Consecuencias de la desobediencia
Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Deuteronomio > Consecuencias de la desobediencia (5:28:15 - 5:28:68)
“Pero si no escuchas la voz de Jehovah tu Dios a fin de procurar poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te mando hoy, todas estas maldiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán:
“Maldito serás en la ciudad, y maldito en el campo.
“Malditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
“Malditos serán el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas y el incremento de tus ovejas.
“Maldito serás al entrar, y maldito al salir.
“Jehovah enviará contra ti maldición, turbación y reprensión en todo lo que emprenda tu mano, hasta que seas destruido y perezcas rápidamente a causa de la maldad de tus hechos, por los cuales me habrás abandonado.
“Jehovah hará que se te pegue la peste hasta acabar contigo en la tierra a la cual entras para tomarla en posesión.
Jehovah te herirá con tisis, con fiebre, con inflamación, con calor sofocante, con sequía, con tizón y con añublo, los cuales te perseguirán hasta que perezcas.
Tus cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti será de hierro.
En lugar de lluvia Jehovah dará a tu tierra polvo y ceniza, los cuales descenderán del cielo sobre ti hasta que perezcas.
“Jehovah hará que seas derrotado delante de tus enemigos. Por un camino saldrás hacia ellos, y por siete caminos huirás de ellos. Así serás objeto de horror para todos los reinos de la tierra.
Tu cadáver servirá de comida a todas las aves del cielo y a los animales de la tierra, y no habrá quien los espante.
“Jehovah te afligirá con úlceras de Egipto, con tumores, con sarna y con comezón, de los que no puedas ser sanado.
“Jehovah te afligirá con locura, con ceguera y con confusión de la mente.
Palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no tendrás éxito en tus caminos. Todos los días serás oprimido y robado, sin que haya quien te libre.
Te desposarás con una mujer, y otro hombre dormirá con ella. Edificarás una casa, y no la habitarás. Plantarás una viña, y no la vendimiarás.
Tu buey será matado ante tus ojos, pero no comerás de él. Tu asno será arrebatado delante de ti, y no te será devuelto. Tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.
Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo. Tus ojos lo verán y se desesperarán por ellos todo el día, pero tu mano no podrá hacer nada.
El fruto de tu tierra y de toda tu labor lo comerá un pueblo que no has conocido. Serás oprimido y quebrantado todos los días,
y enloquecerás a causa de lo que verán tus ojos.
“Jehovah te afligirá con úlcera maligna en las rodillas y en las piernas, y desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser sanado.
“Jehovah te llevará a ti, y a tu rey que hayas establecido sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres habéis conocido. Allá rendirás culto a otros dioses de madera y de piedra.
Serás objeto de horror y servirás de refrán y de hazmerreír a todos los pueblos a los cuales te lleve Jehovah.
“Llevarás mucha semilla al campo, pero cosecharás poco; porque la langosta la consumirá.
Plantarás viñas y las cuidarás, pero no recogerás uvas ni beberás vino; porque el gusano se las comerá.
Tendrás olivos por todo tu territorio, pero no te ungirás con aceite; porque tus olivas se caerán.
Engendrarás hijos e hijas, pero no serán para ti; porque serán llevados cautivos.
La langosta tomará posesión de toda tu arboleda y del fruto de tu tierra.
El forastero que habite en medio de ti subirá cada vez más alto que tú, pero tú descenderás cada vez más bajo.
El podrá prestarte a ti, pero tú no podrás prestarle a él. El será la cabeza, y tú serás la cola.
Sobre ti vendrán todas estas maldiciones. Te perseguirán y te alcanzarán hasta que perezcas, porque no habrás escuchado la voz de Jehovah tu Dios, a fin de guardar los mandamientos y los estatutos que él te ha mandado.
Y serán en ti señal y prodigio, y también en tu descendencia, para siempre.
“Por no haber servido a Jehovah tu Dios con alegría y gozo de corazón por la abundancia de todo,
servirás a tus enemigos que Jehovah enviará contra ti, en medio del hambre, de la sed, de la desnudez y de la falta de todas las cosas. El pondrá sobre tu cuello un yugo de hierro, hasta destruirte.
Jehovah traerá, desde el extremo de la tierra, una nación lejana que se abalanzará sobre ti como el águila, una nación cuyo idioma no entiendas,
gente de aspecto fiero, que no respetará al anciano ni tendrá compasión del niño.
Comerá el fruto de tus animales y el fruto de tu tierra hasta que tú perezcas. No dejará para ti el grano, ni el vino nuevo, ni el aceite, ni la cría de tus vacas ni el incremento de tus ovejas, hasta destruirte.
“El te asediará en todas tus ciudades, hasta que en toda tu tierra caigan tus murallas altas y fortificadas en las cuales confías. El te asediará en todas tus ciudades y en toda la tierra que Jehovah tu Dios te haya dado.
En el asedio y en la angustia con que te angustiará tu enemigo, comerás el fruto de tu vientre: la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehovah tu Dios te haya dado.
Aun el hombre más tierno y acostumbrado a los deleites en medio de ti mirará malévolamente a su hermano, a su amada mujer y al resto de sus hijos que queden,
para no compartir con ninguno de ellos la carne de sus hijos que él se comerá. Porque nada le habrá quedado, debido al asedio y a la angustia con que te angustiará tu enemigo en todas tus ciudades.
También la mujer más tierna y acostumbrada a los deleites en medio de ti, que nunca probó asentar la planta de su pie sobre el suelo a causa de su delicadeza y de su ternura, mirará malévolamente a su amado marido, a su hijo y a su hija.
Hasta la placenta que sale de entre sus piernas, y los hijos que dé a luz, se los comerá a escondidas, debido a que faltará todo por causa del asedio y la angustia con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
“Si no cuidas de poner por obra todas las palabras de esta ley, escritas en este libro, temiendo este nombre grande y temible, Jehovah tu Dios,
entonces aumentará Jehovah asombrosamente tus plagas y las plagas de tus descendientes, plagas graves y crónicas, enfermedades malignas y crónicas.
El traerá contra ti todas las enfermedades de Egipto, de las cuales tuviste miedo, y se te pegarán.
Jehovah también enviará sobre ti todas las enfermedades y todas las plagas que no están mencionadas en el libro de esta ley, hasta que seas destruido.
Y después de haber sido tan numerosos como las estrellas del cielo, quedaréis pocos en número, porque no habrás obedecido la voz de Jehovah tu Dios.
“Y sucederá que como Jehovah se gozó en vosotros para haceros el bien y para multiplicaros, así se gozará en vosotros para arruinaros y destruiros. Seréis arrancados de la tierra en la cual entráis para tomarla en posesión.
Jehovah te esparcirá entre todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra. Allí rendiréis culto a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres habéis conocido.
Y entre aquellas naciones no tendrás tranquilidad, ni habrá reposo para la planta de tu pie. Allí te dará Jehovah corazón tembloroso, decaimiento de ojos y desesperación del alma.
Vivirás en constante suspenso; estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
Debido al terror con que serás amedrentado y por lo que verán tus ojos, dirás por la mañana: ¡Oh, si fuera de noche! Y dirás por la noche: ¡Oh, si fuera de mañana!
Y Jehovah te hará volver a Egipto en navíos, por el camino del cual yo te había dicho: ¡Nunca más volveréis a verlo! Allí os ofreceréis en venta a vuestros enemigos como esclavos y esclavas, y no habrá quien os compre.”