1. Si el pastor acepta personas que están en situación de un segundo matrimonio. La biblia no prohíbe que parejas en un segundo matrimonio puedan aceptar a Cristo y ser parte de la congregación cristiana.
2. Si el pastor acepta que miembros de la congregación se divorcien y asuman un segundo matrimonio. Son casos que no se pueden juzgar a la ligera, debe evaluarse la causa, porque hay casos muy dramáticos en los que ocurre que uno de los cónyuges puede resultar una verdadera pesadilla para el otro cónyuge. En este ultimo caso, sería inhumano pretender que el afectado siga haciendo vida de pareja con el cónyuge agresor.
Luego continuo…
Para PAKI..:
Si en la congregación hay personas que han pasado por un divorcio y deciden por formar un nuevo hogar, si los casos de divorcio son excepcionales y se dan por causas aceptables, no veo porque el pastor tendría que prohibir a estas personas ser parte de la congregación; en todo caso, cada persona tiene libre albedrío, lo que significa que tiene libertad de decisión y es responsable de las decisiones que asuma. Un pastor no puede coartar el libre albedrío de las personas, ni puede impedir que las personas quieran ser parte de la congregación cristiana, salvo si estos resultan siendo rebeldes y fomentan el mal ejemplo, en cuyo caso, pienso que sería su deber pedir que se retiren de la congregación.
La congregación cristiana, no es propiedad de ningún ser humano, la iglesia es de Jesucristo El Señor, esta para acoger a los pecadores que buscan corregirse, no es solo para los santos.
Como dijo El Señor: «Los enfermos son los que necesitan el médico», así también, son los pecadores los que necesitan de la iglesia.
Saludos
***
Lola ¿quién es Vicente?
No obstante me animo a tomar la palabra y contestar mi opinión a tu comentario.
– En esta pagina hay un espiritu correcto: los antidivorcistas y
– un espiritu incorrecto, los divorcistas.
Como la misma biblia dice, esto es un combate, asi que en un combate no se andan con flores, sino con armas y con firmeza. La biblia está palgada de combates dialécticos entre la Verdad y el error, las tinieblas y la mala doctrina.
El mismo Señor Jesus batalló fuerte y dialécticamente contra sus opositores. Los profetas batallaron duro contra los falsos profetas y los apostoles tambien…por lo tanto es inevitable e injusto no responder al necio conforme a su necedad (dice Proverbios)…asi que esta es mi respuesta.
NO es una cuestión de espiritu correcto o incorrecto, sino de Verdad o mentira, sofisma o Verdad…y los defensores del divorcio y recasamiento son sofistas a los cuales es necesario confrontar con firmeza aunque no guste.
NIKOS
Consejeria Biblica Bautista
En cuanto al texto de Mateo 5:32, creo que se entiende de la siguiente manera.-
Todo aquel hombre que comete fornicación y repudia a su mujer (desde que fornica ya esta repudiando a su mujer), hace que ella no adultere en caso de tener ella a su nueva pareja; y el que se casa con la repudiada, no comete adulterio.
Pero todo aquel hombre que no comete fornicación y repudia a su mujer por otras causas, inconcientemente hace que su mujer adultere (no que la mujer adultere por desición propia), y el que se casa con ella comete adulterio.
De ese modo, el que finalmente comete el adulterio es el último hombre que se casó con la mujer, pero esta falta es anulada si la mujer tiene carta de divorcio de su primer hombre.
Saludos Moisés:
La pregunta sería, cómo se aplica eso a los tiempos actuales.
El amor Rubén, es la base del matrimonio. Mientras prevalezca el amor en la pareja, nadie ni nada derrumba el matrimonio.
Saludos Moisés:
Correcto, el amor es la base del matrimonio.
Pero yo, me refería a la Ley del Repudio, que actualmente me parece se confunde con la Ley del Divorcio.
Hoy en día no existe Ley del Repudio (salvo en los países árabes). Pero en nuestros países, que un hombre repudie a su mujer sería considerado un delito grave y la mujer le entablaría un proceso en algún tribunal de justicia.
Saludos Ruben.
Anteriormente yo había dicho lo siguiente:
«Pero todo aquel hombre que no comete fornicación y repudia a su mujer por otras causas, inconcientemente hace que su mujer adultere (no que la mujer adultere por desición propia), y el que se casa con ella comete adulterio.
De ese modo, el que finalmente comete el adulterio es el último hombre que se casó con la mujer, pero esta falta es anulada si la mujer tiene carta de divorcio de su primer hombre».
De lo último escrito de esta conclusión en cuanto al repudio del hombre hacia la mujer; las Escrituras nos enseñan lo siguiente:
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. (Deut 24:1-2).
Vea usted Ruben, cómo las escrituras avalan lo que comenté.
El repudio, en este caso del hombre hacia la mujer, conlleva al divorcio.
Saludos Moisés:
Insisto: Repudio no es sinónimo de divorcio.
Repudiar es echar, rechazar, desechar. Es la ley del más fuerte.
Mientras que divorcio es la disolución legal de un matrimonio, donde la ley protege con equidad los derechos de cada uno.
Hola es primera vez que hago publico un asunto de mi vida ya que no me gusta desnudar a mi esposo pero la verdad es que la situación ya no es sostenible, hace siete años que mi esposo busca trabajo sin encontrar, no me aporta una cantidad mensual, me a tocado no solo mantener el trabajo que Dios me bendijo, sino también hacer ventas, negocios, manejar cuchubales, y hacer prestamos ya que me ha tocado pagar colegiatura, útiles, ropa, comida, yo he tratado de ayudarle lo he apoyado con algunos negocios de los cuales me ha tocado perder ya que han sido malos, y estoy endeudada hasta el cuello por culpa de algunos de sus negocios, hace un tiempo, me dieron un dinero el cual yo se lo di a mi hijo de 5 años, el me lo pidió prestado y no lo ha devuelto, me hizo que le prestara dinero de la tarjeta y fue perdida por que el negocio que tenia no funciono, desde que me case con el lo único que me compro fue un amueblado de sala y una cama de segunda mano, ahora hay otro niño y con el seguimos en las mismas pañales, leche, medico etcc… todo tengo que ver como lo pago, hemos orado juntos por un trabajo, mandamos currículos, el busca seguir haciendo negocios, o ventas de muebles y nada se le da no entiendo el trato con el lo que se es que ya no puedo seguir manteniendo el hogar y las necesidades con un sueldo bajo debido a que los bancos me están apretando debido a los prestamos ya que también de allí se ha invertido para perderlo. No me separado por dos razones la principal es por cumplir lo que Dios en su palabra dice acerca del matrimonio, la otra mis hijos lo requieren por que es un excelente papá y un buen hombre la dificultad solo es el dinero y que no quiere hacer trabajos como vender en la calle ambulantemente ya que quiere trabajar en su ramo y no hay trabajo.sera correcto el divorcio, ya que no puedo mas por otro lado mi familia me atormenta de que lo mantengo, me ha tocado hasta pedir prestado a mi familia pagando claro lpor que no he tenido, ni para darle de comer, que hago, no quiero ir encontra de la escritura pero no aguanto ya mas la cituación.
No se entiende que es lo que te sorprende tanto:
1. Si el pastor acepta personas que están en situación de un segundo matrimonio. La biblia no prohíbe que parejas en un segundo matrimonio puedan aceptar a Cristo y ser parte de la congregación cristiana.
2. Si el pastor acepta que miembros de la congregación se divorcien y asuman un segundo matrimonio. Son casos que no se pueden juzgar a la ligera, debe evaluarse la causa, porque hay casos muy dramáticos en los que ocurre que uno de los cónyuges puede resultar una verdadera pesadilla para el otro cónyuge. En este ultimo caso, sería inhumano pretender que el afectado siga haciendo vida de pareja con el cónyuge agresor.
Luego continuo…
Si en la congregación hay personas que han pasado por un divorcio y deciden por formar un nuevo hogar, si los casos de divorcio son excepcionales y se dan por causas aceptables, no veo porque el pastor tendría que prohibir a estas personas ser parte de la congregación; en todo caso, cada persona tiene libre albedrío, lo que significa que tiene libertad de decisión y es responsable de las decisiones que asuma. Un pastor no puede coartar el libre albedrío de las personas, ni puede impedir que las personas quieran ser parte de la congregación cristiana, salvo si estos resultan siendo rebeldes y fomentan el mal ejemplo, en cuyo caso, pienso que sería su deber pedir que se retiren de la congregación.
La congregación cristiana, no es propiedad de ningún ser humano, la iglesia es de Jesucristo El Señor, esta para acoger a los pecadores que buscan corregirse, no es solo para los santos.
Como dijo El Señor: «Los enfermos son los que necesitan el médico», así también, son los pecadores los que necesitan de la iglesia.
Saludos
Lola ¿quién es Vicente?
No obstante me animo a tomar la palabra y contestar mi opinión a tu comentario.
– En esta pagina hay un espiritu correcto: los antidivorcistas y
– un espiritu incorrecto, los divorcistas.
Como la misma biblia dice, esto es un combate, asi que en un combate no se andan con flores, sino con armas y con firmeza. La biblia está palgada de combates dialécticos entre la Verdad y el error, las tinieblas y la mala doctrina.
El mismo Señor Jesus batalló fuerte y dialécticamente contra sus opositores. Los profetas batallaron duro contra los falsos profetas y los apostoles tambien…por lo tanto es inevitable e injusto no responder al necio conforme a su necedad (dice Proverbios)…asi que esta es mi respuesta.
NO es una cuestión de espiritu correcto o incorrecto, sino de Verdad o mentira, sofisma o Verdad…y los defensores del divorcio y recasamiento son sofistas a los cuales es necesario confrontar con firmeza aunque no guste.
NIKOS
Consejeria Biblica Bautista
Todo aquel hombre que comete fornicación y repudia a su mujer (desde que fornica ya esta repudiando a su mujer), hace que ella no adultere en caso de tener ella a su nueva pareja; y el que se casa con la repudiada, no comete adulterio.
Pero todo aquel hombre que no comete fornicación y repudia a su mujer por otras causas, inconcientemente hace que su mujer adultere (no que la mujer adultere por desición propia), y el que se casa con ella comete adulterio.
De ese modo, el que finalmente comete el adulterio es el último hombre que se casó con la mujer, pero esta falta es anulada si la mujer tiene carta de divorcio de su primer hombre.
La pregunta sería, cómo se aplica eso a los tiempos actuales.
Correcto, el amor es la base del matrimonio.
Pero yo, me refería a la Ley del Repudio, que actualmente me parece se confunde con la Ley del Divorcio.
Hoy en día no existe Ley del Repudio (salvo en los países árabes). Pero en nuestros países, que un hombre repudie a su mujer sería considerado un delito grave y la mujer le entablaría un proceso en algún tribunal de justicia.
Anteriormente yo había dicho lo siguiente:
«Pero todo aquel hombre que no comete fornicación y repudia a su mujer por otras causas, inconcientemente hace que su mujer adultere (no que la mujer adultere por desición propia), y el que se casa con ella comete adulterio.
De ese modo, el que finalmente comete el adulterio es el último hombre que se casó con la mujer, pero esta falta es anulada si la mujer tiene carta de divorcio de su primer hombre».
De lo último escrito de esta conclusión en cuanto al repudio del hombre hacia la mujer; las Escrituras nos enseñan lo siguiente:
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. (Deut 24:1-2).
Vea usted Ruben, cómo las escrituras avalan lo que comenté.
El repudio, en este caso del hombre hacia la mujer, conlleva al divorcio.
Insisto: Repudio no es sinónimo de divorcio.
Repudiar es echar, rechazar, desechar. Es la ley del más fuerte.
Mientras que divorcio es la disolución legal de un matrimonio, donde la ley protege con equidad los derechos de cada uno.