Maldición de la higuera estéril
San Mateo 21:18 – San Mateo 21:22
Volviendo a la ciudad por la mañana, él tuvo hambre.
Al ver una higuera en el camino, fue a ella; pero no encontró nada en ella sino sólo hojas, y le dijo: —Nunca jamás brote fruto de ti. Pronto se secó la higuera,
y los discípulos, al verlo, se maravillaron diciendo: —¿Cómo se secó tan pronto la higuera?
Jesús respondió y les dijo: —De cierto os digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si decís a este monte: «Quítate y arrójate al mar,» así será.
Todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
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