El aceite de la unción, y el incienso
Éxodo 30:22 – Éxodo 30:38
Jehovah también habló a Moisés diciendo:
«Toma especias aromáticas: de mirra granulada de primera, 500 siclos; de canela aromática, la mitad, es decir, 250; de cálamo aromático, 250;
de casia, 500, según el siclo del santuario; y un hin de aceite de oliva.
Con esto prepararás el aceite de la santa unción. Será un ungüento combinado, obra de perfumador, el cual será el aceite de la santa unción.
Con él ungirás el tabernáculo de reunión y el arca del testimonio,
la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus utensilios, el altar del incienso,
el altar del holocausto con todos sus utensilios y la fuente con su base.
Así los consagrarás, y serán cosas muy sagradas. Todo lo que los toque será santificado.
«También ungirás a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás, para que me sirvan como sacerdotes.
Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción a través de todas vuestras generaciones.
No será vertido sobre el cuerpo de ningún hombre, ni haréis una composición similar. Sagrado es, y sagrado será para vosotros.
Cualquiera que prepare un ungüento similar y cualquiera que ponga de él sobre una persona extraña será excluido de su pueblo.»
Jehovah dijo también a Moisés: «Toma especias: estacte, uña aromática, gálbano e incienso puro; igual peso de cada cosa.
Haz con ello el incienso aromático, obra de perfumador, salado, puro y santo.
Molerás una parte de él muy fina y la pondrás delante del testimonio, en el tabernáculo de reunión, donde yo me encontraré contigo. Será para vosotros cosa muy sagrada.
No os haréis incienso de una composición similar. Te será cosa sagrada para Jehovah;
cualquiera que haga una composición similar para olerla será excluido de su pueblo.»
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