Ezequiel 43:6 – Ezequiel 46:24

Entonces oí a alguien que me hablaba desde el templo, mientras un hombre estaba de pie junto a mí.

Y me dijo: «Oh hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de los hijos de Israel para siempre. Nunca más la casa de Israel, ni ellos ni sus reyes, profanarán mi santo nombre con sus prostituciones ni con los cadáveres de sus reyes, cuando éstos mueran,

poniendo su umbral junto a mi umbral y sus postes junto a mis postes. Pues habiendo tan sólo una pared entre yo y ellos, contaminaron mi santo nombre con las abominaciones que hicieron, por lo cual los consumí en mi furor.

Ahora, que alejen de mí su prostitución y los cadáveres de sus reyes, y yo habitaré en medio de ellos para siempre.

«Y tú, oh hijo de hombre, declara a los de la casa de Israel lo concerniente al templo, y que tomen nota de las dimensiones de su plano, para que se avergüencen de sus pecados.

Y si han sido afrentados por causa de todo lo que han hecho, hazles entender los detalles del templo: su disposición, sus salidas, sus entradas y todos sus detalles. Escribe ante su vista todos sus estatutos, todos sus detalles y todas sus instrucciones, para que guarden todos sus detalles y todos sus estatutos y que los pongan por obra.

Estas son las instrucciones acerca del templo: Sobre la cumbre del monte, toda el área alrededor será santísima. He aquí, éstas son las instrucciones acerca del templo.

«Estas son las medidas del altar en codos (de un codo regular más un palmo menor). Su base será de un codo de alto y de un codo de ancho. La moldura de su borde alrededor será de un palmo. Así será la base del altar.

Desde la base sobre el suelo hasta el zócalo inferior tiene 2 codos, y el ancho es de un codo. Desde el zócalo pequeño hasta el zócalo grande hay 4 codos, y el ancho es de un codo.

El ara es de 4 codos de alto, y sobre el ara hay cuatro cuernos.

El ara tiene 12 codos de largo por 12 codos de ancho. Es un cuadrado con los cuatro lados iguales.

El zócalo grande es de 14 codos de largo por 14 codos de ancho en sus cuatro lados, y su moldura alrededor es de medio codo. La base es de un codo por todos lados, y sus gradas dan al oriente.»

Luego me dijo: «Oh hijo de hombre, así ha dicho el Señor Jehovah, éstos son los estatutos del altar para el día en que sea hecho a fin de ofrecer el holocausto sobre él y esparcir sobre él la sangre.

A los sacerdotes levitas que son de la descendencia de Sadoc, que se acercan a mí para servirme, darás un novillo para el sacrificio por el pecado.

Tomarás parte de su sangre y la pondrás sobre los cuatro cuernos del altar, en las cuatro esquinas del zócalo y alrededor de la moldura. Así lo purificarás del pecado y harás expiación por él.

Tomarás luego el novillo para el sacrificio por el pecado y lo quemarás en un lugar destinado para el uso del templo, fuera del santuario.

«En el segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto como sacrificio por el pecado, y purificarán del pecado el altar como lo purificaron con el novillo.

Cuando acabes de purificarlo, ofrecerás un novillo sin defecto; y del rebaño, un carnero sin defecto.

Los ofrecerás delante de Jehovah. Los sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto a Jehovah.

«Durante siete días ofrecerás un macho cabrío cada día, como sacrificio por el pecado. Asimismo, será sacrificado el novillo; y del rebaño, un carnero sin defecto.

Durante siete días harán expiación por el altar y lo purificarán; así lo consagrarán.

Acabados estos días, a partir del octavo día, los sacerdotes podrán ofrecer sobre el altar vuestros holocaustos y vuestros sacrificios de paz; y me seréis aceptos,» dice el Señor Jehovah.

Luego me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual da al oriente, y estaba cerrada.

Entonces Jehovah me dijo: «Esta puerta ha de permanecer cerrada. No será abierta, ni nadie entrará por ella, porque Jehovah Dios de Israel ha entrado por ella. Por eso permanecerá cerrada.

Pero el gobernante, porque es gobernante, se sentará allí para comer pan en la presencia de Jehovah. Entrará por la vía del vestíbulo de la puerta, y saldrá por la misma vía.»

Luego me llevó por la vía de la puerta del norte, hacia el frente del templo. Entonces miré, y he aquí que la gloria de Jehovah había llenado la casa de Jehovah. Caí postrado sobre mi rostro,

y Jehovah me dijo: «Oh hijo de hombre, fíjate bien; mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todos los estatutos de la casa de Jehovah y sobre todas sus leyes. Fíjate bien en quiénes han de ser admitidos en el templo, y en todos los que han de ser excluidos del santuario.

Dirás a los rebeldes, a la casa de Israel, que así ha dicho el Señor Jehovah: ¡Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel!

Basta de haber traído extranjeros incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y profanar mi templo, ofreciendo mi pan—el sebo y la sangre— e invalidando mi pacto con todas vuestras abominaciones.

No habéis guardado las ordenanzas respecto de mis cosas sagradas, sino que habéis puesto extranjeros para guardar las ordenanzas de mi santuario a vuestro gusto.

Así ha dicho el Señor Jehovah: Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, de todos los extranjeros que están entre los hijos de Israel, entrará en mi santuario.

«Los levitas que se alejaron de mí, mientras Israel anduvo errante lejos de mí, y fueron en pos de sus ídolos, cargarán con su castigo

y estarán en mi santuario como servidores, encargados de las puertas del templo y sirviendo en el templo. Ellos degollarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán de pie delante de los sacerdotes para servirles.

Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de iniquidad para la casa de Israel, por eso he alzado mi mano contra ellos jurando que cargarán con su castigo, dice el Señor Jehovah.

No se acercarán a mí para serme sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas sagradas ni a las muy sagradas, sino que cargarán con su afrenta y con las abominaciones que cometieron.

Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se ha de hacer allí.

«Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Sadoc que cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice el Señor Jehovah.

Ellos sí entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme, y cumplirán con mi ordenanza.

«Sucederá que cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no se cubrirán con tela de lana.

Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus lomos. No se ceñirán nada que les haga sudar.

Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al pueblo.

«No se raparán sus cabezas ni se dejarán crecer el cabello; solamente lo recortarán.

«Ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.

«No tomarán por esposa una viuda, ni una divorciada, sino sólo vírgenes de la descendencia de la casa de Israel, o una viuda que sea viuda de un sacerdote.

«Enseñarán a mi pueblo a discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo impuro y lo puro.

«Ellos estarán para juzgar en los pleitos. Conforme a mis juicios los juzgarán. «Guardarán mis instrucciones y mis estatutos en todas mis festividades, y santificarán mis sábados.

«No entrarán donde haya alguna persona muerta, de modo que se contaminen. Pero se les permite contaminarse por causa de padre, madre, hijo, hija, hermano o hermana que no haya tenido marido.

Pero después de su purificación le contarán siete días.

El día que entre al santuario, al atrio interior, para servir en el santuario, ofrecerá su sacrificio por el pecado, dice el Señor Jehovah.

«Habrá para ellos una heredad: Yo soy su heredad. No les daréis posesión en Israel: Yo soy su posesión.

Comerán de la ofrenda vegetal, del sacrificio por el pecado y del sacrificio por la culpa. Todo lo que sea dedicado en Israel será para ellos.

Para los sacerdotes será lo mejor de todas las primicias de todo, y toda ofrenda alzada de todo lo que se ofrezca de todas vuestras ofrendas. Asimismo, daréis a los sacerdotes las primicias de vuestras masas, para hacer reposar la bendición en vuestras casas.

«Los sacerdotes no comerán ningún animal mortecino ni despedazado, tanto de aves como de cuadrúpedos.

«Cuando repartáis la tierra por sorteo para que se la tome en posesión, apartaréis para Jehovah una parte de la tierra, la cual será considerada santa. Será de 25.000 de largo por 20.000 de ancho. Esta será sagrada en toda su área alrededor.

De esto habrá para el santuario un cuadrado de 500 por 500 y habrá un campo alrededor de 50 codos.

De esta área medirás un área de 25.000 de largo y de 10.000 de ancho, y allí estará el santuario, el lugar santísimo.

Esta será la porción de la tierra consagrada para los sacerdotes que sirven en el santuario, que se acercan para servir a Jehovah. Les será lugar para sus casas y lugar consagrado para el santuario.

Asimismo, habrá un área de 25.000 de largo por 10.000 de ancho para los levitas que sirven en el templo, como posesión para ciudades en que habitar.

«Y para posesión de la ciudad, daréis un área de 5.000 de ancho por 25.000 de largo, junto a lo que se apartó para el santuario. Esto corresponderá a toda la casa de Israel.

«La parte del gobernante estará a un lado y al otro de lo que se apartó para el santuario y de la posesión de la ciudad, a lo largo de lo que se apartó para el santuario y frente a la posesión de la ciudad. Su longitud corresponderá a una de las porciones, desde su extremo occidental hasta el extremo oriental, y desde el límite occidental hasta el límite oriental.

Esta tierra será su posesión en Israel, y mis gobernantes nunca más oprimirán a mi pueblo. «El resto de la tierra lo darán a la casa de Israel según sus tribus.»

Así ha dicho el Señor Jehovah: «¡Basta, oh gobernantes de Israel! Apartad la violencia y la destrucción; actuad según el derecho y la justicia; dejad de expulsar de sus propiedades a mi pueblo, dice el Señor Jehovah.

«Tendréis balanzas justas, efa justo y bato justo.

El efa y el bato tendrán la misma capacidad. Un bato debe contener la décima parte de un homer, y un efa la décima parte del homer. El patrón de medida será el homer.

«El siclo será de 20 geras. Para vosotros 20 siclos más 25 siclos más 15 siclos equivaldrán a una mina.

«Esta será la ofrenda alzada que ofreceréis: la sexta parte de un efa por cada homer de trigo, y la sexta parte de un efa por cada homer de cebada.

«Lo prescrito con respecto al aceite es que ofrezcáis la décima parte de un bato de aceite por cada coro. Un homer equivale a 10 batos (pues diez batos son un homer).

«De un rebaño de 200 corderos, de los bien regados pastos de Israel, se dará uno para ofrenda, para holocausto y para ofrendas de paz, a fin de hacer expiación por ellos, dice el Señor Jehovah.

Todo el pueblo de la tierra en Israel estará obligado a entregar esta ofrenda alzada al gobernante.

Pero el gobernante deberá proveer para el holocausto, la ofrenda vegetal y la libación, en las fiestas, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las festividades de la casa de Israel. El proveerá el holocausto, la ofrenda vegetal y los sacrificios de paz para hacer expiación por la casa de Israel.»

Así ha dicho el Señor Jehovah: «En el primer día del mes primero tomarás un novillo sin defecto, y purificarás el santuario.

El sacerdote tomará parte de la sangre del sacrificio por el pecado y la pondrá sobre los postes del templo, sobre las cuatro esquinas del zócalo del altar y sobre los postes de las puertas del atrio interior.

Lo mismo harás el séptimo día del mes por los que hayan pecado, ya sea por inadvertencia o por ignorancia, y harás expiación por el templo.

«El día 14 del mes primero tendréis la Pascua, fiesta de siete días, y se comerá panes sin levadura.

Aquel día el gobernante proveerá, por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un novillo como ofrenda por el pecado.

En cada uno de los siete días de la fiesta proveerá para holocaustos a Jehovah siete novillos y siete carneros, sin defecto, y un macho cabrío cada día, para sacrificio por el pecado.

Proveerá como ofrenda vegetal un efa por cada novillo; y por cada carnero, también un efa. Y por cada efa, un hin de aceite.

«En el día 15 del mes séptimo, en la fiesta, él proveerá, como en esos siete días, para el sacrificio por el pecado, para el holocausto, para la ofrenda vegetal y para el aceite.»

Así ha dicho el Señor Jehovah: «La puerta del atrio interior que da al oriente estará cerrada los seis días de trabajo. Pero será abierta el día de sábado, y también será abierta el día de luna nueva.

El gobernante entrará desde afuera por el vestíbulo de la puerta y se pondrá de pie junto a los postes de la puerta, mientras los sacerdotes presentan su holocausto y sus sacrificios de paz. Se postrará sobre el umbral de la puerta, y luego saldrá; pero la puerta no será cerrada sino hasta el anochecer.

Asimismo, el pueblo de la tierra se postrará delante de Jehovah a la entrada de la puerta, tanto en los sábados como en las lunas nuevas.

«El holocausto que ofrecerá el gobernante a Jehovah el día de sábado será de seis corderos sin defecto y un carnero sin defecto.

Proveerá como ofrenda vegetal un efa por cada carnero, y por los corderos una ofrenda vegetal que será según su voluntad. Y por cada efa, un hin de aceite.

El día de la luna nueva proveerá un novillo sin defecto, seis corderos y un carnero; deberán ser sin defecto.

Proveerá como ofrenda vegetal un efa por novillo, y otro efa por carnero; pero con los corderos hará conforme a sus posibilidades. Y por cada efa, un hin de aceite.

«Cuando el gobernante entre al templo, lo hará por la vía del vestíbulo de la puerta, y saldrá por la misma vía.

Pero cuando el pueblo de la tierra entre a la presencia de Jehovah en las solemnidades, el que entre a adorar por la puerta del norte saldrá por la puerta del sur, y el que entre por la puerta del sur saldrá por la puerta del norte. No volverá por la puerta por la cual entró, sino que saldrá por la del frente.

Cuando ellos entren, el gobernante entrará en medio de ellos; y cuando salgan, saldrá con ellos.

«En las fiestas y en las solemnidades, la ofrenda vegetal será de un efa por cada novillo, y un efa por cada carnero; pero con los corderos hará según su voluntad. Y por cada efa, un hin de aceite.

«Cuando el gobernante provea para Jehovah una ofrenda voluntaria, un holocausto o sacrificios de paz por su propia voluntad, le abrirán la puerta que da al oriente; y proveerá su holocausto y sus sacrificios de paz, como suele proveer en el día de sábado. Después saldrá; y cuando haya salido, cerrarán la puerta.

«Cada día ofrecerás a Jehovah en holocausto un cordero de un año, sin defecto. Cada mañana lo ofrecerás.

Junto con él ofrecerás cada mañana una ofrenda vegetal de la sexta parte de un efa y de la tercera parte de un hin de aceite, para humedecer la harina fina. Esta ofrenda vegetal es el sacrificio continuo a Jehovah como estatuto perpetuo.

Ofrecerán, pues, el cordero, la ofrenda vegetal y el aceite cada mañana en holocausto continuo.»

Así ha dicho el Señor Jehovah: «Si el gobernante da de su heredad un regalo a alguno de sus hijos, eso pertenecerá a sus hijos. Será posesión de ellos en herencia.

Pero si de su heredad da un regalo a alguno de sus siervos, será de éste hasta el año del jubileo, y entonces volverá al poder del gobernante. Pero la herencia de éste será para sus hijos; para ellos será.

El gobernante no tomará nada de la heredad del pueblo, despojándolo de su posesión. De su propia posesión dará heredad a sus hijos, para que los de mi pueblo no sean echados, cada uno de su posesión.»

Después me llevó, por la entrada que había al lado de la puerta, a las cámaras sagradas de los sacerdotes, las cuales daban al norte. Y he aquí que había allí un lugar al fondo, en el lado occidental.

Entonces me dijo: «Este es el lugar donde los sacerdotes cocinarán el sacrificio por la culpa y el sacrificio por el pecado. Allí cocerán la ofrenda vegetal, para no sacarla al atrio exterior, no sea que transmitan santidad al pueblo.»

Luego me sacó al atrio exterior y me hizo pasar por los cuatro ángulos del atrio, y he aquí que en cada ángulo había un patio.

En los cuatro ángulos del atrio había patios pequeños de 40 codos de largo y 30 codos de ancho. Los cuatro ángulos tenían una misma medida.

Alrededor de los cuatro ángulos había un muro, y debajo de la hilera de piedras alrededor había fogones.

Y me dijo: «Estos son los lugares para cocinar, donde los servidores del templo cocinarán el sacrificio del pueblo.»