Amenaza de ruina y exilio

Jeremías 9:12 – Jeremías 9:22

¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿A quién ha hablado la boca de Jehovah, de manera que lo pueda declarar? ¿Por qué ha perecido la tierra y ha sido devastada cual desierto, de modo que nadie pase por ella?

Y Jehovah dijo: «Porque dejaron mi ley, la cual puse delante de ellos. No obedecieron mi voz, ni caminaron conforme a ella.

Más bien, fueron tras la porfía de sus corazones y tras los Baales, como sus padres les enseñaron.

Por tanto, así ha dicho Jehovah de los Ejércitos, Dios de Israel, he aquí que haré comer ajenjo a este pueblo; les haré beber aguas envenenadas.

Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron. Y enviaré tras ellos la espada, hasta que yo los extermine.

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: Considerad y llamad a las plañideras, y que vengan; enviad a llamar a las más expertas, y que vengan.»

¡Apresúrense y prorrumpan en lamento por nosotros! Derramen lágrimas nuestros ojos; fluya agua de nuestros párpados.

Porque en Sion se oye la voz de un lamento: ¡Cómo hemos sido destruidos! En gran manera hemos sido avergonzados; porque hemos abandonado la tierra, porque han derribado nuestras moradas.

Escuchad, oh mujeres, la palabra de Jehovah; reciba vuestro oído la palabra de su boca. Enseñad lamentos a vuestras hijas; cantos fúnebres, cada una a su compañera.

Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas y ha entrado en nuestros palacios, para barrer a los niños de las calles y a los jóvenes de las plazas.

Diles que así dice Jehovah: «Los cuerpos de los hombres muertos caerán como abono sobre la superficie del campo. Como manojos caerán detrás del segador, y no habrá quien los recoja.»