Para evitar malas interpretaciones, sería mejor solo decir que había una relación de amistad.
Cuando se dice que había una relación entre David y Jonatan, que es una historia de amor, que son dos hombres que comparten tal sentimiento… Se crea sospechas innecesarias.
Para Ruben:
No es evitar ninguna «mala interpretacion». Creo que esta claro a lo que me referia :).
PUES MÁS CLARO NI EL AGUA. DOS AMIGOS VARONES SOLO PUEDEN AMARSE TANTO SI HAY UN ELEMENTO CARNAL ENTRE ELLOS. O ALGUIEN DE LOS QUE ESCRIBE AQUI PUEDE DECIRME QUE DIRÍA POR ALGÚN AMIGO SUYO QUE SU AMOR POR UN AMIGO ES MÁS DULCE Y/O FUERTE QUE EL DE LAS MUJERES???
Quisiera un resumen ¡¡¡¡
PEQUEÑO para una tare para el 14 del 8 del 2012
«Como sufro por ti jonatan, tu amor fue para mi mas delicioso que el amor de las mujeres»(2.sam1.26). Que frase tan problematica para la homofobica cristiandad,pronunciada nada menos que por el super heroe del pueblo judio y favorito de dios. Que complicada ha de ser en esta epoca de «LUZ»,darle una «interpretacion compatible con el dogma antigay de las iglesias cristianas,pero como dice el refran, por mas que la vistan de seda mona su queda y es que a esta frase y a esta historia solo le luce la seda» rosa». Mi trono por un amor! ( papel que personifica jonatan el que mas amo ) y no precisamente por el amor de Wallis Simpson NO! Las mujeres poco valian en aquellos tiempos biblicos burros,cerdos,esperma o prepucios se cotizabam mejor en el mercado de valores del pueblo elegido por dios .Pero y que sera lo que pueda desear un hombre mas que la riqueza y el poder que significan ser un » REY «? Acaso una gran amistad? O un amor apasionado? Pero entre dos hombres no puede existir esa clase de amor!,eso seria un acto abominable y contranatura,un homosexual no puede ser una persona integra , amada por su pueblo mucho menos por dios SOLUCION:solo debemos hacer una lectura heterosexual de la historia de estos personajes PROBLEMA:ya no estamos en la edad media y cada dia hay mas personas que prefieren conocer que simplemente creer.
El que escribio este libro está al tanto de la varonil belleza clásica de David (1 Samuel 16:12) en este relato de amorosa lealtad (1 Samuel 18:1-5), con encuentros furtivos (1 Samuel 20:1-23, 35-42), besos y lágrimas (1 Samuel 20:41), rechazo al alimento (1 Samuel 28:32-34) y el pacto de guerrero y amante que David mantiene hasta la muerte de Jonatán (1 Samuel 20:12-17, 42). La de Jonatán y David es una preciosa historia de amor, le pese a quien le pese.
¿Qué quiso decir el rey Saúl cuando reprochó a su hijo que «prefieres al hijo de Isaí para vergüenza tuya y vergüenza de la desnudez de tu madre?» Puede ser, sencillamente, que el monarca sentía herido su orgullo de padre porque Jonatán se había puesto de lado de David, e insultó a su hijo con las primeras palabras que se le vinieron a su recalentada cabeza. Sin embargo, la utilización de la fórmula «para vergüenza de la desnudez de tu madre» sugiere que Saúl había descubierto o intuía algo grave en la relación de su hijo con David, ya que esos giros verbales solían aplicarse en el contexto de prohibiciones sexuales. Así, en su regulación sobre el incesto, el código levítico señala: «No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre.»
En la actualidad, también hay hermanos que se vuelven tan delicados en su hablar y actuar que hasta crean sospechas.
El hombre debe mostrarse viril en todo momento.
No es necesario estar a favor de la homosexualidad para darse cuenta que David y Jonatán eran maricas, al igual que Rut y Noemí, total al final y al cabo ¿quienes somos para juzgar?…. Dios tiene misericordia de quién el quiere independiente de la orientación sexual, Dios conoce cada corazón y salvará a quien el quiera…. Además que para que hacernos los tontos, las iglesias están llenas de maricas encubiertos que hasta predican sobre un púlpito y sin que nadie sepa y son grandes «hombres» de Dios… En fin aprendamos a amar al homosexual, la lesbiana, la prostitua, en fin amemos al pecador, pues al fin de cuentas Cristo vinó a dar su vida por el pecador….
Para Jorge Toro:
Tu Comentario: No es necesario estar a favor de la homosexualidad para darse cuenta que David y Jonatán eran maricas, al igual que Rut y Noemí, total al final y al cabo ¿quienes somos para juzgar?…. Dios tiene misericordia de quién el quiere independiente de la orientación sexual, Dios conoce cada corazón y salvará a quien el quiera….
Mi Rpta: Dios es recto en lo que Él dice. Si el dice que ama al homosexual pero odia lo que hace, es porque así es. Tu dijiste que no es necesario estar a favor de la homosexualidad para darse cuenta que David y Jonatán eran maricas. Y al igual que Rut y Noemi, y después finalizas con decir: ¿quienes somos para juzgar?
Mi hermano, si tu mismo estás jiuzgando con decir lo que dijiste no siendo cierto. Ya te dí bases bíblicas sobre lo de David y Jonatán y todavia sales con lo mismo.
Ahora tocante a lo que dices de Rut y Noemí.
La historia está ubicada en los días cuando los jueces gobernaban la tierra, cuando la familia de Elimelec, impulsada por el hambre, emigró a la tierra de Moab. Allí una tragedia más grande que el hambre los alcanzó. Noemí primero quedó viuda; más tarde se vio privada de sus dos hijos y quedó sola con dos nueras, Orfa y Rut. Finalmente, habiendo oído que no había más hambre en Judá, decidió regresar, y comenzó su viaje acompañada de Orfa y Rut. Con amargura de espíritu y decaimiento del corazón, caminaron todas en silencio, hasta que Noemí no pudo contenerse por más tiempo. Tenía que manifestar sus pensamientos. Aunque su pérdida era tres veces más grande que la de ellas, tenía que expresar la procupación que había en su corazón generoso, preocupación por el futuro de ellas y no el de ella:
«Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido» (Rut 1:8, 9)
Cuán revelador de las relaciones que existían entre suegra y nueras es este pasaje! Pero ella no quiso hacerles exigencia alguna, agradecida como estaba de su cuidado y compañía en los días anteriores. Leemos que «luego las besó.» Por supuesto que este no era un beso formal, sino una larga y tierna despedida. No es extraño que ellas declararan que no la abandonarían.
Sin embargo, Noemí había calculado el costo de su sacrificio. A pesar de la pérdida que sería para ella, estaba preparada para enfrentar la soledad que la esperaba. Así que esta noble mujer habló de nuevo, sin ocultar nada. Ella les reveló lo que su decisión significaría:
«Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.» (1:12, 13)
Oyendo esto, Orfa decidió que era correcto preocuparse ahora de sí misma y de su propio futuro. Dando a su suegra un beso final de despedida, regresó a su pueblo y a sus dioses, abandonando las páginas de la historia divina. El beso y la partida de Orfa contrastan grandemente con la acción de Rut, quien se quedó con su suegra. ¿Podemos percibir en las siguientes palabras de Noemí un sentimiento de decepción cuando habló a Rut?
«He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.» (1:15)
Esto solamente sirvió para que Rut se fortaleciera en su decisión. Ella había analizado cada palabra de su suegra y había notado la forma en que cada una había sido dicha, y había tomado en cuenta todos los riesgos. Así que con palabras de amor y lealtad que son algunas de las más conmovedoras que jamás hayan sido escritas, suplicó:
«No me ruegues que te deje, y me aparte de tí; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aún me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.» (1:16).
Para concluir, tu dijiste: David y Jonatán eran maricas, al igual que Rut y Noemí. Eso si es juzgar mi hermano. ¿Como es posible que la suegra y la nuera sean maricas?
La Biblia dice muy claro: ¡No jiuzguéis, para que no seas juzgados! Así que, piénsalo muy bien.
Cuando se dice que había una relación entre David y Jonatan, que es una historia de amor, que son dos hombres que comparten tal sentimiento… Se crea sospechas innecesarias.
No es evitar ninguna «mala interpretacion». Creo que esta claro a lo que me referia :).
PEQUEÑO para una tare para el 14 del 8 del 2012
El hombre debe mostrarse viril en todo momento.
Tu Comentario: No es necesario estar a favor de la homosexualidad para darse cuenta que David y Jonatán eran maricas, al igual que Rut y Noemí, total al final y al cabo ¿quienes somos para juzgar?…. Dios tiene misericordia de quién el quiere independiente de la orientación sexual, Dios conoce cada corazón y salvará a quien el quiera….
Mi Rpta: Dios es recto en lo que Él dice. Si el dice que ama al homosexual pero odia lo que hace, es porque así es. Tu dijiste que no es necesario estar a favor de la homosexualidad para darse cuenta que David y Jonatán eran maricas. Y al igual que Rut y Noemi, y después finalizas con decir: ¿quienes somos para juzgar?
Mi hermano, si tu mismo estás jiuzgando con decir lo que dijiste no siendo cierto. Ya te dí bases bíblicas sobre lo de David y Jonatán y todavia sales con lo mismo.
Ahora tocante a lo que dices de Rut y Noemí.
La historia está ubicada en los días cuando los jueces gobernaban la tierra, cuando la familia de Elimelec, impulsada por el hambre, emigró a la tierra de Moab. Allí una tragedia más grande que el hambre los alcanzó. Noemí primero quedó viuda; más tarde se vio privada de sus dos hijos y quedó sola con dos nueras, Orfa y Rut. Finalmente, habiendo oído que no había más hambre en Judá, decidió regresar, y comenzó su viaje acompañada de Orfa y Rut. Con amargura de espíritu y decaimiento del corazón, caminaron todas en silencio, hasta que Noemí no pudo contenerse por más tiempo. Tenía que manifestar sus pensamientos. Aunque su pérdida era tres veces más grande que la de ellas, tenía que expresar la procupación que había en su corazón generoso, preocupación por el futuro de ellas y no el de ella:
«Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido» (Rut 1:8, 9)
Cuán revelador de las relaciones que existían entre suegra y nueras es este pasaje! Pero ella no quiso hacerles exigencia alguna, agradecida como estaba de su cuidado y compañía en los días anteriores. Leemos que «luego las besó.» Por supuesto que este no era un beso formal, sino una larga y tierna despedida. No es extraño que ellas declararan que no la abandonarían.
Sin embargo, Noemí había calculado el costo de su sacrificio. A pesar de la pérdida que sería para ella, estaba preparada para enfrentar la soledad que la esperaba. Así que esta noble mujer habló de nuevo, sin ocultar nada. Ella les reveló lo que su decisión significaría:
«Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.» (1:12, 13)
Oyendo esto, Orfa decidió que era correcto preocuparse ahora de sí misma y de su propio futuro. Dando a su suegra un beso final de despedida, regresó a su pueblo y a sus dioses, abandonando las páginas de la historia divina. El beso y la partida de Orfa contrastan grandemente con la acción de Rut, quien se quedó con su suegra. ¿Podemos percibir en las siguientes palabras de Noemí un sentimiento de decepción cuando habló a Rut?
«He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.» (1:15)
Esto solamente sirvió para que Rut se fortaleciera en su decisión. Ella había analizado cada palabra de su suegra y había notado la forma en que cada una había sido dicha, y había tomado en cuenta todos los riesgos. Así que con palabras de amor y lealtad que son algunas de las más conmovedoras que jamás hayan sido escritas, suplicó:
«No me ruegues que te deje, y me aparte de tí; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aún me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.» (1:16).
Para concluir, tu dijiste: David y Jonatán eran maricas, al igual que Rut y Noemí. Eso si es juzgar mi hermano. ¿Como es posible que la suegra y la nuera sean maricas?
La Biblia dice muy claro: ¡No jiuzguéis, para que no seas juzgados! Así que, piénsalo muy bien.
Bendiciones