Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Ep铆stolas > El Apocalipsis de San Juan > La mujer y el drag贸n (66:12:1 - 66:12:17)
Apareci贸 en el cielo una gran se帽al: una mujer vestida del sol y con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Y estando encinta, gritaba con dolores de parto y sufr铆a angustia por dar a luz.
Y apareci贸 otra se帽al en el cielo: he aqu铆 un gran drag贸n rojo que ten铆a siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas ten铆a siete diademas.
Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las arroj贸 sobre la tierra. El drag贸n se puso de pie delante de la mujer que estaba por dar a luz, a fin de devorar a su hijo en cuanto le hubiera dado a luz.
Ella dio a luz un hijo var贸n que ha de guiar todas las naciones con cetro de hierro. Y su hijo fue arrebatado ante Dios y su trono.
Y la mujer huy贸 al desierto, donde ten铆a un lugar que Dios hab铆a preparado, para ser alimentada all铆 durante 1.260 d铆as.
Estall贸 entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus 谩ngeles pelearon contra el drag贸n. Y el drag贸n y sus 谩ngeles pelearon,
pero no prevalecieron, ni fue hallado m谩s el lugar de ellos en el cielo.
Y fue arrojado el gran drag贸n, la serpiente antigua que se llama diablo y Satan谩s, el cual enga帽a a todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus 谩ngeles fueron arrojados junto con 茅l.
O铆 una gran voz en el cielo que dec铆a: “隆Ahora ha llegado la salvaci贸n y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba d铆a y noche delante de nuestro Dios.
Y ellos lo han vencido por causa de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, porque no amaron sus vidas hasta la muerte.
Por esto, alegraos, oh cielos, y los que habit谩is en ellos. 隆Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros y tiene grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo.”
Y cuando el drag贸n vio que hab铆a sido arrojado a la tierra, persigui贸 a la mujer que hab铆a dado a luz al hijo var贸n.
Pero le fueron dadas a la mujer dos alas de gran 谩guila, para volar de la presencia de la serpiente, al desierto, a su lugar donde recibe alimento por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo.
Tras la mujer, la serpiente ech贸 de su boca agua como un r铆o, para que ella fuese arrastrada por el torrente.
Pero la tierra ayud贸 a la mujer. Y la tierra abri贸 su boca y trag贸 por completo el r铆o que el drag贸n hab铆a echado de su boca.
Entonces el drag贸n se enfureci贸 contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los dem谩s descendientes de ella, quienes guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Y 茅l se puso de pie sobre la arena del mar.