Deuteronomio

Moisés exhorta a la obediencia

Deuteronomio 4:1 – Deuteronomio 4:8 «Ahora pues, oh Israel, escucha las leyes y decretos que yo os enseño que hagáis, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Jehovah, Dios de vuestros…

La experiencia de Israel en Horeb

Deuteronomio 4:9 – Deuteronomio 4:14 Solamente guárdate y guarda diligentemente tu alma, no sea que te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni que se aparten de tu corazón durante todos los días de tu vida. Las…

Advertencia contra la idolatría

Deuteronomio 4:15 – Deuteronomio 4:40 «Por tanto, tened mucho cuidado de vosotros mismos, pues ninguna imagen visteis el día que Jehovah os habló en Horeb de en medio del fuego. No sea que os corrompáis y os hagáis imágenes, o…

Las ciudades de refugio al oriente del Jordán

Deuteronomio 4:41 – Deuteronomio 4:43 Entonces Moisés apartó tres ciudades al otro lado del Jordán, hacia donde se levanta el sol, para que huya allí el homicida que mate a su prójimo por accidente, sin haberle tenido previamente aversión. Al…

Los Diez Mandamientos

Deuteronomio 5:1 – Deuteronomio 5:21 Moisés llamó a todo Israel y les dijo: «Escucha, Israel, las leyes y decretos que proclamo hoy a vuestros oídos. Aprendedlos y tened cuidado de ponerlos por obra. Jehovah nuestro Dios hizo un pacto con…

El terror del pueblo

Deuteronomio 5:22 – Deuteronomio 5:33 «Estas palabras habló Jehovah a gran voz a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, y no añadió más. Luego las escribió en dos…

El gran mandamiento

Deuteronomio 6:1 – Deuteronomio 6:9 «Estos, pues, son los mandamientos, las leyes y los decretos que Jehovah vuestro Dios ha mandado que os enseñara, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis para tomarla en…

Exhortaciones a la obediencia

Deuteronomio 6:10 – Deuteronomio 6:25 «Sucederá que cuando Jehovah tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, con ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, con casas…