Dios promete un profeta como Moisés

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Deuteronomio > Dios promete un profeta como Moisés (5:18:15 - 5:18:22)

Jehovah tu Dios te levantará un profeta como yo de en medio de ti, de entre tus hermanos. A él escucharéis.

Conforme a todo lo que pediste a Jehovah tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehovah mi Dios, ni vuelva yo a ver este gran fuego; no sea que yo muera,

Jehovah me dijo: Está bien lo que han dicho.

Les levantaré un profeta como tú, de entre sus hermanos. Yo pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande.

Y al hombre que no escuche mis palabras que él hablará en mi nombre, yo le pediré cuentas.

Pero el profeta que se atreva a hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.

“Puedes decir en tu corazón: ¿Cómo discerniremos la palabra que Jehovah no ha hablado?

Cuando un profeta hable en el nombre de Jehovah y no se cumpla ni acontezca lo que dijo, ésa es la palabra que Jehovah no ha hablado. Con soberbia la habló aquel profeta; no tengas temor de él.




Las ciudades de refugio

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Deuteronomio > Las ciudades de refugio (5:19:1 - 5:19:14)

“Cuando Jehovah tu Dios extermine las naciones cuya tierra Jehovah tu Dios te da, y tú las desalojes y habites en sus ciudades y en sus casas,

apartarás tres ciudades en medio de la tierra que Jehovah tu Dios te da para que la tomes en posesión.

Arreglarás el camino y dividirás en tres distritos el territorio de tu tierra que Jehovah tu Dios te da en heredad, para que huya allí todo homicida.

“Este es el caso del homicida que puede huir allí para salvar su vida: el que mata a su prójimo por accidente, sin haberle tenido previamente aversión;

como el que va con su prójimo al bosque a cortar leña, y alzando su mano con el hacha para cortar un tronco, se le suelta el hierro del palo y alcanza a su compañero, de modo que éste muere. Aquél podrá huir a una de aquellas ciudades y vivir.

No sea que cuando su corazón arda en ira, el vengador de la sangre persiga al homicida, le alcance por ser largo el camino y le hiera de muerte, a pesar de que aquél no merecía ser condenado a muerte, porque no le había tenido previamente aversión.

“Por tanto, yo te mando diciendo: Aparta para ti tres ciudades.

Y si Jehovah tu Dios ensancha tu territorio, como lo juró a tus padres, y te da toda la tierra que prometió dar a tus padres,

cuando guardes todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy para ponerlos por obra, ames a Jehovah tu Dios y andes en sus caminos todos los días, entonces añadirás para ti tres ciudades más a estas tres.

Así no será derramada sangre inocente en medio de tu tierra que Jehovah tu Dios te da por heredad, de modo que haya sobre ti culpa de sangre.

“Pero si alguien aborrece a su prójimo y le acecha; si se levanta contra él y lo hiere de muerte, y él muere; si huye a alguna de estas ciudades,

los ancianos de su ciudad enviarán a sacarlo de allí. Entonces lo entregarán en manos del vengador de la sangre, y morirá.

Tu ojo no le tendrá lástima; quitarás de Israel la culpa de sangre inocente, y te irá bien.

“No cambiarás de lugar los linderos de tu prójimo, los cuales habrán sido establecidos por los antepasados en la heredad tuya, que recibirás en la tierra que Jehovah tu Dios te da para que tomes posesión de ella.




Leyes sobre el testimonio

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Deuteronomio > Leyes sobre el testimonio (5:19:15 - 5:19:21)

“No prevalecerá un solo testigo contra alguna persona, por cualquier maldad o pecado que haya cometido. Por el testimonio de dos o tres testigos se decidirá un asunto.

“Cuando se levante un testigo falso contra alguien, para acusarle de transgresión,

entonces los dos hombres que están en litigio se presentarán delante de Jehovah, ante los sacerdotes y los jueces que haya en aquellos días.

Los jueces investigarán bien, y si aquel testigo resulta ser falso, por haber testificado falsamente contra su hermano,

le haréis a él lo que él pensó hacer a su hermano. Así quitarás el mal de en medio de ti.

Los que queden lo oirán y temerán, y no volverán a hacer semejante maldad en medio de ti.

Tu ojo no le tendrá lástima. ¡Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie!




Leyes sobre la guerra

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Deuteronomio > Leyes sobre la guerra (5:20:1 - 5:20:20)

“Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos y veas caballos y carros, un pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos, porque contigo está Jehovah tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto.

“Sucederá que cuando os acerquéis para combatir, llegará el sacerdote y hablará al pueblo

diciéndoles: Escucha, Israel: Vosotros os acercáis ahora a la batalla contra vuestros enemigos. No desmaye vuestro corazón. No temáis, ni os turbéis ni os aterroricéis delante de ellos.

Porque Jehovah vuestro Dios va con vosotros, para combatir por vosotros contra vuestros enemigos y para daros la victoria.

“Los oficiales hablarán al pueblo diciendo: ¿Quién ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? ¡Que se vaya y regrese a su casa! No sea que muera en la batalla y algún otro la estrene.

¿Quién ha plantado una viña y aún no ha disfrutado de ella? ¡Que se vaya y regrese a su casa! No sea que muera en la batalla y algún otro la disfrute.

¿Quién se ha desposado con una mujer y todavía no la ha tomado? ¡Que se vaya y regrese a su casa! No sea que muera en la batalla y algún otro la tome.

“Los oficiales volverán a hablar al pueblo y dirán: ¿Hay alguien que sea miedoso y de corazón pusilánime? ¡Que se vaya y regrese a su casa! No sea que haga desfallecer el corazón de sus compañeros, como ocurre con su propio corazón.

Sucederá que cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, designarán a los jefes de los ejércitos al frente del pueblo.

“Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra ella, le propondrás la paz.

Si te responde con paz y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en ella te rendirá tributo laboral, y ellos te servirán.

Pero si no hace la paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás.

Cuando Jehovah tu Dios la entregue en tu mano, matarás a filo de espada a todos sus varones.

Solamente las mujeres, los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín, podrás tomar para ti y comer del botín de tus enemigos que Jehovah tu Dios te entregó.

Harás esto con todas las ciudades que estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones de aquí.

Pero en las ciudades de estos pueblos que Jehovah tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a ninguna persona.

Los destruirás completamente, como Jehovah tu Dios te ha mandado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos.

De esta manera no os enseñarán a imitar todas las abominaciones que ellos hacen para sus dioses, de modo que pequéis contra Jehovah vuestro Dios.

“Cuando sities mucho tiempo alguna ciudad para combatir contra ella, a fin de tomarla, no destruyas su arboleda alzando en ella el hacha, porque de ella podrás comer. No la cortarás; pues, ¿acaso los árboles del campo son hombres para que vengan ante ti con asedio?

Pero podrás destruir y talar el árbol que sabes que no es para comer, con el propósito de construir obras de asedio contra la ciudad que combate contigo, hasta que se rinda.




Expiación de un asesinato cuyo autor se desconoce

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Deuteronomio > Expiación de un asesinato cuyo autor se desconoce (5:21:1 - 5:21:9)

“Si en la tierra que Jehovah tu Dios te da para que la tomes en posesión se halla un muerto tendido en el campo, y se ignora quién lo mató,

entonces tus ancianos y jueces irán, y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto.

Y sucederá que los ancianos de la ciudad más cercana al muerto tomarán una vaquilla que no haya sido aún sometida al trabajo y que no haya llevado yugo.

Los ancianos de aquella ciudad llevarán la ternera abajo, a un arroyo permanente donde no se haya arado ni sembrado, y allí en el arroyo romperán la nuca a la ternera.

“Después se acercarán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehovah tu Dios para que le sirvan y para que bendigan en el nombre de Jehovah. Por el dicho de ellos se decidirá todo pleito o todo daño.

Todos los ancianos de aquella ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la vaquilla desnucada en el arroyo,

y declararán diciendo: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto.

Oh Jehovah, perdona a tu pueblo Israel al cual has redimido. No traigas culpa de sangre inocente en medio de tu pueblo Israel. Así les será perdonada la culpa de sangre.

De este modo eliminarás la culpa por la sangre inocente de en medio de ti, cuando hagas lo recto ante los ojos de Jehovah.