Porque así como la mujer proviene del hombre, así también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios.

Juzgad por vosotros mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios con la cabeza no cubierta?

¿Acaso no os enseña la naturaleza misma que le es deshonroso al hombre dejarse crecer el cabello,

mientras que a la mujer le es honroso dejarse crecer el cabello? Porque le ha sido dado el cabello en lugar de velo.

Con todo, si alguien quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios.




Abusos en la Cena del Señor

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Primera epístola de San Pablo a los Corintios > Abusos en la Cena del Señor (46:11:17 - 46:11:22)

Pero al encargaros lo siguiente no os alabo; pues no os reunís para lo mejor, sino para lo peor.

Primeramente, porque cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros disensiones, y en parte lo creo;

porque es preciso que haya entre vosotros hasta partidismos, para que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados.

Porque cuando os reunís en uno, eso no es para comer la cena del Señor,

pues cada cual se adelanta a comer su propia cena; y mientras uno tiene hambre, otro se halla embriagado.

¿Acaso no tenéis casas en donde comer y beber? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? ¡En esto no os alabo!