Jesús anuncia su muerte

San Marcos 8:31 – San Marcos 9:1

Luego comenzó a enseñarles que era necesario que el Hijo del Hombre padeciese mucho, que fuese desechado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y que fuese muerto y resucitado después de tres días.

Les decía esto claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reprenderle.

Pero él se dio vuelta, y mirando a sus discípulos reprendió a Pedro diciéndole: —¡Quítate de delante de mí, Satanás! Porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Y llamó a sí a la gente, juntamente con sus discípulos, y les dijo: —Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma?

Porque, ¿qué dará el hombre en rescate por su alma?

Pues el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

También les dijo: —De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí presentes que no gustarán la muerte hasta que hayan visto que el reino de Dios ha venido con poder.