La gloria de Dios y la honra del hombre. Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > La gloria de Dios y la honra del hombre. Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David. (19:8:1 - 19:8:9)

(Al músico principal. Sobre Guitit. Salmo de David) Oh Jehovah, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos.

De la boca de los pequeños y de los que todavía maman has establecido la alabanza frente a tus adversarios, para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has formado,

digo: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; y el hijo de hombre, para que lo visites?

Lo has hecho un poco menor que los ángeles y le has coronado de gloria y de honra.

Le has hecho señorear sobre las obras de tus manos; todo lo has puesto debajo de sus pies:

ovejas y vacas, todo ello, y también los animales del campo,

las aves de los cielos y los peces del mar: todo cuanto pasa por los senderos del mar.

Oh Jehovah, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra!




Acción de gracias por la justicia de Dios. Al músico principal; sobre Mut-labén. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Acción de gracias por la justicia de Dios. Al músico principal; sobre Mut-labén. Salmo de David. (19:9:1 - 19:9:20)

(Al músico principal. Sobre Mut-laben. Salmo de David) Te alabaré, oh Jehovah, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.

Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

Cuando mis enemigos volvieron atrás, cayeron y perecieron ante ti.

Porque has defendido mi juicio y mi causa; te has sentado en el trono del Juez de justicia:

Reprendiste a las naciones; destruiste a los impíos; el nombre de ellos has borrado para siempre.

El enemigo ha sucumbido para siempre; sus ciudades has destruido; con ellas pereció su recuerdo.

Pero Jehovah permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.

El juzgará al mundo con justicia; hará juicio a los pueblos con rectitud.

Jehovah será un alto refugio para el oprimido, un refugio en los tiempos de angustia.

En ti confiarán los que conocen tu nombre; pues tú, oh Jehovah, no abandonaste a los que te buscaron.

Cantad a Jehovah, que habita en Sion; contad en los pueblos sus hechos.

Porque el Vengador de la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.

Ten compasión de mí, oh Jehovah. Mira la aflicción que me han causado los que me aborrecen; tú, que me levantas de las puertas de la muerte,

para que cuente todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion y me goce en tu salvación.

Las naciones se hundieron en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.

Jehovah se dio a conocer por el juicio que hizo; los impíos fueron atrapados en la obra de sus propias manos. (Higayón, Selah)

Los impíos serán trasladados al Seol, todas las naciones que se olvidan de Dios.

Porque el necesitado no será olvidado para siempre, ni la esperanza de los pobres perecerá eternamente.

¡Levántate, oh Jehovah! ¡Que no prevalezca el hombre! Sean juzgadas las naciones delante de ti.

Infúndeles pánico. Que sepan las naciones que no son más que hombres. (Selah)




Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados (19:10:1 - 19:10:18)

Oh Jehovah, ¿por qué te mantienes lejos, y te escondes en los tiempos de angustia?

Con arrogancia el impío persigue al pobre. ¡Sean atrapados en los artificios que han maquinado!

Porque el impío se gloría del apetito de su alma y el codicioso maldice y desprecia a Jehovah.

El impío, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no está Dios en ninguno de sus pensamientos.

En todo tiempo son torcidos sus caminos; tus juicios están muy por encima de su vista, y a todos sus adversarios desprecia.

Dice en su corazón: “No seré movido; de generación en generación nunca estaré en infortunio.”

Su boca está llena de maldición, engaño y fraude; debajo de su lengua hay vejación e iniquidad.

Pone emboscadas a las aldeas; en los escondrijos mata a los inocentes; sus ojos vigilan a los desdichados.

Acecha desde un escondite, como el león desde la espesura. Acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre atrayéndolo a su red.

Se agacha, lo aplasta; y en sus fuertes garras caen los desdichados.

Dice en su corazón: “Dios se ha olvidado. Ha ocultado su rostro; nunca lo verá.”

¡Levántate, oh Jehovah Dios; alza tu mano! No te olvides de los pobres.

¿Por qué desprecia el impío a Dios? En su corazón piensa que tú no lo llamarás a cuenta.

Ciertamente tú ves la vejación y la provocación; las miras para dar la recompensa. A tus manos se acoge el desdichado; tú eres el amparo del huérfano.

Quebranta el brazo del impío y del malo; castígalos por su perversidad, hasta que desistan de ella.

¡Jehovah es Rey para siempre! De su tierra desaparecerán las naciones.

El deseo de los humildes escuchas, oh Jehovah; tú dispones sus corazones y tienes atento tu oído,

para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que el hombre de la tierra no vuelva más a hacer violencia.




El refugio del justo. Al músico principal. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > El refugio del justo. Al músico principal. Salmo de David. (19:11:1 - 19:11:7)

(Al músico principal. Salmo de David) En Jehovah me he refugiado. ¿Por qué, pues, decís a mi alma: “Escapa cual pájaro al monte”?

Pues he aquí, los impíos han preparado su arco y han colocado las flechas en la cuerda, para atravesar en oculto a los rectos de corazón.

Si son destruidos los fundamentos, ¿qué podrá hacer el justo?

Jehovah está en su santo templo; Jehovah tiene su trono en los cielos. Sus ojos ven; su vista examina a los hijos del hombre.

Jehovah prueba al justo, pero su alma aborrece al impío y al que ama la violencia.

Sobre los impíos hará llover brasas; fuego, azufre y vientos huracanados serán la porción de la copa de ellos.

Porque Jehovah es justo y ama la justicia; los rectos contemplarán su rostro.




Oración pidiendo ayuda contra los malos. Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Oración pidiendo ayuda contra los malos. Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David. (19:12:1 - 19:12:8)

(Al músico principal. Sobre Seminit. Salmo de David) Salva, oh Jehovah, porque se han acabado los piadosos. Han desaparecido los fieles de entre los hijos del hombre.

Cada uno habla falsedad con su prójimo, con labios lisonjeros; hablan con doblez de corazón.

Jehovah destruirá todos los labios lisonjeros, la lengua que habla grandezas.

Dijeron: “Por nuestra lengua prevaleceremos. Si nuestros labios están a nuestro favor, ¿quién más se hará nuestro señor?”

Dice Jehovah: “Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados me levantaré ahora. Los pondré a salvo del que se ensaña contra ellos.”

Las palabras de Jehovah son palabras puras, como plata purificada en horno de tierra, siete veces refinada.

Tú, oh Jehovah, los guardarás. Guárdalos para siempre de esta generación.

Los impíos andan alrededor, pero tú desprecias a los hijos del hombre.