El privilegio de morar en Sion. A los hijos de Coré. Salmo. Cántico.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > El privilegio de morar en Sion. A los hijos de Coré. Salmo. Cántico. (19:87:1 - 19:43:5)

(A los hijos de Coré. Salmo. Cántico) Su cimiento está sobre montes de santidad;

Jehovah ama las puertas de Sion más que a todas las moradas de Jacob.

¡Cosas gloriosas se cuentan de ti, oh ciudad de Dios! (Selah)

“Yo inscribiré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen. He aquí Filistea, Tiro y Etiopía. Este nació allí.”

De Sion se dirá: “Este y aquél han nacido en ella.” El mismo Altísimo le dará estabilidad.

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán. Ellas me conducirán a tu monte santo y a tus moradas.

Llegaré hasta el altar de Dios, a Dios, mi alegría y mi gozo. Te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!




Liberaciones pasadas y pruebas presentes. Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Liberaciones pasadas y pruebas presentes. Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré. (19:44:1 - 19:44:26)

(Al músico principal. De los hijos de Coré. Masquil) Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído; nuestros padres nos han contado de la obra que hiciste en sus días, en tiempos antiguos.

Con tu mano echaste a las naciones para plantarlos a ellos; abatiste a los pueblos y los arrojaste.

No se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro; porque tú los favorecías.

Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda liberación a Jacob.

Por medio de ti embestiremos a nuestros enemigos; en tu nombre pisotearemos a los que se nos oponen.

No confiaré en mi arco, ni mi espada me librará;

pues tú nos libras de nuestros enemigos y avergüenzas a los que nos aborrecen.

En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y alabaremos su nombre para siempre. (Selah)

Sin embargo, nos has desechado y nos has confundido; ya no sales con nuestros ejércitos.

Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecen nos han saqueado.

Nos has puesto como ovejas para el consumo, y nos has esparcido entre las naciones.

Has vendido de balde a tu pueblo, y ningún provecho has ganado con su precio.

Nos has puesto como afrenta ante nuestros vecinos, por burla y ridículo ante los que están a nuestro alrededor.

Nos has puesto como refrán en medio de las naciones, y como objeto de burla en medio de los pueblos.

Cada día mi confusión está delante de mí, y mi cara se cubre de vergüenza,

por la voz del que injuria y deshonra, por causa del enemigo y del vengativo.

Todo esto nos ha venido, pero no nos hemos olvidado de ti, ni hemos faltado a tu pacto.

No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni tampoco nuestros pasos se han apartado de tu camino,

para que nos abatas en el lugar de los chacales y nos cubras con densa oscuridad.

Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios o alzado nuestras manos a un dios extraño,

¿no averiguaría esto Dios, quien conoce los secretos del corazón?

Más bien, por tu causa nos matan cada día; somos tratados como ovejas para el matadero.

Despierta; ¿por qué duermes, oh Señor? Despierta; no nos abandones para siempre.

¿Por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestra aflicción y opresión?

Nuestra alma está agobiada hasta el polvo; nuestro vientre está pegado a la tierra.

Levántate, socórrenos y redímenos por tu misericordia.




Cántico de las bodas del rey. Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Cántico de las bodas del rey. Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores. (19:45:1 - 19:45:17)

(Al músico principal. Sobre Sosanim. Para los hijos de Coré. Masquil. Canción de amor) Mi corazón rebosa de palabras buenas; dedico al rey mi canto. Mi lengua es como pluma de un veloz escriba.

Tú eres el más hermoso de los hijos del hombre; la gracia se ha derramado en tus labios. Por eso Dios te ha bendecido para siempre.

Ciñe tu espada sobre tu muslo, oh valiente, en tu gloria y majestad.

En tu majestad cabalga y triunfa por causa de la verdad, de la humildad y de la justicia. Tu mano derecha te mostrará cosas asombrosas.

Pueblos caerán debajo de ti; tus flechas agudas penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino.

Has amado la justicia y aborrecido la injusticia; por eso te ha ungido Dios, el Dios tuyo, con aceite de gozo, más que a tus compañeros.

Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras; en palacios de marfil te han recreado los instrumentos de cuerda.

Hijas de reyes hay en tu corte de honor; la reina está de pie a tu derecha con oro de Ofir.

Oye, hija, y mira; inclina tu oído: Olvida tu pueblo y la casa de tu padre.

El rey desea tu hermosura; inclínate hacia él, porque él es tu señor.

Las hijas de Tiro vienen con presentes, y los ricos del pueblo imploran tu favor.

Toda gloriosa está la hija del rey; de perlas engastadas en oro es su vestido.

Con vestido bordado será llevada ante el rey. Vírgenes irán detrás de ella; sus compañeras serán traídas a ti.

Serán traídas con alegría y con gozo, y entrarán en el palacio del rey.

En lugar de tus padres estarán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra.

Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.




Dios es nuestro amparo y fortaleza. Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.

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(Al músico principal. De los hijos de Coré. Sobre Alamot. Cántico) Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble, aunque los montes se derrumben en el corazón del mar,

aunque sus aguas rujan y echen espuma, y se estremezcan los montes por su braveza. (Selah)

Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario, morada del Altísimo.

Dios está en medio de ella; no será movida. Dios la ayudará al clarear la mañana.

Las naciones se conmocionan, se tambalean los reinos. El emite su voz, y se derrite la tierra.

Jehovah de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)

Venid y ved los hechos de Jehovah, quien ha causado desolaciones en la tierra.

Hasta los confines de la tierra hace cesar las guerras; quiebra el arco, rompe la lanza y quema los carros en el fuego.

“Estad quietos y reconoced que yo soy Dios. Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra.”

Jehovah de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)




Dios, el Rey de toda la tierra. Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

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(Al músico principal. De los hijos de Coré. Salmo) ¡Pueblos todos, aplaudid! ¡Aclamad a Dios con voz de júbilo!

Porque Jehovah, el Altísimo, es temible, gran Rey sobre toda la tierra.

El someterá los pueblos a nosotros, las naciones debajo de nuestros pies.

Porque él ha elegido nuestra heredad, el orgullo de Jacob, al cual amó. (Selah)

Subió Dios en medio de aclamación; Jehovah, con sonido de corneta.

¡Cantad a Dios, cantad! ¡Cantad a nuestro Rey, cantad!

Porque Dios es el Rey de toda la tierra, cantad con entendimiento.

¡Dios reina sobre las naciones! ¡Dios se ha sentado sobre su santo trono!

Se han reunido los gobernantes de los pueblos con el pueblo del Dios de Abraham, porque de Dios son las defensas de la tierra. ¡El es muy enaltecido!