Libros Poéticos y Sapienciales

Oración pidiendo misericordia en tiempo de prueba. Al músico principal; en Neginot, sobre Seminit. Salmo de David.

Imagen Oración pidiendo misericordia en tiempo de prueba. Al músico principal; en Neginot, sobre Seminit. Salmo de David. 1

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Oración pidiendo misericordia en tiempo de prueba. Al músico principal; en Neginot, sobre Seminit. Salmo de David. (19:6:1 - 19:6:10)

(Al músico principal. Con Neguinot. Sobre Seminit. Salmo de David) Oh Jehovah, no me reprendas en tu furor, ni me castigues con tu ira.

Ten misericordia de mí, oh Jehovah, porque desfallezco. Sáname, oh Jehovah, porque mis huesos están abatidos.

También mi alma está muy turbada; y tú, oh Jehovah, ¿hasta cuándo?

Vuelve, oh Jehovah; libra mi alma. Sálvame por tu misericordia,

porque en la muerte no hay memoria de ti; ¿quién te alabará en el Seol?

Me he agotado de tanto gemir. Toda la noche inundo mi cama y con mis lágrimas empapo mi lecho.

Mis ojos están debilitados por el pesar; se han envejecido a causa de todos mis adversarios.

Apartaos de mí, todos los que obráis iniquidad, porque Jehovah ha oído la voz de mi llanto.

¡Jehovah ha escuchado mi ruego! ¡Jehovah ha aceptado mi oración!

Todos mis enemigos se avergonzarán y se aterrarán. Retrocederán y de repente serán avergonzados.

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Plegaria pidiendo vindicación. Sigaión de David, que cantó a Jehová acerca de las palabras de Cus hijo de Benjamín.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Plegaria pidiendo vindicación. Sigaión de David, que cantó a Jehová acerca de las palabras de Cus hijo de Benjamín. (19:7:1 - 19:7:17)

(Sigayón de David, que cantó a Jehovah con respecto a las palabras de Cus el benjaminita) Oh Jehovah, Dios mío, en ti me he refugiado. Sálvame de todos los que me persiguen y líbrame.

No sea que arrebaten mi alma como el león que despedaza, sin que haya quien libre.

Oh Jehovah, Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad,

si recompensé mal al que estaba en paz conmigo, si despojé sin razón a mi adversario,

entonces persiga el enemigo a mi alma, y que la alcance; pise en tierra mi vida, y mi honor eche por tierra. (Selah)

¡Levántate, oh Jehovah, con tu furor! Alzate contra la ira de mis angustiadores, y despierta el juicio que has ordenado para mí.

Entonces te rodeará la congregación de los pueblos, y hacia ella vuélvete en lo alto.

Jehovah juzgará a los pueblos; júzgame, oh Jehovah, de acuerdo con mi justicia y mi integridad.

Acábese ya la maldad de los impíos, y establece al justo; pues el Dios justo pone a prueba los corazones y las conciencias.

Mi escudo está en Dios, quien salva a los de recto corazón.

Dios es el que juzga al justo; es un Dios que emite sentencia cada día.

Si el impío no se arrepiente, afilará su espada; ha dispuesto su arco y lo ha preparado.

También ha alistado para sí armas de muerte y ha hecho incendiarias sus flechas.

He aquí que gesta maldad, concibe afanes y da a luz mentira.

Cava un pozo y lo ahonda; pero en la fosa que hace caerá.

Su afán se volverá contra su propia cabeza; y la violencia que ha practicado recaerá sobre su coronilla.

Pero yo alabaré a Jehovah por su justicia, y cantaré al nombre de Jehovah el Altísimo.

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La gloria de Dios y la honra del hombre. Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > La gloria de Dios y la honra del hombre. Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David. (19:8:1 - 19:8:9)

(Al músico principal. Sobre Guitit. Salmo de David) Oh Jehovah, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos.

De la boca de los pequeños y de los que todavía maman has establecido la alabanza frente a tus adversarios, para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has formado,

digo: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; y el hijo de hombre, para que lo visites?

Lo has hecho un poco menor que los ángeles y le has coronado de gloria y de honra.

Le has hecho señorear sobre las obras de tus manos; todo lo has puesto debajo de sus pies:

ovejas y vacas, todo ello, y también los animales del campo,

las aves de los cielos y los peces del mar: todo cuanto pasa por los senderos del mar.

Oh Jehovah, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

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Acción de gracias por la justicia de Dios. Al músico principal; sobre Mut-labén. Salmo de David.

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Acción de gracias por la justicia de Dios. Al músico principal; sobre Mut-labén. Salmo de David. (19:9:1 - 19:9:20)

(Al músico principal. Sobre Mut-laben. Salmo de David) Te alabaré, oh Jehovah, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.

Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

Cuando mis enemigos volvieron atrás, cayeron y perecieron ante ti.

Porque has defendido mi juicio y mi causa; te has sentado en el trono del Juez de justicia:

Reprendiste a las naciones; destruiste a los impíos; el nombre de ellos has borrado para siempre.

El enemigo ha sucumbido para siempre; sus ciudades has destruido; con ellas pereció su recuerdo.

Pero Jehovah permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.

El juzgará al mundo con justicia; hará juicio a los pueblos con rectitud.

Jehovah será un alto refugio para el oprimido, un refugio en los tiempos de angustia.

En ti confiarán los que conocen tu nombre; pues tú, oh Jehovah, no abandonaste a los que te buscaron.

Cantad a Jehovah, que habita en Sion; contad en los pueblos sus hechos.

Porque el Vengador de la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.

Ten compasión de mí, oh Jehovah. Mira la aflicción que me han causado los que me aborrecen; tú, que me levantas de las puertas de la muerte,

para que cuente todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion y me goce en tu salvación.

Las naciones se hundieron en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.

Jehovah se dio a conocer por el juicio que hizo; los impíos fueron atrapados en la obra de sus propias manos. (Higayón, Selah)

Los impíos serán trasladados al Seol, todas las naciones que se olvidan de Dios.

Porque el necesitado no será olvidado para siempre, ni la esperanza de los pobres perecerá eternamente.

¡Levántate, oh Jehovah! ¡Que no prevalezca el hombre! Sean juzgadas las naciones delante de ti.

Infúndeles pánico. Que sepan las naciones que no son más que hombres. (Selah)

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Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Poéticos y Sapienciales > Salmos > Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados (19:10:1 - 19:10:18)

Oh Jehovah, ¿por qué te mantienes lejos, y te escondes en los tiempos de angustia?

Con arrogancia el impío persigue al pobre. ¡Sean atrapados en los artificios que han maquinado!

Porque el impío se gloría del apetito de su alma y el codicioso maldice y desprecia a Jehovah.

El impío, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no está Dios en ninguno de sus pensamientos.

En todo tiempo son torcidos sus caminos; tus juicios están muy por encima de su vista, y a todos sus adversarios desprecia.

Dice en su corazón: “No seré movido; de generación en generación nunca estaré en infortunio.”

Su boca está llena de maldición, engaño y fraude; debajo de su lengua hay vejación e iniquidad.

Pone emboscadas a las aldeas; en los escondrijos mata a los inocentes; sus ojos vigilan a los desdichados.

Acecha desde un escondite, como el león desde la espesura. Acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre atrayéndolo a su red.

Se agacha, lo aplasta; y en sus fuertes garras caen los desdichados.

Dice en su corazón: “Dios se ha olvidado. Ha ocultado su rostro; nunca lo verá.”

¡Levántate, oh Jehovah Dios; alza tu mano! No te olvides de los pobres.

¿Por qué desprecia el impío a Dios? En su corazón piensa que tú no lo llamarás a cuenta.

Ciertamente tú ves la vejación y la provocación; las miras para dar la recompensa. A tus manos se acoge el desdichado; tú eres el amparo del huérfano.

Quebranta el brazo del impío y del malo; castígalos por su perversidad, hasta que desistan de ella.

¡Jehovah es Rey para siempre! De su tierra desaparecerán las naciones.

El deseo de los humildes escuchas, oh Jehovah; tú dispones sus corazones y tienes atento tu oído,

para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que el hombre de la tierra no vuelva más a hacer violencia.

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