El territorio de Judá

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Josué > El territorio de Judá (6:15:1 - 6:15:12)

La parte que tocó en el sorteo a la tribu de los hijos de Judá, según sus clanes, se extendía hasta el territorio de Edom y hasta el desierto de Zin en el Néguev, su extremo sur.

Su frontera sur era desde el extremo del mar Salado, desde la bahía que mira hacia el sur.

Seguía en dirección sur hasta la cuesta de Acrabim y pasaba hasta Zin. Subía por el sur hasta Cades-barnea y pasaba por Hezrón. Luego subía hacia Adar, hasta rodear Carca.

De allí la frontera pasaba a Asmón y continuaba por el arroyo de Egipto y terminaba en el mar. Esta será vuestra frontera del sur.

La frontera oriental era el mar Salado hasta la desembocadura del Jordán. Por el lado norte la frontera era desde la bahía del mar en la desembocadura del Jordán.

Luego la frontera subía por Bet-jogla y pasaba por el norte de Bet-haarabá. Luego la frontera subía hacia la piedra de Bohan hijo de Rubén.

Luego la frontera subía desde el valle de Acor hasta Debir, y se dirigía al norte, hacia Gilgal, que está frente a la cuesta de Adumim, al lado sur del valle. La frontera pasaba hasta las aguas de En-semes y llegaba hasta En-rogel.

Luego la frontera subía por el valle de Ben-hinom a la ladera sur de Jebús (que es Jerusalén). Luego la frontera subía hacia la cumbre del monte que está frente al valle de Hinom, al occidente, en el extremo norte del valle de Refaím.

Después doblaba desde la cumbre del monte hacia el manantial Aguas de Neftóaj y llegaba a las ciudades del monte Efrón, rodeando luego a Baala (que es Quiriat-jearim).

La frontera torcía después desde Baala hacia el occidente hasta el monte Seír, y pasaba al norte de Jearim (que es Quesalón); descendía a Bet-semes y seguía hacia Timna.

Luego la frontera salía hacia el lado norte de Ecrón. La frontera rodeaba Sicrón, pasaba por el monte Baala, llegaba a Jabneel, y el terminal de la frontera daba en el mar.

La frontera occidental era la costa del mar Grande. Estas son las fronteras del territorio de los hijos de Judá, según sus clanes.




Caleb conquista Hebrón y Debir

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Josué > Caleb conquista Hebrón y Debir (6:15:13 - 6:15:19)

De acuerdo con el mandato de Jehovah a Josué, éste dio a Caleb hijo de Jefone una parte entre los hijos de Judá. Le dio Quiriat-arba, que es Hebrón. (Arba fue el padre de Anac.)

Y Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac: a Sesai, a Ajimán y a Talmai, descendientes de Anac.

De allí subió contra los habitantes de Debir. (Antes el nombre de Debir era Quiriat-séfer.)

Entonces Caleb dijo: —Al que ataque y tome Quiriat-séfer, yo le daré por mujer a mi hija Acsa.

Otoniel hijo de Quenaz, hermano de Caleb, fue quien la tomó. Y Caleb le dio por mujer a su hija Acsa.

Y aconteció que cuando ella llegó, le persuadió a que pidiese a su padre un campo. Entonces ella hizo señas desde encima del asno, y Caleb le preguntó: —¿Qué quieres?

Ella respondió: —Hazme un favor: Ya que me has dado tierra en el Néguev, dame también fuentes de aguas. Entonces él le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.




Las ciudades de Judá

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Josué > Las ciudades de Judá (6:15:20 - 6:15:63)

Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Judá, según sus clanes.

Las ciudades de la tribu de los hijos de Judá, en el extremo sur, hacia la frontera de Edom, fueron: Cabseel, Eder, Jagur,

Quina, Dimona, Adada,

Quedes, Hazor, Itnán,

Zif, Telem, Bealot,

Hazor-hadata, Queriot, Hezrón (que es Hazor),

Amam, Sema, Molada,

Hazar-gada, Hesmón, Bet-pélet,

Hazar-sual, Beerseba, Bizotia,

Baala, Iyim, Ezem,

Eltolad, Quesil, Horma,

Siclag, Madmana, Sansana,

Lebaot, Siljim, Ayin y Rimón. En total eran veintinueve ciudades con sus aldeas.

En la región de la Sefela: Estaol, Zora, Asena,

Zanóaj, En-ganim, Tapúaj, Enam,

Jarmut, Adulam, Soco, Azeca,

Saaraim, Aditaim, Gedera y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas.

También Zenán, Hadasa, Migdal-gad,

Dileán, Mizpa, Jocteel,

Laquis, Boscat, Eglón,

Cabón, Lajmas, Quitlis,

Gederot, Bet-dagón, Naama y Maqueda; dieciséis ciudades con sus aldeas.

También Libna, Eter, Asán,

Jefté, Asena, Nezib,

Queila, Aczib, Maresa; nueve ciudades con sus aldeas.

Ecrón con sus villas y aldeas.

Desde Ecrón hasta el mar, todas las que están junto a Asdod, con sus aldeas.

También Asdod con sus villas y aldeas, y Gaza con sus villas y aldeas, hasta el arroyo de Egipto y las costas del mar Grande.

En la región montañosa: Samir, Jatir, Soco,

Dana, Quiriat-sana (que es Debir),

Anab, Estemoa, Anim,

Gosén, Holón y Gilo; once ciudades con sus aldeas.

También Arab, Duma, Esán,

Janum, Bet-tapúaj, Afeca,

Humta, Quiriat-arba (que es Hebrón) y Sior; nueve ciudades con sus aldeas.

También Maón, Carmel, Zif, Juta,

Jezreel, Jocdeam, Zanóaj,

Caín, Gabaa y Timna; diez ciudades con sus aldeas.

También Jaljul, Betsur, Gedor,

Maarat, Bet-anot y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas.

También Quiriat-baal (que es Quiriat-jearim) y Rabá; dos ciudades con sus aldeas.

En el desierto: Bet-haarabá, Midín, Sejaja,

Nibsán, la Ciudad de la Sal y En-guedi; seis ciudades con sus aldeas.

Pero los hijos de Judá no pudieron echar a los jebuseos que habitaban en Jerusalén. Así que los jebuseos han habitado con los hijos de Judá en Jerusalén, hasta el día de hoy.




Territorio de Efraín y de Manasés

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Josué > Territorio de Efraín y de Manasés (6:16:1 - 6:17:18)

La parte que tocó en el sorteo a los hijos de José partía del Jordán de Jericó, pasaba por las aguas de Jericó al este y subía del desierto de Jericó, por la región montañosa, hasta Betel.

De Betel salía a Luz y cruzaba el territorio de los arquitas en Atarot.

De allí descendía en dirección oeste hacia el territorio de los jafletitas, hasta la región de Bet-jorón Baja y hasta Gezer; y terminaba en el mar.

Así recibieron su heredad los hijos de José: Efraín y Manasés.

Esta era la frontera de los hijos de Efraín, según sus clanes. La frontera de su heredad partía de Atarot-adar en el este, y seguía hasta Bet-jorón Alta.

De allí la frontera continuaba hacia el oeste, pasando por el lado norte de Micmetat. Torcía por el este de Taanat-silo y continuaba hasta el este de Janóaj.

De Janóaj descendía a Atarot y a Naará, tocaba Jericó y salía al Jordán.

De Tapúaj la frontera seguía al oeste, por el arroyo de Caná, y terminaba en el mar. Esta era la heredad de los hijos de Efraín, según sus clanes.

Además, había ciudades que fueron apartadas para los hijos de Efraín en medio de la heredad de los hijos de Manasés, todas esas ciudades con sus aldeas.

Sin embargo, ellos no echaron a los cananeos que habitaban en Gezer. Así que los cananeos han habitado en medio de los de Efraín hasta el día de hoy, pero han sido sometidos a tributo laboral.

La parte que tocó en el sorteo a la tribu de Manasés, porque él era el primogénito de José, fue ésta: Maquir, primogénito de Manasés y padre de Galaad, que era un hombre de guerra, había recibido Galaad y Basán.

Asimismo, a los otros hijos de Manasés les tocó, según sus clanes: a los hijos de Abiezer, a los hijos de Helec, a los hijos de Ezriel, a los hijos de Siquem, a los hijos de Hefer y a los hijos de Semida. Estos fueron los hijos varones de Manasés hijo de José, según sus clanes.

Ahora bien, Zelofejad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos sino sólo hijas. Los nombres de éstas fueron: Majla, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.

Ellas vinieron delante del sacerdote Eleazar, de Josué hijo de Nun y de los dirigentes, y dijeron: “Jehovah mandó a Moisés que nos fuera dada heredad entre nuestros hermanos.” Así fue como él les dio heredad entre los hermanos del padre de ellas, conforme al mandato de Jehovah.

Aparte de la tierra de Galaad y de Basán, al otro lado del Jordán, a Manasés le tocaron diez partes en el sorteo,

porque las hijas de Manasés debían recibir heredad entre los hijos de Manasés, y la tierra de Galaad pertenecía a los otros hijos de Manasés.

La frontera de Manasés partía de Aser y se extendía hasta Micmetat que está enfrente de Siquem. La frontera seguía hacia el sur hasta los habitantes de En-tapúaj.

La tierra de Tapúaj era de Manasés, pero Tapúaj misma, que está en la frontera de Manasés, era de los hijos de Efraín.

Luego la frontera descendía hasta el arroyo de Caná. Al lado sur del arroyo, había ciudades de Efraín entre las ciudades de Manasés. El resto de la frontera de Manasés coincidía con la ribera norte del arroyo y terminaba en el mar.

Efraín estaba al sur, y Manasés al norte. El territorio de Manasés alcanzaba hasta el mar y limitaba al norte con Aser y al este con Isacar.

Manasés también poseía en el territorio de Isacar y de Aser a Bet-seán y sus aldeas, a Ibleam y sus aldeas, a los habitantes de Dor y sus aldeas, a los habitantes de Endor y sus aldeas, a los habitantes de Taanac y sus aldeas, a los habitantes de Meguido y sus aldeas. La tercera era Nafot.

Sin embargo, los hijos de Manasés no pudieron echar a los habitantes de aquellas ciudades, y los cananeos persistieron en habitar en estas tierras.

Y sucedió que después, cuando los hijos de Israel llegaron a ser más fuertes, sometieron a tributo laboral a los cananeos, pero no los echaron completamente.

Después los hijos de José hablaron a Josué diciendo: —¿Por qué nos has dado en posesión una sola suerte y una sola parte, siendo nosotros un pueblo numeroso, al que Jehovah ha bendecido hasta ahora?

Josué les respondió: —Si sois un pueblo numeroso, id al bosque y deforestad para vosotros la tierra de los ferezeos y de los refaítas, ya que la región montañosa de Efraín es demasiado estrecha para vosotros.

Los hijos de José dijeron: —No nos bastará a nosotros esa región montañosa. Además, todos los cananeos que habitan en la tierra del valle tienen carros de hierro, tanto los que están en Bet-seán y sus aldeas, como los que están en el valle de Jezreel.

Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: —Vosotros sois un pueblo numeroso y tenéis mucha fuerza. No tendréis sólo una parte,

sino que la región montañosa será vuestra. Puesto que es bosque, vosotros lo deforestaréis. Y sus límites más lejanos serán vuestros, porque echaréis a los cananeos, aunque ellos tengan carros de hierro y sean fuertes.




Territorios de las demás tribus

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Josué > Territorios de las demás tribus (6:18:1 - 6:19:51)

Toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, e instalaron allí el tabernáculo de reunión. La tierra les estaba sometida,

pero habían quedado siete tribus de los hijos de Israel, a las cuales todavía no se les había repartido heredad.

Entonces Josué dijo a los hijos de Israel: —¿Hasta cuándo seréis negligentes para ir a poseer la tierra que os ha dado Jehovah, Dios de vuestros padres?

Elegid a tres hombres de cada tribu para que yo los envíe, y ellos vayan, recorran la tierra, hagan una descripción de ella con miras a sus heredades, y después vuelvan a mí.

Ellos la dividirán en siete partes. Judá permanecerá en su territorio en el sur, y los de la casa de José en su territorio en el norte.

Vosotros, pues, me haréis la descripción de la tierra, dividiéndola en siete partes; y me la traeréis aquí. Y os haré el sorteo aquí, delante de Jehovah nuestro Dios.

Pero los levitas no tendrán ninguna parte entre vosotros, porque el sacerdocio de Jehovah es su heredad. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés ya han recibido su heredad en el lado oriental del Jordán, la cual les dio Moisés, siervo de Jehovah.

Los hombres se levantaron y fueron. Josué mandó a los que iban para hacer la descripción de la tierra, diciéndoles: —Id, recorred la tierra y haced una descripción de ella. Luego volved a mí para que yo os haga el sorteo delante de Jehovah, aquí en Silo.

Entonces los hombres fueron y recorrieron la tierra, e hicieron en un pergamino una descripción de ella, dividida en siete partes, según sus ciudades. Después volvieron a Josué, al campamento en Silo.

Entonces Josué hizo el sorteo delante de Jehovah, en Silo. Allí repartió Josué la tierra a los hijos de Israel, según sus particiones.

La parte que tocó en el sorteo a la tribu de los hijos de Benjamín, según sus clanes: El territorio que les tocó en el sorteo estaba entre el de los hijos de Judá y el de los hijos de José.

Por el lado norte su frontera partía del Jordán; luego la frontera subía por el lado norte de Jericó. Entonces subía por la región montañosa hacia el oeste, y llegaba al desierto de Bet-avén.

De allí la frontera pasaba hacia Luz, al lado sur de Luz (que es Betel). Luego la frontera descendía a Atarot-adar, sobre el monte que está al sur de Bet-jorón Baja.

Luego la frontera doblaba hacia el oeste por el lado sur del monte que está enfrente de Bet-jorón, y terminaba en Quiriat-baal (que es Quiriat-jearim), ciudad de los hijos de Judá. Este era el lado occidental.

Por el lado sur, la frontera partía desde el extremo de Quiriat-jearim, seguía hacia el oeste y continuaba hacia el manantial Aguas de Neftóaj.

Luego la frontera descendía hasta el extremo del monte que está frente al valle de Ben-hinom, que está al norte del valle de Refaím. Luego descendía al valle de Hinom, hasta la ladera sur de los jebuseos, y seguía descendiendo hasta En-rogel.

Luego doblaba al norte, seguía hasta En-semes, continuaba hasta Gilgal, que está frente a la cuesta de Adumim, y descendía a la piedra de Bohan hijo de Rubén.

Luego la frontera pasaba por el declive norte de Bet-haarabá y descendía hacia el Arabá.

La frontera pasaba por el lado norte de Bet-jogla para terminar en la bahía norte del mar Salado, en la desembocadura del Jordán en el sur. Esta era la frontera sur.

El Jordán era la frontera por el lado oriental. Esta era la heredad de los hijos de Benjamín, según sus clanes, con las fronteras que la rodeaban.

Las ciudades de la tribu de los hijos de Benjamín, según sus clanes, fueron: Jericó, Bet-jogla, Emec-casis,

Bet-haarabá, Zemaraim, Betel,

Avim, Pará, Ofra,

Quefar-haamoní, Ofni y Geba; doce ciudades con sus aldeas.

También Gabaón, Ramá, Beerot,

Mizpa, Cafira, Mozah,

Requem, Irpeel, Tarala,

Zela, Elef, Jebús (que es Jerusalén), Gabaa y Quiriat; catorce ciudades con sus aldeas. Esta era la heredad de los hijos de Benjamín, según sus clanes.

La segunda suerte tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón, según sus clanes. Y su heredad estaba dentro del territorio de los hijos de Judá.

Y les tocó como heredad: Beerseba, Seba, Molada,

Hazar-sual, Bala, Ezem,

Eltolad, Betul, Horma,

Siclag, Bet-hamarcabot, Hazar-susa,

Bet-lebaot y Sarujen; trece ciudades con sus aldeas.

También Ayin, Rimón, Eter y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas.

También todas las aldeas que estaban alrededor de estas ciudades hasta Baalat-beer, que es Ramat-néguev. Esta era la heredad de la tribu de los hijos de Simeón, según sus clanes.

La heredad de los hijos de Simeón fue tomada de la parte de los hijos de Judá, porque la parte de los hijos de Judá era excesiva para ellos. Así, los hijos de Simeón tuvieron su heredad dentro del territorio de aquéllos.

La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón, según sus clanes. La frontera de su heredad llegaba hasta Sarid.

Y por el oeste su frontera subía hacia Marala, y limitaba con Dabeset y con el río que está frente a Jocneam.

De Sarid doblaba hacia el este, donde nace el sol, hasta el territorio de Quislot-tabor; luego seguía hacia Daberat y subía a Jafía.

De allí seguía hacia el este, a Gat-jefer e Ita-cazín, continuaba hacia Rimón y rodeaba Nea.

Después la frontera torcía por el norte hacia Hanatón y terminaba en el valle de Jefteel.

Y también Catat, Nahalal, Simrón, Idala y Belén; doce ciudades con sus aldeas.

Estas ciudades con sus aldeas eran la heredad de los hijos de Zabulón, según sus clanes.

La cuarta suerte tocó a Isacar, a los hijos de Isacar, según sus clanes.

Su territorio abarcaba: Jezreel, Quesulot, Sunem,

Hafaraim, Sihón, Anajarat,

Rabit, Quisión, Abez,

Remet, En-ganim, En-jada y Bet-pases.

La frontera llegaba hasta Tabor, Sajazaim y Bet-semes, y terminaba la frontera en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas.

Estas ciudades con sus aldeas eran la heredad de la tribu de los hijos de Isacar, según sus clanes.

La quinta suerte tocó a la tribu de los hijos de Aser, según sus clanes.

Su territorio abarcaba: Helcat, Halí, Betén, Acsaf,

Alamelec, Amad y Miseal; y por el lado occidental llegaba hasta el Carmelo y Sijor-libnat.

Volvía después hacia donde nace el sol, a Bet-dagón y limitaba con Zabulón y con el valle de Jefteel, al norte; seguía a Bet-haémec y a Neiel; luego continuaba al norte hasta Cabul,

Abdón, Rejob, Hamón, Caná, hasta la gran Sidón.

De allí la frontera volvía hacia Ramá y seguía hasta la ciudad fortificada de Tiro. Después torcía hacia Hosa y terminaba en el mar. También Majaleb, Aczib,

Aco, Afec y Rejob; veintidós ciudades con sus aldeas.

Estas ciudades con sus aldeas eran la heredad de la tribu de los hijos de Aser, según sus clanes.

La sexta suerte tocó a los hijos de Neftalí; a los hijos de Neftalí, según sus clanes.

Su frontera partía desde Helef y desde la encina de Zaananim, y desde Adami-nequeb y Jabneel hasta Lacum, y terminaba en el Jordán.

Luego la frontera volvía al oeste hasta Aznot-tabor. De allí pasaba a Hucoc, y limitaba con Zabulón por el sur, con Aser por el oeste, y con el Jordán, por donde nace el sol.

Y las ciudades fortificadas eran: Sidim, Zer, Hamat, Racat, Quinéret,

Adama, Ramá, Hazor,

Quedes, Edrei, En-hazor,

Irón, Migdalel, Horem, Bet-anat y Bet-semes; diecinueve ciudades con sus aldeas.

Estas ciudades con sus aldeas eran la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí, según sus clanes.

La séptima suerte tocó a la tribu de los hijos de Dan, según sus clanes.

El territorio de su heredad abarcaba Zora, Estaol, Ir-semes,

Saalbín, Ajalón, Jetla,

Elón, Timnat, Ecrón,

Elteque, Gibetón, Baalat,

Jehud, Benei-berac, Gat-rimón.

Mei-hayarcón y Racón, con la región que está enfrente de Jope.

Pero faltó territorio a los hijos de Dan. Por eso, los hijos de Dan subieron y combatieron contra Lesem. Ellos la ocuparon e hirieron a filo de espada; tomaron posesión de ella y habitaron allí. Y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de su padre Dan.

Estas ciudades con sus aldeas eran la heredad de la tribu de los hijos de Dan, según sus clanes.

Después que acabaron de distribuir los territorios de la tierra como heredad, los hijos de Israel dieron una heredad, en medio de ellos, a Josué hijo de Nun.

Según el mandato de Jehovah, le dieron la ciudad que pidió, Timnat-séraj, en la región montañosa de Efraín. Y él reedificó la ciudad y habitó en ella.

Estas son las heredades que el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun y los jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel distribuyeron por sorteo en Silo, delante de Jehovah, a la entrada del tabernáculo de reunión. Y así acabaron de distribuir la tierra.