Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Parábola de las diez vírgenes (40:25:1 - 40:25:13)
Entonces, el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.
Cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.
Cuando las insensatas tomaron sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Y como tardaba el novio, todas cabecearon y se quedaron dormidas.
A la media noche se oyó gritar: “¡He aquí el novio! ¡Salid a recibirle!”
Entonces, todas aquellas vírgenes se levantaron y alistaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan.”
Pero las prudentes respondieron diciendo: “No, no sea que nos falte a nosotras y a vosotras; id, más bien, a los vendedores y comprad para vosotras mismas.”
Mientras ellas iban para comprar, llegó el novio; y las preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!”
Pero él respondiendo dijo: “De cierto os digo que no os conozco.”
Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.