Salmos

La rebeldía de Israel

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > La rebeldía de Israel (19:106:1 - 19:106:48)

¡Aleluya! ¡Alabad a Jehovah, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!

¿Quién declarará las proezas de Jehovah? ¿Quién hará oír todas sus alabanzas?

Bienaventurados los que guardan el derecho, los que en todo tiempo hacen justicia.

Acuérdate de mí, oh Jehovah, según tu benevolencia para con tu pueblo. Visítame con tu salvación,

Hemos pecado como nuestros padres; hemos hecho iniquidad; hemos actuado impíamente.

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de tus innumerables hechos de misericordia, sino que se rebelaron junto al mar, el mar Rojo.

Sin embargo, los libró por amor de su nombre, para dar a conocer su poder.

Reprendió al mar Rojo y lo secó; los hizo ir por los abismos, como por un desierto.

Las aguas cubrieron a sus enemigos; no quedó uno solo de ellos.

Entonces creyeron en sus palabras y cantaron su alabanza.

Pero pronto se olvidaron de sus obras y no esperaron su consejo.

Ardieron de apetito en el desierto y probaron a Dios en la soledad.

Después tuvieron celos de Moisés en el campamento, y de Aarón, el consagrado de Jehovah.

La tierra se abrió y tragó a Datán, y cubrió al grupo de Abiram.

El fuego se encendió contra su grupo; la llama devoró a los impíos.

En Horeb hicieron un becerro y se postraron ante una imagen de fundición.

Olvidaron al Dios de su salvación que había hecho grandezas en Egipto,

maravillas en la tierra de Cam, cosas formidables junto al mar Rojo.

El dijo que los hubiese destruido, de no haberse interpuesto Moisés, su escogido, ante él en la brecha, a fin de aplacar su ira, para que no los destruyera.

Sin embargo, aborrecieron la tierra deseable, y no creyeron en su palabra.

Por tanto, alzó su mano contra ellos para postrarlos en el desierto,

para dispersar a sus descendientes entre las naciones y esparcirlos por las tierras.

Cuando se adhirieron al Baal de Peor, comieron de los sacrificios de los muertos.

Provocaron a Dios con sus obras, y se desató entre ellos la mortandad.

Aquello le fue contado por justicia, de generación en generación y para siempre.

También le indignaron en las aguas de Meriba, y por causa de ellos le fue mal a Moisés;

porque hicieron que su espíritu se amargara, y él habló precipitadamente con sus labios.

Tampoco destruyeron a los pueblos, como Jehovah les había dicho.

Sirvieron a sus ídolos, los cuales llegaron a ser una trampa.

Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;

derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán. La tierra fue profanada con los hechos de sangre.

Así se contaminaron con sus obras y se prostituyeron con sus hechos.

Los entregó en poder de las naciones, y los que los aborrecían se enseñorearon de ellos.

Sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano.

Muchas veces los libró, pero ellos se rebelaron contra su consejo y fueron humillados a causa de su iniquidad.

Con todo, él los vio cuando estaban en angustia, y oyó su clamor.

Asimismo, hizo que tuviesen misericordia de ellos todos los que los tenían cautivos.

¡Sálvanos, oh Jehovah, Dios nuestro! Reúnenos de entre las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas.

¡Bendito sea Jehovah Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad! Y diga todo el pueblo: “¡Amén!” ¡Aleluya!

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


Dios libra de la aflicción

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Dios libra de la aflicción (19:107:1 - 19:107:43)

¡Alabad a Jehovah, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!

Díganlo los redimidos de Jehovah, los que ha redimido del poder del enemigo

y los que ha congregado de las tierras del oriente y del occidente, del norte y del sur.

Perdidos anduvieron por el desierto, en el sequedal; no hallaron camino hacia una ciudad habitada.

Estaban hambrientos y sedientos; sus almas desfallecían en ellos.

Pero cuando en su angustia clamaron a Jehovah, él los libró de sus aflicciones.

Los dirigió por camino derecho, para que fuesen a una ciudad en que habitar.

¡Den gracias a Jehovah por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos del hombre!

Porque él sacia al alma sedienta y llena de bien al alma hambrienta.

Habitaban en tinieblas y en densa oscuridad, aprisionados en la miseria y en cadenas de hierro,

porque fueron rebeldes a las palabras de Jehovah y aborrecieron el consejo del Altísimo.

Por eso sometió sus corazones con dura labor; cayeron, y no hubo quien les ayudase.

Pero cuando en su angustia clamaron a Jehovah, él los libró de sus aflicciones.

Los sacó de las tinieblas, de la densa oscuridad, y rompió sus cadenas.

¡Den gracias a Jehovah por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos del hombre!

Porque rompió las puertas de bronce y desmenuzó los cerrojos de hierro.

Fueron afligidos los insensatos, a causa de su camino rebelde y a causa de sus maldades.

Sus almas abominaron toda comida, y llegaron hasta las puertas de la muerte.

Pero cuando en su angustia clamaron a Jehovah, él los libró de sus aflicciones.

Envió su palabra y los sanó; los libró de su ruina.

¡Den gracias a Jehovah por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos del hombre!

Ofrezcan sacrificios de acción de gracias y proclamen sus obras con júbilo.

Los que descienden al mar en los barcos y hacen negocios en los océanos,

ellos han visto las obras de Jehovah, y sus maravillas en lo profundo del mar.

El habló y desató el viento de la tempestad, e hizo que se elevaran sus olas.

Subieron los cielos, descendieron los abismos; sus almas se derretían con el daño.

Se tambalearon y temblaron como un borracho, y toda su sabiduría se echó a perder.

Pero cuando en su angustia clamaron a Jehovah, él los libró de sus aflicciones.

El trae calma a la tempestad, y se apaciguan sus olas.

Entonces se alegran porque ellas se aquietan, y él los guía al puerto que desean.

¡Den gracias a Jehovah por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos del hombre!

Exáltenlo en la congregación del pueblo, y alábenlo en la reunión de los ancianos.

El convierte los ríos en desierto y las fuentes de aguas en tierra sedienta.

Convierte las tierras fértiles en salobres por la maldad de los que las habitan.

Convierte el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales.

Allí establece a los hambrientos y fundan una ciudad en que habitar.

Siembran campos, plantan viñas y logran abundante fruto.

Los bendice, y se multiplican en gran manera; y no deja que disminuya su ganado.

Cuando son reducidos en número y menoscabados a causa de la opresión, de la calamidad y de la congoja,

derrama menosprecio sobre los príncipes, y les hace andar errantes, vagabundos, sin camino.

Y levanta de la miseria al necesitado y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.

Véanlo los rectos y alégrense; pero toda maldad cierre la boca.

Quien sea sabio y guarde estas cosas entenderá los hechos misericordiosos de Jehovah.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


Petición de ayuda contra el enemigo. Cántico. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Petición de ayuda contra el enemigo. Cántico. Salmo de David. (19:108:1 - 19:108:13)

(Cántico. Salmo de David) Mi corazón está firme, oh Dios; cantaré y entonaré salmos, aun con mi alma.

¡Despertad, oh arpa y lira! Despertaré al alba.

Te alabaré entre los pueblos, oh Jehovah; a ti cantaré salmos entre las naciones.

Porque grande, más que los cielos, es tu misericordia; y hasta las nubes, tu verdad.

¡Seas exaltado sobre los cielos, oh Dios; y sobre toda la tierra, tu gloria!

Salva con tu diestra y respóndenos, de modo que sean librados tus amados.

Dios ha hablado en su santuario: “¡Cómo me regocijo! Repartiré Siquem y mediré el valle de Sucot.

Mío es Galaad, y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro.

Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias, y sobre Filistea lanzaré mi grito de victoria.”

¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom?

¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos?

Danos socorro ante el enemigo, pues vana es la liberación que da el hombre.

Con Dios haremos proezas, y él aplastará a nuestros enemigos.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


Clamor de venganza. Al músico principal. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Clamor de venganza. Al músico principal. Salmo de David. (19:109:1 - 19:109:31)

(Al músico principal. Salmo de David) Oh Dios de mi alabanza, no guardes silencio,

pues la boca del impío y la del engañador se han abierto contra mí; han hablado contra mí con lengua engañosa.

Con palabras de odio me han rodeado; sin causa han luchado contra mí.

En pago de mi amor me han acusado, aunque yo oraba.

Me han devuelto mal por bien, y odio por amor.

Levanta contra él a un impío, y un acusador esté a su mano derecha.

Cuando sea juzgado, que resulte culpable, y que su oración sea tenida por pecado.

Sean pocos sus días, y tome otro su oficio.

Queden huérfanos sus hijos, y su mujer quede viuda.

Anden sus hijos vagabundos y mendigando; procuren su pan lejos de sus casas arruinadas.

Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, y extraños saqueen el fruto de su trabajo.

No tenga quien le haga misericordia, ni haya quien se compadezca de sus huérfanos.

Su posteridad sea destruida; en la segunda generación sea borrado su nombre.

Sea recordada ante Jehovah la maldad de sus padres; no sea borrado el pecado de su madre.

Estén siempre delante de Jehovah, y elimine él de la tierra la memoria de ellos.

Porque no se acordó de mostrar misericordia, y persiguió al hombre pobre, necesitado y quebrantado de corazón, hasta matarlo.

Amó la maldición; ¡que ésta le venga! No quiso la bendición; ¡que se aleje de él!

Vístase de maldición como de su manto, y entre ella como agua en sus entrañas y como aceite en sus huesos.

Séale como vestido que lo cubra, y como cinturón que siempre lo ciña.

Este sea el pago de parte de Jehovah para con los que me acusan, para los que hablan mal contra mi vida.

Pero tú, oh Jehovah el Señor, favoréceme, por amor de tu nombre; líbrame, porque buena es tu misericordia.

Yo soy pobre y necesitado, y mi corazón está herido dentro de mí.

Voy como la sombra cuando se extiende; soy sacudido como la langosta.

Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne está desfallecida por falta de alimento.

Fui para ellos objeto de oprobio; me miraban y movían la cabeza.

Ayúdame, oh Jehovah, Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.

Entiendan que ésta es tu mano, y que tú, oh Jehovah, has hecho esto.

Que maldigan ellos, pero bendice tú; que se levanten, pero sean avergonzados. Y que tu siervo se regocije.

Sean vestidos de ignominia los que me calumnian, y vístanse con su vergüenza como de manto.

Agradeceré a Jehovah en gran manera con mi boca; en medio de muchos le alabaré.

Porque él se pondrá a la derecha del necesitado, para salvar su vida de los que le juzgan.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook


Jehová da dominio al rey. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Jehová da dominio al rey. Salmo de David. (19:110:1 - 19:110:7)

(Salmo de David) Jehovah dijo a mi señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies.”

Jehovah enviará desde Sion el cetro de tu poder; domina en medio de tus enemigos.

En el día de tu poder, tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en la hermosura de la santidad. Desde el nacimiento de la aurora, tú tienes el rocío de la juventud.

Jehovah juró y no se retractará: “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.”

El Señor está a tu mano derecha; aplastará a los reyes en el día de su ira.

Juzgará entre las naciones; las llenará de cadáveres. Aplastará a los jefes sobre la extensa tierra.

Beberá del arroyo en el camino, por lo cual levantará su cabeza.

Poner en mi Poner en mi Facebookacebook