La ira vengadora de Dios

Nahúm 1:1 – Nahúm 1:14

La profecía acerca de Nínive. Libro de la visión de Nahúm, de Elcós.

¡Dios celoso y vengador es Jehovah! Vengador es Jehovah, y está indignado. Jehovah se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus enemigos.

Jehovah es lento para la ira y grande en poder. De ninguna manera dará por inocente al culpable. Jehovah marcha en el huracán y en la tempestad; las nubes son el polvo de sus pies.

Reprende al mar y hace que se seque, y reseca todos los ríos. Basán y el Carmelo se marchitan; se marchita la flor del Líbano.

Las montañas se estremecen delante de él, y las colinas se derriten. Ante su presencia queda desolada la tierra, el mundo y todos los que lo habitan.

¿Quién resistirá delante de su ira? ¿Quién quedará en pie ante el furor de su enojo? Su ira se vierte como fuego, y se desmenuzan las peñas delante de él.

¡Bueno es Jehovah! Es una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él se refugian.

Pero arrasa con impetuosa inundación al que se levanta contra él. ¡Aun en las tinieblas perseguirá a sus enemigos!

¿Qué tramáis contra Jehovah? ¡El arrasará y no tomará venganza dos veces de su enemigo!

Cual espinas entretejidas y cual borrachos en su embriaguez, serán consumidos como paja seca.

De ti salió un consejero de Belial que tramó el mal contra Jehovah.

Pero así ha dicho Jehovah: «Aunque vivan reposadamente y sean muchos, con todo serán cortados y pasarán. Y aunque yo te haya afligido, no te afligiré más.

Ahora quebraré su yugo de sobre ti y romperé tus coyundas.»

Pero acerca de ti, Jehovah ha mandado: «Nunca más sea mencionado tu nombre. De la casa de tu dios destruiré los ídolos y las imágenes de fundición, y la convertiré en sepulcro; porque fuiste vil.»