Epístolas

Carácter de los hombres en los postreros días

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Segunda epístola de San Pablo a Timoteo > Carácter de los hombres en los postreros días (55:3:1 - 55:3:17)

También debes saber esto: que en los últimos días se presentarán tiempos difíciles.

Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero. Serán vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,

traidores, impetuosos, envanecidos y amantes de los placeres más que de Dios.

Tendrán apariencia de piedad, pero negarán su eficacia. A éstos evita.

Pues entre éstos están los que se meten en las casas y se llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas pasiones,

que siempre están aprendiendo y nunca logran llegar al conocimiento de la verdad.

De la manera que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, así también éstos se oponen a la verdad. Son hombres de mente corrompida, réprobos en cuanto a la fe.

Pero no irán muy lejos, porque su insensatez será evidente a todos, como también lo fue la de aquéllos.

Pero tú has seguido de cerca mi enseñanza, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia,

persecuciones y aflicciones, como las que me sobrevinieron en Antioquía, Iconio y Listra. Todas estas persecuciones he sufrido, y de todas me libró el Señor.

También todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos.

Pero los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

Pero persiste tú en lo que has aprendido y te has persuadido, sabiendo de quienes lo has aprendido

y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por medio de la fe que es en Cristo Jesús.

Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia,

a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra.

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Predica la palabra

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Segunda epístola de San Pablo a Timoteo > Predica la palabra (55:4:1 - 55:4:8)

Te requiero delante de Dios y de Cristo Jesús, quien ha de juzgar a los vivos y a los muertos, tanto por su manifestación como por su reino:

Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza.

Porque vendrá el tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; más bien, teniendo comezón de oír, amontonarán para sí maestros conforme a sus propias pasiones,

y a la vez que apartarán sus oídos de la verdad, se volverán a las fábulas.

Pero tú, sé sobrio en todo; soporta las aflicciones; haz obra de evangelista; cumple tu ministerio.

Porque yo ya estoy a punto de ser ofrecido en sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado.

He peleado la buena batalla; he acabado la carrera; he guardado la fe.

Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, el Juez justo, en aquel día. Y no sólo a mí, sino también a todos los que han amado su venida.

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Instrucciones personales

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Segunda epístola de San Pablo a Timoteo > Instrucciones personales (55:4:9 - 55:4:18)

Procura venir pronto a verme,

porque Demas me ha desamparado, habiendo amado el mundo presente, y se fue a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.

Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.

A Tíquico envié a Efeso.

Trae, cuando vengas, el manto que dejé en Troas en casa de Carpo, y los rollos, especialmente los pergaminos.

Alejandro el herrero me ha causado muchos males. El Señor le pagará conforme a sus hechos.

Guárdate tú también de él, porque en gran manera ha resistido a nuestras palabras.

En mi primera defensa nadie estuvo de mi parte. Más bien, todos me desampararon. No se les tome en cuenta.

Pero el Señor sí estuvo conmigo y me dio fuerzas para que por medio de mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles escucharan. Y fui librado de la boca del león.

El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

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Saludos y bendición final

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Segunda epístola de San Pablo a Timoteo > Saludos y bendición final (55:4:19 - 55:4:22)

Saluda a Priscila y a Aquilas, y a la casa de Onesíforo.

Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto.

Procura venir antes del invierno. Te saludan Eubulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.

El Señor Jesucristo sea con tu espíritu. La gracia sea con vosotros.

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Salutación

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Epístola de San Pablo a Tito > Salutación (56:1:1 - 56:1:4)

Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo según la fe de los elegidos de Dios y el pleno conocimiento de la verdad—la cual es según la piedad

basada en la esperanza de la vida eterna, que el Dios que no miente prometió desde antes del comienzo del tiempo,

y a su debido tiempo manifestó su palabra en la predicación que se me ha confiado por mandato de Dios nuestro Salvador—;

a Tito, verdadero hijo según la fe que nos es común: Gracia y paz, de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador.

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