Biblia cristiana > Nuevo Testamento > EpÃstolas > Primera epÃstola de San Pablo a los Corintios > Litigios delante de los incrédulos (46:6:1 - 46:6:11)
¿Cómo se atreve alguno de vosotros, teniendo un asunto contra otro, a ir a juicio delante de los injustos y no, más bien, delante de los santos?
¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar pleitos tan pequeños?
¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¡Cuánto más las cosas de esta vida!
Por tanto, en caso de haber pleitos con respecto a las cosas de esta vida, a los que para la iglesia son de poca estima, ¿a éstos ponéis para juzgar?
Para avergonzaros lo digo. Pues, ¿qué? ¿No hay entre vosotros ni un solo sabio que pueda juzgar entre sus hermanos?
Pero hermano va a juicio contra hermano, ¡y esto ante los incrédulos!
Sin lugar a duda, ya es un fracaso total para vosotros el que tengáis pleitos entre vosotros. ¿Por qué no sufrir más bien la injusticia? ¿Por qué no ser más bien defraudados?
Sin embargo, vosotros hacéis injusticia y defraudáis, ¡y esto a los hermanos!
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,
ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, pero ya sois santificados, pero ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el EspÃritu de nuestro Dios.
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