Jesús se aparece a siete de sus discípulos

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Juan > Jesús se aparece a siete de sus discípulos (43:21:1 - 43:21:14)

Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos en el mar de Tiberias. Se manifestó de esta manera:

Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado Dídimo, Natanael que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.

Simón Pedro les dijo: —Voy a pescar. Le dijeron: —Vamos nosotros también contigo. Salieron y entraron en la barca, pero aquella noche no consiguieron nada.

Al amanecer, Jesús se presentó en la playa, aunque los discípulos no se daban cuenta de que era Jesús.

Entonces Jesús les dijo: —Hijitos, ¿no tenéis nada de comer? Le contestaron: —No.

El les dijo: —Echad la red al lado derecho de la barca, y hallaréis. La echaron, pues, y ya no podían sacarla por la gran cantidad de peces.

Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: —¡Es el Señor! Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó el manto, pues se lo había quitado, y se tiró al mar.

Los otros discípulos llegaron con la barca, arrastrando la red con los peces; porque no estaban lejos de tierra, sino como a doscientos codos.

Cuando bajaron a tierra, vieron brasas puestas, con pescado encima, y pan.

Jesús les dijo: —Traed de los pescados que ahora habéis pescado.

Entonces Simón Pedro subió y sacó a tierra la red llena de grandes pescados, 153 de ellos; y aunque eran tantos, la red no se rompió.

Jesús les dijo: —Venid, comed. Ninguno de los discípulos osaba preguntarle: “Tú, ¿quién eres?,” pues sabían que era el Señor.

Vino, entonces, Jesús y tomó el pan y les dio; y también hizo lo mismo con el pescado.

Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos después de haber resucitado de entre los muertos.




Apacienta mis ovejas

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Juan > Apacienta mis ovejas (43:21:15 - 43:21:19)

Cuando habían comido, Jesús dijo a Simón Pedro: —Simón hijo de Jonás, ¿me amas tú más que éstos? Le dijo: —Sí, Señor; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Apacienta mis corderos.

Le volvió a decir por segunda vez: —Simón hijo de Jonás, ¿me amas? Le contestó: —Sí, Señor; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Pastorea mis ovejas.

Le dijo por tercera vez: —Simón hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijera por tercera vez: “¿Me amas?” Y le dijo: —Señor, tú conoces todas las cosas. Tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Apacienta mis ovejas.

De cierto, de cierto te digo que cuando eras más joven, tú te ceñías e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos, y te ceñirá otro y te llevará a donde no quieras.

Esto dijo señalando con qué muerte Pedro había de glorificar a Dios. Después de haber dicho esto le dijo: —Sígueme.




El discípulo amado

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Juan > El discípulo amado (43:21:20 - 43:21:25)

Pedro dio vuelta y vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba. Fue el mismo que se recostó sobre su pecho en la cena y le dijo: “Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?”

Así que al verlo, Pedro le dijo a Jesús: —Señor, ¿y qué de éste?

Jesús le dijo: —Si yo quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué tiene esto que ver contigo? Tú, sígueme.

Así que el dicho se difundió entre los hermanos de que aquel discípulo no habría de morir. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: “Si yo quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué tiene que ver eso contigo?”

Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y las escribió. Y sabemos que su testimonio es verdadero.

Hay también muchas otras cosas que hizo Jesús que, si se escribieran una por una, pienso que no cabrían ni aun en el mundo los libros que se habrían de escribir.




La promesa del Espíritu Santo

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Hechos > La promesa del Espíritu Santo (44:1:1 - 44:1:5)

En el primer relato escribí, oh Teófilo, acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,

hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.

A éstos también se presentó vivo, después de haber padecido, con muchas pruebas convincentes. Durante cuarenta días se hacía visible a ellos y les hablaba acerca del reino de Dios.

Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen el cumplimiento de la promesa del Padre, “de la cual me oísteis hablar;

porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días.”




La ascensión

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Hechos > La ascensión (44:1:6 - 44:1:11)

Por tanto, los que estaban reunidos le preguntaban diciendo: —Señor, ¿restituirás el reino a Israel en este tiempo?

El les respondió: —A vosotros no os toca saber ni los tiempos ni las ocasiones que el Padre dispuso por su propia autoridad.

Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.

Después de decir esto, y mientras ellos le veían, él fue elevado; y una nube le recibió ocultándole de sus ojos.

Y como ellos estaban fijando la vista en el cielo mientras él se iba, he aquí dos hombres vestidos de blanco se presentaron junto a ellos,

y les dijeron: —Hombres galileos, ¿por qué os quedáis de pie mirando al cielo? Este Jesús, quien fue tomado de vosotros arriba al cielo, vendrá de la misma manera como le habéis visto ir al cielo.