Los talentos, medida de la antigüedad, son ahora interpretados como cantidad de dinero. Como en nuestra cultura no tenemos esta medida, algunos equiparan al talento con unos mil dólares.
La parábola de los talentos sorprende por varios motivos: no solo por la mención que Jesús hace de la entidad bancaria – existente por lo visto ya en su tiempo – también porque el patrón acepta el interés bancario como una forma de hacer rendir el dinero recibido y sobte todo, porque pone en manifiesto el interés de Jesucristo por el crecimiento integral de las personas.
Con el correr del tiempo fueron apareciendo distintas aplicaciones de esta parábola a la vida cotidiana, generalmente relacionadas con la necesidad de hacer crecer y fructificar los dones recibidos de Dios.
Primero, San Pablo parafrasea la parábola escribiendo: “Todos tenemos aptitudes diferentes” y enumera numerosos dones otorgados por Dios dentro de cada comunidad.(1) Hoy Jesus nos hablaría de otros dones que recibimos de Dios como inteligencia, imaginación, voluntad, sensibilidad, amor, distintos tipos de habilidades…(3) Algunos tienen gran influencia sobre los demás, otros son muy serviciales, otros, en cambio, son capaces de entregarse con heroísmo al cuidado de personas enfermas, los hay con una profesión, con un trabajo, con estudios, con una responsabilidad concreta en la sociedad…
Hasta en la familia y en la escuela se llegó a aceptar que los niños y adolescentes no son depósitos vacíos para llenarlos de conocimientos, sino que tienen todos, como semillas de futuros valores, a los que es necesario darles un ámbito propicio para su desarrollo.
Mas tarde, en la vida adulta, cada uno está llamado a desarrollar los dones que Dios le dio. Esto significa no quedarse con los brazos cruzados, prefiriendo la mediocridad a la perfección, según nos dijo Jesús: “Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.(2) Significa no dormirse en los laureles ni dejarse llevar displicentemente por la vida. Sería lo mismo que enterrar al pie del árbol el talento recibido. Mas bien, hacer crecer lo que cada uno ha recibido. Un trabajo que supone tener confianza en si mismo y también tener confianza en los demás, sabiendo que todos tenemos algún valor – a veces muy escondido – para desarrollar.
Desarrollar los dones o talentos recibidos tiene como dos aplicaciones: la primera es la de hacerlos rendir para uno mismo y la segunda y más perfecta es – teniendo en cuenta el mandamiento más importante de “amar al prójimo como a sí mismo” (3) – hacerlos rendir en beneficio de los demás, siguiendo la máxima conocida: No te fijes en lo que los demás pueden hacer por vos, sino en lo que vos podés hacer por los demás.
El sentido de la parábola pues, parece ser que Dios nos enriquece con múltiples dones para que nosotros los acrecentemos, llevemos a su término la creación por El comenzada, y podamos decirle al final de la vida: Esto es lo que me has dado y esto es todo lo que hice con tus dones, para hacer más llevadera la vida de mis hermanos” Es seguro que El nos dirá: “Entra a participar del gozo de tu Señor”.
Mauricio G.
Hola, busque esta parábola porque pensé que me ayudaría a aclarar algunas dudas, sin embargo todavía las tengo y me gustaría que me ayuden a aclararlas.
Soy un «talented artist», siempre he destacado en la pintura, dibujo y escultura y tengo una gran imaginación. El arte siempre ha sido un elemento presente en mi vida y me considero una persona esencialmente artística. Varias personas que me conocen y han visto mis obras me han dicho que podría ser una gran artista o arquitecta (porque tengo excelente sentido de proporcionalidad, colores, y ubicación de los elementos en el espacio, entre otras cosas).
Desde que era pequeña había pensado en ser artista o arquitecta, pero ahora no estoy muy segura de ello. Me gusta bastante la tecnología y las ciencias y tengo buenas habilidades para las matemáticas, por lo que podría ser una buena ingeniera. Haciendo un pregrado en ingeniería mecánica y haciendo un postgrado de industrial design engineering podría combinar mi gusto por la tecnología con mi gusto por el arte y explotar mi imaginación; podría hacer cualquier cosa desde robots hasta naves con paneles solares y purificadores de aire, con lo que podría ayudar a reducir el impacto del calentamiento global y mejorar la calidad de vida de las personas, y también podría encargarme de la parte estética de esos inventos. Esto suena fabuloso y a primera instancia parece ser lo ideal para mí. Pero hacer eso implicaría no hacer nada de arte por lo menos durante 5 años (la duración del pregrado en ingeniera mecánica) y no estoy muy segura de poder vivir feliz sin nada de arte por tanto tiempo. Ya estoy en el primer ciclo de estudios generales ciencias en la Pontificia Universidad Católica del Perú, y estoy bien en mis estudios, pero el tiempo solo me alcanza para dedicarme completamente a los estudios y a veces me dan muchas ganas de hacer arte, por lo que a veces encuentro difícil concentrarme y tengo una mezcolanza de sentimientos. Tengo la certeza de que esta situación se repetirá durante los siguientes ciclos e incluso durante las vacaciones ya que si quiero ser una muy buena ingeniera tendré que dejar de lado el arte durante ese tiempo también. El hecho de no hacer arte por tanto tiempo no solo implica que seré propensa a distraerme sino que tampoco podre potenciar mi talento artístico; si bien el talento nunca se va a ir por completo, debo trabajarlo, practicar y aprender nuevas técnicas para mejorarlo y no voy a poder hacer eso mientras estudie ingeniería.
¿Si tengo un talento artístico debería trabajarlo no? La parábola misma lo dice; los que tienen talentos tienen la obligación de potenciarlo. Además, no todos tienen talentos de ese tipo. Tengo la certeza de que si fuese artista o arquitecta sería muy buena, lo presiento, estoy tan segura de ello como lo estuve de ingresar a la PUCP. Si me dedicara solo al arte y/o la arquitectura podría alcanzar la fama a nivel mundial, pero no podría hacer mucho con respecto al calentamiento global o la calidad de vida de las personas etc. Los beneficios que obtendría serian más que nada personales; solo satisfacería mis ganas de hacer arte y alcanzar la perfección **en ese campo, por lo que sería un poco egoísta.
Pero si Dios me dio la inteligencia para ser una ingeniera y me dio los recursos económicos para estudiar eso en una buena universidad ¿entonces no estaría en la obligación de hacer eso también?
Me encantaría ser artista, arquitecta e ingeniera, pero no sé si pueda por las razones antes mencionadas y porque eso supondría pasarme casi toda la vida estudiando y no ejerciendo mi profesión. Además, la vida no se trata solo de estudiar sino también de reforzar las relaciones con la familia y los amigos. Si hubiera nacido en el tiempo de los hombres renacentistas estaría bien, porque la cantidad de conocimientos a la que los hombres tenían acceso era poca a comparación de la de ahora, pero ese no es el caso, el caso es que vivo en una época donde la información es el motor de la sociedad y por eso mismo las personas tienen que ser mas especializadas; el “jack of all trades” ya esta extinto o en vías de extinción.
Lo que quiero hacer es inventar y explotar mi imaginación, pero no estoy segura que camino tomar. Uno de los caminos explota mi talento artístico al maximo mientras que el otro mezcla parte de mi talento artístico con mi habilidad por la matemática e interés por la tecnología. Cada uno de los caminos significa una vida totalmente distinta.
Esto me causa un gran conflicto emocional y es el principal tema de mis reflexiones diarias. Se que es una decision totalmente personal, pero agradeceria que me aconsejen.
Saludos
Paola R.
**comprendo que las obras artísticas no pueden ser PERFECTAS, por lo menos no para todos; cuando utilizo la palabra “perfeccion” aquí, me refiero a que las obras satisfagan todas mis expectativas .
Dios los bendiga a todos los que escriben estos comentarios, todas las ideas son buenas, pero lo importante es lo que cada persona crea en su corazon .
la palabra de Dios es clara.y hay que obedecerla que es lo que nuestro Padre (Dios) le agrada SI RECIBISTES A DIOS EN TU CORAZON QUE BUENO, TE ANIMO A QUE BUSQUES MAS DE EL Y NO TE APARTES DE SU CAMINO XQ AFUERA DE ESTE CAMINO LO Q HAY ES MUERTE ETERNA.
Y SI NO LO HAS RECIBIDO TE INVITO A QUE LE ACEPTES Y LO DEJES ENTRAR EN TU VIDA PARA QUE REINE EL Y TE DE LA SALVACION DE TU ALMA, FEIZ NOCHE DIOS LES GUARDE
OBEDECER LA PALABRA ES LO QUE A DIOS LE AGRADA
weno es loemda aparte me aiiuda kleta en la tarea sjakjak
Procura hacer una crítica más constructiva, haciendo referencia a tus conocimientos teológicos. Gracias.
El amor te lleva al perfeccionamiento constante, porque el amor pretende dar lo mejor, y como no somos perfectos tendemos a incrementar las capacidades desarrolladas en parte, para dar mejor.
De todas maneras, el amor es mayor que las ganas de estudiar de Dios. Porque Amarás al Señor sobre todas las cosas, y amarás a tu prójimo tanto como a ti mismo.
Qué bien lo tuyo, lástima algunos errores ortográficos. Me iluminaste un poco más.
Para Sergio: por casualidad he entrado a esta pagina , no soy practicante pero cierta vez en una reunion en casa de amigos q si lo son , leyeron este pasaje me quedo gravado pero nunca lo supe interpretar pues repito que no soy practicante, me puse a buscarlo por internet pues es algo que me perseguia parecia que estas palabras tubieran especial significado en mi , he leido casi todos los comentarios y creeme que el tuyo me a dado la luz,ciertamante es el significado mas logico. ahora solo tengo que buscar porque me siento tan relacionada a estas palabras. un saludo
ES una regla de proporcionalidad directa: Al que tiene el deseo de aprender, se le dan mas deseos, y al que no tiene, pues se le quita hasta lo poco que tiene. Mi comentario de fecha 16 de Noviembre 2008
LOS TALENTOS
Mateo 25 – 25 a 30
Los talentos, medida de la antigüedad, son ahora interpretados como cantidad de dinero. Como en nuestra cultura no tenemos esta medida, algunos equiparan al talento con unos mil dólares.
La parábola de los talentos sorprende por varios motivos: no solo por la mención que Jesús hace de la entidad bancaria – existente por lo visto ya en su tiempo – también porque el patrón acepta el interés bancario como una forma de hacer rendir el dinero recibido y sobte todo, porque pone en manifiesto el interés de Jesucristo por el crecimiento integral de las personas.
Con el correr del tiempo fueron apareciendo distintas aplicaciones de esta parábola a la vida cotidiana, generalmente relacionadas con la necesidad de hacer crecer y fructificar los dones recibidos de Dios.
Primero, San Pablo parafrasea la parábola escribiendo: “Todos tenemos aptitudes diferentes” y enumera numerosos dones otorgados por Dios dentro de cada comunidad.(1) Hoy Jesus nos hablaría de otros dones que recibimos de Dios como inteligencia, imaginación, voluntad, sensibilidad, amor, distintos tipos de habilidades…(3) Algunos tienen gran influencia sobre los demás, otros son muy serviciales, otros, en cambio, son capaces de entregarse con heroísmo al cuidado de personas enfermas, los hay con una profesión, con un trabajo, con estudios, con una responsabilidad concreta en la sociedad…
Hasta en la familia y en la escuela se llegó a aceptar que los niños y adolescentes no son depósitos vacíos para llenarlos de conocimientos, sino que tienen todos, como semillas de futuros valores, a los que es necesario darles un ámbito propicio para su desarrollo.
Mas tarde, en la vida adulta, cada uno está llamado a desarrollar los dones que Dios le dio. Esto significa no quedarse con los brazos cruzados, prefiriendo la mediocridad a la perfección, según nos dijo Jesús: “Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.(2) Significa no dormirse en los laureles ni dejarse llevar displicentemente por la vida. Sería lo mismo que enterrar al pie del árbol el talento recibido. Mas bien, hacer crecer lo que cada uno ha recibido. Un trabajo que supone tener confianza en si mismo y también tener confianza en los demás, sabiendo que todos tenemos algún valor – a veces muy escondido – para desarrollar.
Desarrollar los dones o talentos recibidos tiene como dos aplicaciones: la primera es la de hacerlos rendir para uno mismo y la segunda y más perfecta es – teniendo en cuenta el mandamiento más importante de “amar al prójimo como a sí mismo” (3) – hacerlos rendir en beneficio de los demás, siguiendo la máxima conocida: No te fijes en lo que los demás pueden hacer por vos, sino en lo que vos podés hacer por los demás.
El sentido de la parábola pues, parece ser que Dios nos enriquece con múltiples dones para que nosotros los acrecentemos, llevemos a su término la creación por El comenzada, y podamos decirle al final de la vida: Esto es lo que me has dado y esto es todo lo que hice con tus dones, para hacer más llevadera la vida de mis hermanos” Es seguro que El nos dirá: “Entra a participar del gozo de tu Señor”.
Mauricio G.
Soy un «talented artist», siempre he destacado en la pintura, dibujo y escultura y tengo una gran imaginación. El arte siempre ha sido un elemento presente en mi vida y me considero una persona esencialmente artística. Varias personas que me conocen y han visto mis obras me han dicho que podría ser una gran artista o arquitecta (porque tengo excelente sentido de proporcionalidad, colores, y ubicación de los elementos en el espacio, entre otras cosas).
Desde que era pequeña había pensado en ser artista o arquitecta, pero ahora no estoy muy segura de ello. Me gusta bastante la tecnología y las ciencias y tengo buenas habilidades para las matemáticas, por lo que podría ser una buena ingeniera. Haciendo un pregrado en ingeniería mecánica y haciendo un postgrado de industrial design engineering podría combinar mi gusto por la tecnología con mi gusto por el arte y explotar mi imaginación; podría hacer cualquier cosa desde robots hasta naves con paneles solares y purificadores de aire, con lo que podría ayudar a reducir el impacto del calentamiento global y mejorar la calidad de vida de las personas, y también podría encargarme de la parte estética de esos inventos. Esto suena fabuloso y a primera instancia parece ser lo ideal para mí. Pero hacer eso implicaría no hacer nada de arte por lo menos durante 5 años (la duración del pregrado en ingeniera mecánica) y no estoy muy segura de poder vivir feliz sin nada de arte por tanto tiempo. Ya estoy en el primer ciclo de estudios generales ciencias en la Pontificia Universidad Católica del Perú, y estoy bien en mis estudios, pero el tiempo solo me alcanza para dedicarme completamente a los estudios y a veces me dan muchas ganas de hacer arte, por lo que a veces encuentro difícil concentrarme y tengo una mezcolanza de sentimientos. Tengo la certeza de que esta situación se repetirá durante los siguientes ciclos e incluso durante las vacaciones ya que si quiero ser una muy buena ingeniera tendré que dejar de lado el arte durante ese tiempo también. El hecho de no hacer arte por tanto tiempo no solo implica que seré propensa a distraerme sino que tampoco podre potenciar mi talento artístico; si bien el talento nunca se va a ir por completo, debo trabajarlo, practicar y aprender nuevas técnicas para mejorarlo y no voy a poder hacer eso mientras estudie ingeniería.
¿Si tengo un talento artístico debería trabajarlo no? La parábola misma lo dice; los que tienen talentos tienen la obligación de potenciarlo. Además, no todos tienen talentos de ese tipo. Tengo la certeza de que si fuese artista o arquitecta sería muy buena, lo presiento, estoy tan segura de ello como lo estuve de ingresar a la PUCP. Si me dedicara solo al arte y/o la arquitectura podría alcanzar la fama a nivel mundial, pero no podría hacer mucho con respecto al calentamiento global o la calidad de vida de las personas etc. Los beneficios que obtendría serian más que nada personales; solo satisfacería mis ganas de hacer arte y alcanzar la perfección **en ese campo, por lo que sería un poco egoísta.
Pero si Dios me dio la inteligencia para ser una ingeniera y me dio los recursos económicos para estudiar eso en una buena universidad ¿entonces no estaría en la obligación de hacer eso también?
Me encantaría ser artista, arquitecta e ingeniera, pero no sé si pueda por las razones antes mencionadas y porque eso supondría pasarme casi toda la vida estudiando y no ejerciendo mi profesión. Además, la vida no se trata solo de estudiar sino también de reforzar las relaciones con la familia y los amigos. Si hubiera nacido en el tiempo de los hombres renacentistas estaría bien, porque la cantidad de conocimientos a la que los hombres tenían acceso era poca a comparación de la de ahora, pero ese no es el caso, el caso es que vivo en una época donde la información es el motor de la sociedad y por eso mismo las personas tienen que ser mas especializadas; el “jack of all trades” ya esta extinto o en vías de extinción.
Lo que quiero hacer es inventar y explotar mi imaginación, pero no estoy segura que camino tomar. Uno de los caminos explota mi talento artístico al maximo mientras que el otro mezcla parte de mi talento artístico con mi habilidad por la matemática e interés por la tecnología. Cada uno de los caminos significa una vida totalmente distinta.
Esto me causa un gran conflicto emocional y es el principal tema de mis reflexiones diarias. Se que es una decision totalmente personal, pero agradeceria que me aconsejen.
Saludos
Paola R.
**comprendo que las obras artísticas no pueden ser PERFECTAS, por lo menos no para todos; cuando utilizo la palabra “perfeccion” aquí, me refiero a que las obras satisfagan todas mis expectativas .
la palabra de Dios es clara.y hay que obedecerla que es lo que nuestro Padre (Dios) le agrada SI RECIBISTES A DIOS EN TU CORAZON QUE BUENO, TE ANIMO A QUE BUSQUES MAS DE EL Y NO TE APARTES DE SU CAMINO XQ AFUERA DE ESTE CAMINO LO Q HAY ES MUERTE ETERNA.
Y SI NO LO HAS RECIBIDO TE INVITO A QUE LE ACEPTES Y LO DEJES ENTRAR EN TU VIDA PARA QUE REINE EL Y TE DE LA SALVACION DE TU ALMA, FEIZ NOCHE DIOS LES GUARDE
De todas maneras, el amor es mayor que las ganas de estudiar de Dios. Porque Amarás al Señor sobre todas las cosas, y amarás a tu prójimo tanto como a ti mismo.