Antiguo Testamento

Excelencias de la ley de Dios

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Excelencias de la ley de Dios (19:119:1 - 19:119:176)

Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan según la ley de Jehovah.

Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan.

Pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos.

Tú mandaste que tus ordenanzas fuesen muy guardadas.

¡Ojalá fuesen estables mis caminos para guardar tus leyes!

Entonces yo no sería avergonzado al observar todos tus mandamientos.

Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprenda tus justos juicios.

Tus leyes guardaré; no me abandones por completo.

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos.

En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti.

¡Bendito seas tú, oh Jehovah! Enséñame tus leyes.

Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.

Me he gozado en el camino de tus testimonios más que sobre toda riqueza.

En tus ordenanzas meditaré; consideraré tus caminos.

Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.

Haz bien a tu siervo, para que viva y guarde tu palabra.

Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.

Peregrino soy yo en la tierra; no encubras de mí tus mandamientos.

Se consume mi alma por anhelar tus preceptos en todo tiempo.

Increpaste a los arrogantes; malditos los que se desvían de tus mandamientos.

Aparta de mí el oprobio y el desprecio, porque he guardado tus testimonios.

Aunque los gobernantes se sienten y hablen contra mí, tu siervo meditará en tus leyes.

Tus testimonios son mi delicia, y también mis consejeros.

Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra.

Mis caminos te declaré, y me respondiste; enséñame tus leyes.

Hazme entender el camino de tus ordenanzas, y meditaré en tus maravillas.

Mi alma llora de ansiedad; sostenme conforme a tu palabra.

Aparta de mí el camino de engaño, y enséñame tu ley.

He escogido el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.

Me he apegado a tus testimonios; oh Jehovah, no me avergüences.

Por el camino de tus mandamientos correré, porque das amplitud a mi corazón.

Enséñame, oh Jehovah, el camino de tus leyes, y lo guardaré hasta el fin.

Dame entendimiento, y guardaré tu ley; la observaré con todo el corazón.

Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.

Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a las ganancias deshonestas.

Aparta mis ojos para que no vean la vanidad; vivifícame en tu camino.

Cumple tu promesa a tu siervo que te teme.

Aparta de mí el oprobio que me aterra, porque buenos son tus juicios.

Mira cómo anhelo tus ordenanzas; vivifícame en tu justicia.

Venga a mí tu misericordia, oh Jehovah; y tu salvación, conforme a tu promesa.

Entonces daré respuesta al que me afrenta, porque en tu palabra he confiado.

En ningún momento quites de mi boca la palabra de verdad, porque en tu juicio tengo puesta mi esperanza.

Tu ley guardaré siempre, para siempre jamás.

Andaré en libertad, porque he buscado tus mandamientos.

Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no quedaré avergonzado.

Me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.

Alzaré mis manos a tus mandamientos, los cuales he amado, y meditaré en tus leyes.

Acuérdate de la promesa dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.

Esto es mi consuelo en mi aflicción: que tu palabra me ha vivificado.

Mucho se han burlado de mí los arrogantes, pero yo no me he apartado de tu ley.

Oh Jehovah, me he acordado de tus juicios realizados desde tiempos antiguos, y he hallado consuelo.

La indignación se apoderó de mí, a causa de los impíos que abandonan tu ley.

Tus leyes han sido cánticos para mí en el ámbito de mis peregrinaciones.

Oh Jehovah, en la noche me he acordado de tu nombre, y he guardado tu ley.

Esto me ha acontecido porque guardé tus mandamientos.

Tú eres mi porción, oh Jehovah; me he propuesto guardar tus palabras.

He implorado tu favor de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra.

Consideré mis caminos y volví mis pies a tus testimonios.

Me apresuré, y no me retardé, a guardar tus mandamientos.

Las cuerdas de los impíos me rodearon, pero no me olvidé de tu ley.

A medianoche me levanto para darte gracias por tus justos juicios.

Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus ordenanzas.

De tu misericordia está llena la tierra. Oh Jehovah, enséñame tus leyes.

Has hecho bien a tu siervo, oh Jehovah, conforme a tu palabra.

Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído.

Antes que fuera humillado, yo erraba; pero ahora guardo tu palabra.

Tú eres bueno y bienhechor; enséñame tus leyes.

Los soberbios forjaron engaño contra mí, pero yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

El corazón de ellos se ha vuelto insensible como sebo; pero yo me he deleitado en tu ley.

Bueno me es haber sido afligido, para que aprendiera tus leyes.

Mejor me es la ley que procede de tu boca que miles de piezas de oro y plata.

Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, para que yo aprenda tus mandamientos.

Los que te temen me verán y se alegrarán, porque en tu palabra he puesto mi esperanza.

Conozco, oh Jehovah, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me has afligido.

Que tu bondad me consuele, conforme a lo que has prometido a tu siervo.

Llegue a mí tu misericordia para que yo viva, porque tu ley es mi delicia.

Sean avergonzados los arrogantes, porque con engaño me han agraviado. Pero yo meditaré en tus preceptos.

Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios.

Sea mi corazón íntegro en tus leyes, para que no sea yo avergonzado.

Desfallece mi alma en espera de tu salvación; en tu palabra he puesto mi esperanza.

Desfallecen mis ojos en espera de tu palabra, diciendo: “¿Cuándo me consolarás?”

Aunque he sido como un odre en medio del humo, no me he olvidado de tus leyes.

¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

Los arrogantes me han cavado fosas, lo que no está de acuerdo con tu ley.

Todos tus mandamientos son fieles. Con engaño me persiguen; ayúdame.

Casi me han eliminado de la tierra, pero yo no he abandonado tus ordenanzas.

Vivifícame conforme a tu misericordia, y guardaré los testimonios de tu boca.

Para siempre, oh Jehovah, permanece tu palabra en los cielos.

Por generación y generación es tu fidelidad; estableciste la tierra, y se mantiene firme.

Por tu mandato permanecen hasta hoy, porque todos ellos son tus siervos.

Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya habría perecido yo en mi aflicción.

Nunca jamás me olvidaré de tus ordenanzas, porque con ellas me has vivificado.

Tuyo soy; sálvame, porque he buscado tus ordenanzas.

Los impíos me han esperado para destruirme, pero yo estoy atento a tus testimonios.

A todo lo perfecto le veo límite, pero tu mandamiento es sobremanera amplio.

¡Cuánto amo tu ley! Todo el día ella es mi meditación.

Por tus mandamientos me has hecho más sabio que mis enemigos, porque para siempre son míos.

He comprendido más que todos mis instructores, porque tus testimonios son mi meditación.

He entendido más que los ancianos, porque he guardado tus ordenanzas.

De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra.

No me aparté de tus juicios, porque tú me has enseñado.

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel en mi boca!

De tus ordenanzas adquiero inteligencia; por eso aborrezco todo camino de mentira.

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.

He jurado guardar tus justos juicios, y lo he de cumplir.

Oh Jehovah, afligido estoy en gran manera; vivifícame conforme a tu palabra.

Sean agradables a ti, oh Jehovah, las ofrendas de mi boca; y enséñame tus juicios.

De continuo está mi vida en peligro, pero no me olvido de tu ley.

Los impíos me pusieron trampa, pero no me desvié de tus ordenanzas.

Tus testimonios son mi heredad para siempre, porque ellos son el gozo de mi corazón.

He inclinado mi corazón a poner por obra tus leyes, de continuo y hasta el fin.

Aborrezco a los de doble ánimo, pero amo tu ley.

Mi refugio y mi escudo eres tú; en tu palabra he puesto mi esperanza.

Apartaos de mí, malhechores, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; no me avergüences con respecto a mi esperanza.

Sostenme, y seré salvo; siempre me deleitaré en tus leyes.

Desprecias a todos los que se desvían de tus leyes. pues su astucia es un engaño.

Hiciste que todos los impíos de la tierra fueran consumidos como escoria; por tanto, he amado tus testimonios.

Mi cuerpo se estremece por temor de ti, y tengo reverencia por tus juicios.

El derecho y la justicia he practicado; no me abandones ante mis opresores.

Sé fiador de tu siervo para bien; no me hagan violencia los orgullosos.

Mis ojos desfallecen por tu salvación y por tu justa promesa.

Haz con tu siervo según tu misericordia y enséñame tus leyes.

Yo soy tu siervo; dame entendimiento, para que conozca tus testimonios.

Ya es hora de actuar, oh Jehovah, porque han violado tu ley.

Por eso amo tus mandamientos más que el oro, más que el oro puro.

Por eso he guardado todas tus ordenanzas; aborrezco todo camino de mentira.

Maravillosos son tus testimonios; por eso los guarda mi alma.

La exposición de tu palabra alumbra; hace entender a los ingenuos.

Mi boca abrí y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos.

Vuélvete a mí y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.

Afirma mis pasos con tu palabra; que ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

Rescátame de la violencia de los hombres, y guardaré tus mandamientos.

Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo y enséñame tus leyes.

Ríos de agua corren de mis ojos, porque ellos no guardan tu ley.

Justo eres tú, oh Jehovah, y rectos son tus juicios.

Has ordenado tus testimonios en justicia y en completa fidelidad.

Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos olvidan tus palabras.

Sumamente pura es tu palabra; tu siervo la ama.

Aunque soy pequeño y despreciado, no me he olvidado de tus ordenanzas.

Tu justicia es justicia eterna, y tu ley es la verdad.

Aflicción y angustia me han alcanzado, pero tus mandamientos han sido mi delicia.

Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, para que viva.

Clamo con todo mi corazón: Respóndeme, oh Jehovah, y guardaré tus leyes.

A ti clamo; sálvame, y guardaré tus testimonios.

Me anticipo al alba e imploro; tu palabra es lo que espero.

Mis ojos se adelantaron a las vigilias de la noche, para meditar en tus palabras.

Oye mi voz conforme a tu misericordia; oh Jehovah, vivifícame conforme a tu justicia.

Se acercan con maldad los que me persiguen; están lejos de tu ley.

Cercano estás tú, oh Jehovah; todos tus mandamientos son verdad.

Hace mucho que he conocido tus testimonios, los cuales estableciste para siempre.

Mira mi aflicción y líbrame, porque no me he olvidado de tu ley.

Aboga mi causa y redímeme; vivifícame conforme a tu palabra.

Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus leyes.

Grande es tu misericordia, oh Jehovah; vivifícame conforme a tu justicia.

Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, pero de tus testimonios no me he apartado.

Veía a los traidores y me disgustaba, porque no guardaban tu palabra.

Mira, oh Jehovah, cómo amo tus ordenanzas; vivifícame conforme a tu misericordia.

La suma de tu palabra es verdad; eternos son todos tus justos juicios.

Príncipes me han perseguido sin causa, pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.

Yo me gozo en tu palabra, como el que halla abundante botín.

La mentira aborrezco y abomino, pero amo tu ley.

Siete veces al día te alabo por tus justos decretos.

Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.

Tu salvación he esperado, oh Jehovah, y tus mandamientos he puesto por obra.

Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.

He guardado tus ordenanzas y tus testimonios; todos mis caminos están delante de ti.

Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehovah; dame entendimiento conforme a tu palabra.

Llegue mi súplica delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.

Mis labios rebosarán de alabanza, cuando me enseñes tus estatutos.

Cante mi lengua tu palabra, porque todos tus mandamientos son justicia.

Venga tu mano a socorrerme, porque tus ordenanzas he escogido.

Anhelo tu salvación, oh Jehovah, y tu ley es mi delicia.

¡Que viva mi alma y te alabe, y que tus juicios me ayuden!

He andado errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.

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Plegaria ante el peligro de la lengua engañosa. Cántico gradual.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Plegaria ante el peligro de la lengua engañosa. Cántico gradual. (19:120:1 - 19:120:7)

(Canto de ascenso gradual) A Jehovah llamé estando en mi angustia, y él me respondió.

Libra mi alma, oh Jehovah, de los labios mentirosos y de la lengua fraudulenta.

¿Qué se te dará, o qué te aprovechará, oh lengua engañosa?

¡Afiladas flechas de guerrero con brasas de retama!

¡Ay de mí, que soy peregrino en Mesec, y habito en las tiendas de Quedar!

Mucho tiempo ha habitado sola mi alma con los que aborrecen la paz.

Yo soy pacífico; pero cuando hablo, ellos me hacen la guerra.

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Jehová es tu guardador. Cántico gradual.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Jehová es tu guardador. Cántico gradual. (19:121:1 - 19:121:8)

(Canto de ascenso gradual) Alzaré mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi socorro?

Mi socorro viene de Jehovah, que hizo los cielos y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie, ni se adormecerá el que te guarda.

He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.

Jehovah es tu protector; Jehovah es tu sombra a tu mano derecha.

El sol no te herirá de día, ni la luna de noche.

Jehovah te guardará de todo mal; él guardará tu vida.

Jehovah guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.

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Oración por la paz de Jerusalén. Cántico gradual; de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Oración por la paz de Jerusalén. Cántico gradual; de David. (19:122:1 - 19:122:9)

(Canto de ascenso gradual. De David) Yo me alegré con los que me decían: “¡Vayamos a la casa de Jehovah!”

Ya se posan nuestros pies ante tus puertas, oh Jerusalén.

¡Oh Jerusalén, que ha sido edificada como una ciudad toda compacta!

Allá suben las tribus, las tribus de Jehovah, las congregaciones de Israel, para alabar el nombre de Jehovah.

Porque allá están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.

Pedid por la paz de Jerusalén: “Vivan tranquilos los que te aman.

Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios.”

Por causa de mis hermanos y de mis amigos, diré yo: “Haya paz en ti.”

Por causa de la casa de Jehovah nuestro Dios, imploraré por tu bien.

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Plegaria pidiendo misericordia. Cántico gradual.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Plegaria pidiendo misericordia. Cántico gradual. (19:123:1 - 19:123:4)

(Canto de ascenso gradual) A ti, que habitas en los cielos, levanto mis ojos.

He aquí, como los ojos de los siervos miran la mano de sus amos, y como los ojos de la sierva miran la mano de su ama, así nuestros ojos miran a Jehovah, nuestro Dios, hasta que tenga compasión de nosotros.

Ten compasión de nosotros, oh Jehovah; ten compasión de nosotros, porque estamos hastiados del desprecio.

Nuestra alma está sumamente hastiada de la burla de los que están en holgura, y del desprecio de los orgullosos opresores.

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