Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Cántico de alabanza y de adoración (19:95:1 - 19:95:11)
¡Venid, cantemos con gozo a Jehovah! Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
Acerquémonos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos.
Porque Jehovah es Dios grande, Rey grande sobre todos los dioses.
En su mano están las profundidades de la tierra; suyas son las alturas de los montes.
Suyo es el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.
¡Venid, adoremos y postrémonos! Arrodillémonos delante de Jehovah, nuestro Hacedor.
Porque él es nuestro Dios; nosotros somos el pueblo de su prado, y las ovejas de su mano. Si oís hoy su voz,
“no endurezcáis vuestros corazones como en Meriba; como el día de Masá, en el desierto,
donde vuestros padres me pusieron a prueba; me probaron y vieron mis obras:
Cuarenta años estuve disgustado con aquella generación y dije: Este pueblo se desvía en su corazón y no ha conocido mis caminos.
Por eso juré en mi ira: ¡Jamás entrarán en mi reposo!”
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