Salmos

Alabanza por la justicia de Dios

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Alabanza por la justicia de Dios (19:146:1 - 19:146:10)

¡Aleluya! ¡Alaba, oh alma mía, a Jehovah!

Alabaré a Jehovah en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva.

No confiéis en príncipes ni en hijo de hombre, porque no hay en él liberación.

Su espíritu ha de salir, y él volverá al polvo. En aquel día perecerán sus pensamientos.

Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está puesta en Jehovah su Dios;

quien hizo los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; quien guarda la verdad para siempre;

quien hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. Jehovah suelta a los prisioneros;

Jehovah abre los ojos a los ciegos; Jehovah levanta a los que han sido doblegados; Jehovah ama a los justos.

Jehovah guarda a los forasteros; sostiene al huérfano y a la viuda, pero trastorna el camino de los impíos.

Jehovah reinará para siempre; tu Dios, oh Sion, de generación en generación. ¡Aleluya!

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Alabanza por el favor de Dios hacia Jerusalén

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Alabanza por el favor de Dios hacia Jerusalén (19:147:1 - 19:147:20)

¡Aleluya! Ciertamente es bueno cantar salmos a nuestro Dios; ciertamente es agradable y bella la alabanza.

Jehovah edifica a Jerusalén y reúne a los dispersados de Israel.

Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.

Cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres.

Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; su entendimiento es infinito.

Jehovah ayuda a los humildes, pero a los impíos humilla hasta el suelo.

Cantad a Jehovah con acción de gracias; cantad con arpa a nuestro Dios.

El es el que cubre los cielos de nubes, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace que las colinas produzcan hierba.

Da al ganado su alimento; y a las crías de los cuervos, cuando gritan.

No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en los músculos del hombre.

Jehovah se complace en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia.

¡Celebra a Jehovah, oh Jerusalén! ¡Alaba a tu Dios, oh Sion!

Porque ha fortalecido el cerrojo de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.

Ha traído paz a tu territorio, y te ha saciado con abundancia de trigo.

Envía su mensaje a la tierra; velozmente corre su palabra.

Pone la nieve como lana, y derrama la escarcha como ceniza.

Echa su hielo como migas de pan. ¿Quién se mantendrá ante su frío?

Envía su palabra y los derrite; hace que sople su viento, y corren las aguas.

Ha manifestado sus palabras a Jacob, sus leyes y sus decretos a Israel.

No ha hecho esto con otras naciones, y no han conocido sus juicios. ¡Aleluya!

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Exhortación a la creación, para que alabe a Jehová

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Exhortación a la creación, para que alabe a Jehová (19:148:1 - 19:148:14)

¡Aleluya! ¡Alabad a Jehovah desde los cielos! ¡Alabadle en las alturas!

¡Alabadle, vosotros todos sus ángeles! ¡Alabadle, vosotros todos sus ejércitos!

¡Alabadle, sol y luna! ¡Alabadle, vosotras todas las estrellas relucientes!

¡Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos!

Alaben el nombre de Jehovah, porque él mandó, y fueron creados.

El los estableció para siempre, por la eternidad; les puso ley que no será quebrantada.

Alabad a Jehovah desde la tierra, los grandes animales acuáticos y todos los océanos,

el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento tempestuoso que ejecuta su palabra,

los montes y todas las colinas, los árboles frutales y todos los cedros,

los animales y todo el ganado, los reptiles y las aves que vuelan,

los reyes de la tierra y todas las naciones, los príncipes y todos los jueces de la tierra,

los jóvenes y también las jóvenes, los ancianos junto con los niños.

Alaben el nombre de Jehovah, porque sólo su nombre es sublime; su majestad es sobre tierra y cielos.

El enaltece el poderío de su pueblo; la alabanza de todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. ¡Aleluya!

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Exhortación a Israel, para que alabe a Jehová

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Exhortación a Israel, para que alabe a Jehová (19:149:1 - 19:149:9)

¡Aleluya! Cantad a Jehovah un cántico nuevo; sea su alabanza en la congregación de los fieles.

Alégrese Israel en su Hacedor; gócense en su Rey los hijos de Sion.

Alaben su nombre con danzas; canten al son del pandero y de la lira.

Porque Jehovah se agrada de su pueblo, a los humildes adornará con salvación.

Los fieles se regocijarán con gloria; cantarán desde sus camas.

Exalten a Dios con sus gargantas, y con espada de dos filos en sus manos,

para tomar venganza de las naciones y dar castigo a los pueblos,

para aprisionar a los reyes con grilletes y a sus nobles con cadenas de hierro,

para ejecutar en ellos la sentencia escrita. El será esplendor para todos sus fieles. ¡Aleluya!

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Exhortación a alabar a Dios con instrumentos de música

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Exhortación a alabar a Dios con instrumentos de música (19:150:1 - 20:31:31)

¡Aleluya! ¡Alabad a Dios en su santuario! ¡Alabadle en su poderoso firmamento!

¡Alabadle por sus proezas! ¡Alabadle por su inmensa grandeza!

¡Alabadle con toque de corneta! ¡Alabadle con lira y arpa!

¡Alabadle con panderos y danza! ¡Alabadle con instrumentos de cuerda y flauta!

¡Alabadle con címbalos resonantes! ¡Alabadle con címbalos de júbilo!

¡Todo lo que respira alabe a Jehovah! ¡Aleluya!

para que vea el bien de tus escogidos, para que me alegre con la alegría de tu pueblo, para que me gloríe con tu heredad.

Los libró del enemigo; los rescató de mano del adversario.

El les dio lo que pidieron, pero envió a sus almas debilidad.

Así cambiaron su gloria por la de un toro que come hierba.

Más bien, murmuraron en sus tiendas y no escucharon la voz de Jehovah.

Entonces se levantó Fineas y ejecutó juicio, y se detuvo la mortandad.

Más bien, se mezclaron con gentiles, y aprendieron sus obras.

Por tanto, la ira de Jehovah se encendió contra su pueblo, y abominó su heredad.

Se acordó de su pacto con ellos, y se compadeció conforme a su gran compasión.

A Jehovah invoqué desde la angustia, y Jehovah me respondió poniéndome en lugar espacioso.

Todas las naciones me rodearon; en el nombre de Jehovah yo las destruiré.

¡Voz de júbilo y de salvación hay en las moradas de los justos! ¡La diestra de Jehovah hace proezas!

Esta es la puerta de Jehovah; por ella entrarán los justos.

¡Oh Jehovah, sálvanos, por favor! ¡Oh Jehovah, haznos prosperar!

No sea que bebiendo olviden lo que se ha decretado y perviertan el derecho de todos los afligidos.

Dad licor al que va a perecer, y vino a los de ánimo amargado.

Beban y olvídense de su necesidad, y no se acuerden más de su miseria.

Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desafortunados.

Abre tu boca, juzga con justicia y defiende al pobre y al necesitado.

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su valor sobrepasa a las perlas.

Confía en ella el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias.

Le recompensará con bien y no con mal, todos los días de su vida.

Busca lana y lino y con gusto teje con sus manos.

Es como un barco mercante que trae su pan de lejos.

Se levanta siendo aún de noche, y da de comer a su familia y su diaria ración a sus criadas.

Evalúa un campo y lo compra, y con sus propias manos planta una viña.

Ciñe su cintura con firmeza y esfuerza sus brazos.

Comprueba que le va bien en el negocio, y no se apaga su lámpara en la noche.

Su mano aplica a la rueca, y sus dedos toman el huso.

Sus manos extiende al pobre y tiende sus manos al necesitado.

No teme por su familia a causa de la nieve, porque toda su familia está vestida de ropa doble.

Tapices hace para sí, y se viste de lino fino y púrpura.

Es conocido su marido en las puertas de la ciudad, cuando se sienta con los ancianos del país.

Telas hace y las vende; entrega cintas al mercader.

Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo porvenir.

Su boca abre con sabiduría, y la ley de la misericordia está en su lengua.

Considera la marcha de su casa y no come pan de ociosidad.

Se levantan sus hijos y le llaman: “Bienaventurada.” Y su marido también la alaba:

“Muchas mujeres han hecho el bien, pero tú sobrepasas a todas.”

Engañosa es la gracia y vana es la hermosura; la mujer que teme a Jehovah, ella será alabada.

¡Dadle del fruto de sus manos, y en las puertas de la ciudad alábenla sus hechos!

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