El ejemplo de Abraham
Biblia cristiana > Nuevo Testamento > EpÃstolas > EpÃstola de San Pablo a los Romanos > El ejemplo de Abraham (45:4:1 - 45:4:12)
¿Qué diremos, pues, que ha encontrado Abraham, nuestro progenitor según la carne?
Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no delante de Dios.
Pues ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
Al que obra, no se le considera el salario como gracia, sino como obligación.
Pero al que no obra, sino que cree en aquel que justifica al impÃo, se considera su fe como justicia.
De igual manera, David también proclama la felicidad del hombre a quien Dios confiere justicia sin obras,
diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.
Bienaventurado el hombre a quien el Señor jamás le tomará en cuenta su pecado.
Luego, ¿es esta felicidad solamente para los de la circuncisión, o también es para los de la incircuncisión? Pues decimos: A Abraham le fue contada su fe por justicia.
¿Cómo le fue contada? ¿Estando él circuncidado o incircunciso? No fue en la circuncisión, sino en la incircuncisión.
El recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que tenÃa estando aún incircunciso, para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados—para que también a ellos les fuera conferida la justicia—;
y padre de la circuncisión—de los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado—.