Libros Poéticos y Sapienciales

Dios, satisfacción del alma. Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Dios, satisfacción del alma. Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá. (19:63:1 - 19:63:11)

(Salmo de David, compuesto cuando estaba en el desierto de Judá) ¡Oh Dios, tú eres mi Dios! Con diligencia te he buscado; mi alma tiene sed de ti. Mi cuerpo te anhela en tierra árida y sedienta, carente de agua.

Te he contemplado en el santuario, para admirar tu poder y tu gloria.

Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.

Por eso te bendeciré en mi vida, y en tu nombre alzaré mis manos.

Como de sebo y de gordura se saciará mi alma; mi boca te alabará con labios de júbilo.

Cuando en mi cama me acuerdo de ti, medito en ti en las vigilias de la noche.

Porque tú eres mi socorro, bajo la sombra de tus alas cantaré de gozo.

Mi vida está apegada a ti; tu mano derecha me sostiene.

Los que buscan mi alma para destruirla caerán en las profundidades de la tierra.

Los destruirán a filo de espada, y serán la porción de las zorras.

Pero el rey se alegrará en Dios. Será alabado cualquiera que jura por él, pero será cerrada la boca de los que hablan mentira.

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Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos. Al músico principal. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos. Al músico principal. Salmo de David. (19:64:1 - 19:64:10)

(Al músico principal. Salmo de David) Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo al enemigo.

Escóndeme del consejo secreto de los malhechores, del tumulto de los que obran iniquidad.

Ellos afilan sus lenguas como espadas, y disponen palabras amargas como flechas,

para tirarlas a escondidas contra el inocente. De repente tiran contra él, y no temen.

Se alientan unos a otros en perverso designio, y planean esconder trampas. Dicen: “¿Quién nos ha de ver?”

Traman maldad, hacen un minucioso complot, hasta el íntimo pensamiento de cada uno de ellos y lo profundo del corazón.

Pero Dios los herirá con sus propias flechas. De repente les sobrevendrán sus heridas.

Los hará caer por sus propias lenguas; todos los que los vean moverán la cabeza.

Todos los hombres temerán; anunciarán la obra de Dios y entenderán sus hechos.

El justo se alegrará en Jehovah y confiará en él. Se gloriarán todos los rectos de corazón.

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La generosidad de Dios en la naturaleza. Al músico principal. Salmo. Cántico de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > La generosidad de Dios en la naturaleza. Al músico principal. Salmo. Cántico de David. (19:65:1 - 19:65:13)

(Al músico principal. Salmo. Cántico de David) En Sion, oh Dios, te corresponde la alabanza; a ti serán pagados los votos.

Tú oyes la oración; a ti acudirá todo ser.

Las palabras de iniquidad prevalecen contra mí, pero tú perdonarás nuestras rebeliones.

Bienaventurado el hombre que tú escoges y haces que se acerque a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.

Con hechos tremendos nos responderás en justicia, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra y de todos los mares más distantes.

Tú eres el que afirmas las montañas con poder, ceñido de poderío.

Tú eres el que sosiegas el estruendo de los mares, el estruendo de las olas y el tumulto de los pueblos.

Por eso los habitantes de los confines de la tierra tienen temor de tus maravillas. Tú haces cantar de júbilo a las salidas de la mañana y de la noche.

Visitas la tierra y la riegas; en gran manera la enriqueces. El río de Dios está lleno de aguas. Produces los trigales, porque así lo has preparado.

Haces que se empapen sus surcos y allanas sus crestas. Disuelves los terrones con aguaceros y bendices sus brotes.

Coronas el año con tus bondades, y tus recorridos fluyen abundancia.

Los pastizales del desierto fluyen abundancia, y las colinas se ciñen de alegría.

Los prados se visten de rebaños y los valles se cubren de grano. Gritan de júbilo y cantan.

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Alabanza por los hechos poderosos de Dios. Al músico principal. Cántico. Salmo.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Alabanza por los hechos poderosos de Dios. Al músico principal. Cántico. Salmo. (19:66:1 - 19:66:20)

(Al músico principal. Cántico y salmo) ¡Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra!

Cantad a la gloria de su nombre; dadle la gloria en la alabanza.

Decid a Dios: “¡Cuán admirables son tus obras! Por tu gran poder se someterán a ti tus enemigos.

¡Toda la tierra te adorará y cantará a ti! ¡Cantarán a tu nombre!” (Selah)

Venid y ved los actos de Dios, admirable en sus hechos para con los hijos del hombre.

El convirtió el mar en tierra seca, y por el río pasaron a pie. ¡Regocijémonos en él!

Se enseñorea con su poder para siempre; sus ojos observan a las naciones para que los rebeldes no se enaltezcan contra él. (Selah)

¡Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios! Haced que se escuche la voz de su alabanza.

El es quien preservó la vida a nuestra alma y no permitió que resbalasen nuestros pies.

Tú nos has probado, oh Dios; nos has purificado como se prueba la plata.

Nos metiste en la red, y pusiste apretura sobre nuestros lomos.

Hiciste que los hombres cabalgaran encima de nuestras cabezas. Pasamos por el fuego y por el agua, pero luego nos sacaste a abundancia.

Entraré en tu templo con holocaustos; te pagaré mis votos

que pronunciaron mis labios y que mi boca prometió cuando yo estaba angustiado.

Te ofreceré holocaustos de animales engordados, con incienso de carneros. Sacrificaré toros y machos cabríos. (Selah)

Venid; oíd, todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho por mi vida.

A él invoqué con mi boca y con mi lengua lo ensalcé.

Si en mi corazón yo hubiese consentido la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.

¡Pero de veras Dios me ha escuchado! El atendió a la voz de mi oración.

¡Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración ni de mí su misericordia!

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Exhortación a las naciones, para que alaben a Dios. Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Exhortación a las naciones, para que alaben a Dios. Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico. (19:67:1 - 19:67:7)

(Al músico principal. Con Neguinot. Salmo y cántico) Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga. Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; (Selah)

para que sea reconocido en la tierra tu camino, y en todas las naciones tu salvación.

¡Los pueblos te alaben, oh Dios! ¡Todos los pueblos te alaben!

Alégrense y gócense las naciones, porque tú juzgarás a los pueblos con equidad y guiarás a las naciones de la tierra. (Selah)

¡Los pueblos te alaben, oh Dios! ¡Todos los pueblos te alaben!

La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

Dios nos bendiga, y témanlo todos los confines de la tierra.

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