Biblia cristiana > Nuevo Testamento > EpÃstolas > Primera epÃstola de San Pablo a los Corintios > Haced todo para la gloria de Dios (46:10:23 - 46:10:22)
personas.
Ni tentemos a Cristo, como algunos de ellos le tentaron y perecieron por las serpientes.
Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron y perecieron por el destructor.
Estas cosas les acontecieron como ejemplos y están escritas para nuestra instrucción, para nosotros sobre quienes ha llegado el fin de las edades.
Asà que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir.
Por tanto, amados mÃos, huid de la idolatrÃa.
Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
Puesto que el pan es uno solo, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo; pues todos participamos de un solo pan.
Considerad al Israel según la carne: Los que comen de los sacrificios, ¿no participan del altar?
¿Qué, pues, quiero decir? ¿Que lo que es sacrificado a los Ãdolos sea algo, o que el Ãdolo sea algo?
Al contrario, digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios, y no a Dios. Y yo no quiero que vosotros participéis con los demonios.
No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Seremos acaso más fuertes que él?
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