Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Amós > Tres visiones de destrucción (30:7:1 - 30:7:9)
Así me mostró el Señor Jehovah: He aquí que él formaba un enjambre de langostas cuando comenzaba a brotar el heno tardío, después de la siega del rey.
Aconteció que cuando acababan de comer la hierba de la tierra, dije: —¡Oh Señor Jehovah, perdona, por favor! ¿Cómo podrá levantarse Jacob, que es tan pequeño?
Jehovah desistió de ello. —No será así, —ha dicho Jehovah—.
Así me mostró el Señor Jehovah: He aquí que el Señor Jehovah convocó para juzgar por fuego, y el fuego consumió el gran océano y una parte de la tierra.
Yo dije: —¡Oh Señor Jehovah, desiste, por favor! ¿Cómo podrá restablecerse Jacob, que es tan pequeño?
Jehovah desistió de ello. —No será así tampoco—dijo el Señor Jehovah—.
Así me mostró: He aquí que el Señor estaba de pie sobre un muro hecho a plomo, y en su mano tenía una plomada de albañil.
Entonces me preguntó Jehovah: —¿Qué ves, Amós? Yo respondí: —Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: —He aquí, yo pongo una plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel. ¡No lo soportaré más!
Los altares de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel quedarán desolados. Y me levantaré con espada contra la casa de Jeroboam.
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