Oración a fin de ser guardado del mal. Salmo de David.

Salmos 141:1 – Salmos 141:10

(Salmo de David) Oh Jehovah, a ti clamo; acude pronto a mí. Escucha mi voz cuando te invoco.

Sea constante mi oración delante de ti, como el incienso; mis manos alzadas, como el sacrificio del atardecer.

Pon, oh Jehovah, guardia a mi boca; guarda la puerta de mis labios.

No dejes que mi corazón se incline a cosa mala, para hacer obras perversas con los hombres que obran iniquidad. No coma yo de sus manjares.

Que el justo me castigue y me reprenda será un favor. Pero que el aceite del impío no embellezca mi cabeza, pues mi oración será continuamente contra sus maldades.

Sean derribados sus jueces en lugares peñascosos, y oigan mis palabras, que son agradables.

Como cuando se ara y se rompe la tierra, así son esparcidos nuestros huesos en la boca del Seol.

Por eso, oh Señor Jehovah, hacia ti miran mis ojos. En ti me refugio; no expongas mi vida.

Guárdame de los lazos que me han tendido, y de las trampas de los que obran iniquidad.

Caigan juntos los impíos en sus propias redes, mientras yo paso a salvo.

Un comentario

  1. Cuando leo estas palabras que son sentimientos vividos por el salmista, llega a mi mente que aunque estaba rodeado de males siempre positivamente pedía al Señor por bendición y liberación, pues, el mismo Dios en su palabra le dijo a caín si bien haces no serás enaltecido y si no hicieres bien, el pecado esta a la puerta. génesis 4:7. por lo cual tenemos la enseñanza de sobre todas las oraciones, primeramente escudriñarnos y saber que merecemos de nuestro creador.

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