Confesión y justificación de Job

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Job > Confesión y justificación de Job (18:42:1 - 18:42:9)

Entonces Job respondió a Jehovah y dijo:

—Reconozco que tú todo lo puedes, y que no hay plan que te sea irrealizable.

“¿Quién es ese que encubre el consejo, con palabras sin entendimiento?” Ciertamente dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí, las cuales jamás podré comprender.

Escucha, por favor, y hablaré: “Yo te preguntaré, y tú me lo harás saber.”

De oídas había oído de ti, pero ahora mis ojos te ven.

Por tanto, me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza.

Y aconteció, después que Jehovah habló estas palabras a Job, que Jehovah dijo a Elifaz el temanita: —Mi ira se ha encendido contra ti y tus dos compañeros, porque no habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.

Ahora pues, tomad para vosotros siete toros y siete carneros, id a mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros. Entonces mi siervo Job orará por vosotros, porque a él atenderé para no trataros con afrenta. Porque no habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.

Entonces fueron Elifaz el temanita, Bildad el sujita y Zofar el namatita, e hicieron como Jehovah les había dicho. Y Jehovah atendió a Job.




Restauración de la prosperidad de Job

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Job > Restauración de la prosperidad de Job (18:42:10 - 19:78:72)

Jehovah restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó Jehovah al doble todo lo que había pertenecido a Job.

Entonces vinieron a él todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, y comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo consolaron por todo aquel mal que Jehovah había traído sobre él. Cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un pendiente de oro.

Jehovah bendijo los últimos días de Job más que los primeros, y llegó a tener 14.000 ovejas, 6.000 camellos, 1.000 yuntas de bueyes y 1.000 asnos.

Tuvo también siete hijos y tres hijas.

A la primera le puso por nombre Jemima; el nombre de la segunda era Quesia, y el nombre de la tercera, Queren-hapuj.

No había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job, y su padre les dio herencia entre sus hermanos.

Después de esto, Job vivió 140 años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones.

Y murió Job anciano y lleno de años.

Lo trajo de detrás de las ovejas recién paridas, para que apacentase a su pueblo Jacob, a Israel su heredad.

Los apacentó con íntegro corazón; los pastoreó con la pericia de sus manos.




Lamento por la destrucción de Jerusalén. Salmo de Asaf.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Lamento por la destrucción de Jerusalén. Salmo de Asaf. (19:79:1 - 19:79:13)

(Salmo de Asaf) Oh Dios, los gentiles han venido a tu heredad. Han contaminado tu santo templo, y a Jerusalén han reducido a montones de escombros.

Han dado los cuerpos de tus siervos como comida a las aves de los cielos; han dado la carne de tus fieles a los animales de la tierra.

Derramaron como agua su sangre en los alrededores de Jerusalén; no hubo quien los enterrase.

Somos una afrenta para nuestros vecinos, burla y ridículo ante los que están a nuestro alrededor.

¿Hasta cuándo, oh Jehovah? ¿Has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?

Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen y sobre los reinos que no invocan tu nombre.

Porque han devorado a Jacob, y han desolado su morada.

No recuerdes contra nosotros los pecados de nuestros antepasados. Salgan pronto a encontrarnos tus misericordias, porque estamos muy abatidos.

Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra, por causa de la gloria de tu nombre. Líbranos y expía nuestros pecados por amor de tu nombre.

¿Por qué han de decir los gentiles: “¿Dónde está su Dios?” Sea dada a conocer a las naciones y ante nuestros ojos la venganza de la sangre de tus siervos, que ha sido derramada.

Llegue a tu presencia el gemido de los presos. Conforme a la grandeza de tu brazo, preserva a los sentenciados a muerte.

Devuelve a nuestros vecinos siete veces en sus caras, la infamia con que te han deshonrado, oh Jehovah.

Entonces nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado, te confesaremos para siempre; por generación y generación contaremos de tus alabanzas.




Súplica por la restauración. Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Súplica por la restauración. Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf. (19:80:1 - 19:80:19)

(Al músico principal. Sobre Sosanim. Testimonio. Salmo de Asaf) ¡Oh Pastor de Israel, escucha, tú que conduces a José como a un rebaño! ¡Tú, que estás entre los querubines, resplandece

delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés! Despierta tu poderío y ven para salvarnos.

Oh Dios, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Jehovah Dios de los Ejércitos, ¿hasta cuándo has de mostrar tu indignación contra la oración de tu pueblo?

Nos has dado a comer pan de lágrimas. Nos has dado a beber lágrimas en abundancia.

Nos has puesto por escarnio a nuestros vecinos; nuestros enemigos se mofan de nosotros.

Oh Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Trajiste una vid de Egipto; echaste a las naciones y la plantaste.

Limpiaste el lugar delante de ella. Hiciste que echara raíz, y llenó la tierra.

Los montes fueron cubiertos por su sombra, y sus ramas llegaron a ser como cedros de Dios.

Extendió sus ramas hasta el mar, y hasta el Río sus renuevos.

¿Por qué has roto sus cercas de modo que la vendimien todos los que pasan por el camino?

El jabalí salvaje la devasta; las criaturas del campo se alimentan de ella.

Oh Dios de los Ejércitos, vuelve, por favor; mira desde el cielo, considera y visita esta viña.

Su cepa que plantó tu diestra—el hijo que fortaleciste para ti—,

está quemada con fuego; la han cortado. ¡Perezcan por la reprensión de tu rostro!

Sea tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo del hombre que fortaleciste para ti mismo.

Así no nos apartaremos de ti; nos darás vida, e invocaremos tu nombre.

Oh Jehovah Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.




Bondad de Dios y perversidad de Israel. Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Bondad de Dios y perversidad de Israel. Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf. (19:81:1 - 19:81:16)

(Al músico principal. Sobre Guitit. Salmo de Asaf) ¡Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra! Aclamad con júbilo al Dios de Jacob.

Entonad himnos y tocad el tamboril, la suave lira y el arpa.

Tocad la corneta en luna nueva; en luna llena, por nuestra solemnidad.

Porque estatuto es de Israel, ordenanza del Dios de Jacob.

En José lo instituyó por testimonio, cuando salió contra la tierra de Egipto. Escuché un idioma que no conocía:

“Aparté su hombro de debajo de la carga; sus manos fueron apartadas del peso de los cestos.

Clamaste en la calamidad, y yo te libré. Te respondí en lo oculto del trueno. Te probé junto a las aguas de Meriba. (Selah)

“Escucha, oh pueblo mío, y testificaré contra ti. ¡Oh Israel, si me oyeras!

No haya dios extraño en medio de ti, ni te postres ante dios extranjero.

Yo soy Jehovah tu Dios, que te hice venir de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré.

“Pero mi pueblo no escuchó mi voz; Israel no me quiso a mí.

Por eso los entregué a la dureza de su corazón, y caminaron según sus propios consejos.

¡Oh, si mi pueblo me hubiera escuchado; si Israel hubiera andado en mis caminos!

En un instante habría yo sometido a sus enemigos, y habría vuelto mi mano contra sus adversarios.

Los que aborrecen a Jehovah se le habrían sometido, y su castigo habría sido eterno.

Los habría sustentado con la suculencia del trigo; con miel de la roca te habría saciado.”