Balaam bendice a Israel

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Números > Balaam bendice a Israel (4:22:41 - 4:24:9)

Sucedió a la mañana siguiente que Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal. Desde allí Balaam vio un extremo del campamento.

Entonces Balaam dijo a Balac: —Edifícame aquí siete altares, y prepárame siete toros y siete carneros.

Balac hizo como le dijo Balaam, y ofrecieron Balac y Balaam un toro y un carnero en cada altar.

Luego dijo Balaam a Balac: —Quédate de pie junto a tu holocausto, y yo me iré; quizás suceda que Jehovah me venga al encuentro. Cualquier cosa que me muestre, te la avisaré. Y él se fue a un cerro.

Luego Dios vino al encuentro de Balaam, y éste le dijo: —Siete altares he preparado, y en cada altar he ofrecido un toro y un carnero como holocausto.

Entonces Jehovah puso palabra en la boca de Balaam y le dijo: —Vuelve a donde está Balac, y háblale así

Después volvió a Balac. Y he aquí que éste estaba de pie junto a su holocausto, él y todos los principales de Moab.

Entonces Balaam pronunció su profecía y dijo: “Desde Siria me trajo Balac, rey de Moab, desde las montañas del oriente. Ven, dijo; maldíceme a Jacob. Ven; condena a Israel.

“¿Cómo he de maldecir a quien Dios no maldice? ¿Y cómo he de condenar al que Jehovah no condena?

Porque desde la cumbre de las peñas lo veo; desde las colinas lo diviso. He aquí un pueblo que ha de habitar solitario y que no ha de ser contado entre las naciones.

¿Quién contará el polvo de Jacob? ¿Quién calculará la polvareda de Israel? ¡Muera yo la muerte de los justos, y sea mi final como el suyo!”

Entonces Balac dijo a Balaam: —¿Qué me has hecho? ¡Te he tomado para que maldigas a mis enemigos, y he aquí tú los has colmado de bendiciones!

El respondió diciendo: —¿Acaso no he de tener cuidado de hablar lo que Jehovah ponga en mi boca?

Entonces Balac le dijo: —Por favor, ven conmigo a otro lugar desde el cual lo puedas ver. Sólo verás un extremo de él; no lo verás todo. Maldícemelo desde allí.

Entonces lo llevó al campo de Zofim, en la cumbre del Pisga, y allí edificó siete altares y ofreció en holocausto un toro y un carnero en cada altar.

Y Balaam dijo a Balac: —Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrarme con él allá.

Entonces Jehovah vino al encuentro de Balaam y puso palabra en su boca, diciéndole: —Vuelve a donde está Balac, y háblale así

Después volvió a Balac, y he aquí que éste estaba de pie junto a su holocausto, y con él los principales de Moab. Y Balac le preguntó: —¿Qué ha dicho Jehovah?

Entonces él pronunció su profecía y dijo: “Balac, levántate y escucha; préstame atención, oh hijo de Zipor.

Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no lo hará? Habló, ¿y no lo cumplirá?

He aquí, yo he recibido la orden de bendecir. El ha bendecido, y no lo puedo revocar.

“El no ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto maldad en Israel. Jehovah su Dios está con él; en medio de él hay júbilo de rey.

Dios, que lo ha sacado de Egipto, es para él como los cuernos de un toro salvaje.

No hay encantamiento contra Jacob, ni adivinación contra Israel. Ahora se dirá de Jacob y de Israel: ¡Lo que Dios ha hecho!

¡He aquí un pueblo que se levanta como leona, que se yergue como león! No se echará hasta que coma la presa y beba la sangre de los que ha matado.”

Entonces Balac dijo a Balaam: —Ya que no lo maldices, ¡por lo menos no lo bendigas!

Luego Balaam respondió y dijo a Balac: —¿No te he dicho que todo lo que Jehovah diga, eso he de hacer?

Y Balac dijo a Balaam: —Por favor, ven; te llevaré a otro lugar. Quizás parezca bien a Dios que me los maldigas desde allí.

Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor que mira hacia Jesimón.

Entonces Balaam dijo a Balac: —Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete toros y siete carneros.

Balac hizo como le dijo Balaam, y ofreció un toro y un carnero en cada altar.

Cuando Balaam vio que a Jehovah le parecía bien que bendijese a Israel, no fue como las otras veces en busca de encantamientos, sino que afirmó su rostro hacia el desierto.

Balaam alzó sus ojos y vio a Israel acampado según sus tribus, y el Espíritu de Dios vino sobre él.

Entonces pronunció su profecía y dijo: “Dice Balaam hijo de Beor, dice el hombre cuyo ojo es perfecto;

dice el que escucha los dichos de Dios, el que ve visión del Todopoderoso, caído, pero con los ojos abiertos:

“¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob; tus moradas, oh Israel!

Se extienden como vegas, como huertos junto al río, como áloes plantados por Jehovah, como cedros junto a las aguas.

El agua correrá de sus baldes; su simiente tendrá agua en abundancia. Su rey será más grande que Agag; su reino será enaltecido.

“Dios que lo ha sacado de Egipto es para él como los cuernos de un toro salvaje. Devorará a las naciones enemigas; desmenuzará sus huesos y las destrozará con sus flechas.

Se agacha y se echa cual león; y como leona, ¿quién lo despertará? ¡Benditos sean los que te bendigan, y malditos los que te maldigan!”




Profecía de Balaam

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Números > Profecía de Balaam (4:24:10 - 4:24:25)

Entonces se encendió el furor de Balac contra Balaam, y dando palmadas Balac dijo a Balaam: —¡Yo te he llamado para que maldigas a mis enemigos, y he aquí tú los has colmado de bendiciones estas tres veces!

¡Ahora lárgate a tu lugar! Yo dije que te llenaría de honores, pero he aquí Jehovah te ha privado de honores.

Y Balaam respondió a Balac: —¿Acaso no hablé yo a tus mensajeros que me enviaste, diciendo:

“Aunque Balac me diera su casa llena de plata y de oro, yo no podría transgredir el mandato de Jehovah, para hacer cosa alguna, buena ni mala, por mi propia voluntad, y que sólo lo que Jehovah dijera, eso diría yo”?

Ahora, he aquí me voy a mi pueblo. Por tanto, ven, te advertiré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los últimos días.

Entonces pronunció su profecía y dijo: “Dice Balaam hijo de Beor, dice el hombre cuyo ojo es perfecto;

dice el que escucha los dichos de Dios, el que tiene el conocimiento del Altísimo; el que ve visión del Todopoderoso, caído, pero con los ojos abiertos:

“Yo lo veré, pero no ahora; lo contemplaré, pero no de cerca: Una estrella saldrá de Jacob, se levantará un cetro de Israel. Aplastará las sienes de Moab y los cráneos de todos los hijos de Set.

También Edom será conquistada; Seír será conquistada por sus enemigos. Pero Israel hará proezas;

uno de Jacob dominará y destruirá a los sobrevivientes de la ciudad.”

Al ver a Amalec, pronunció su profecía y dijo: “Amalec fue la primera de las naciones, pero su final será destrucción.”

Al ver a los queneos, pronunció su profecía y dijo: “Firme es tu habitación, y pones en la peña tu nido.

Pero los queneos serán destruidos. ¿Para cuándo Asiria te tomará cautivo?”

Luego pronunció su profecía y dijo: “¡Ay! ¿Quién vivirá cuando Dios haga esto?

Saldrán naves de la costa de Quitim, que humillarán a Asiria, y humillarán a Heber; pero también él vendrá a destrucción.”

Entonces Balaam se levantó y se fue de regreso a su tierra. También Balac se fue por su camino.




Israel acude a Baal-peor

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Números > Israel acude a Baal-peor (4:25:1 - 4:25:18)

Israel acampó en Sitim, y el pueblo empezó a prostituirse con las mujeres de Moab,

las cuales invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y éste comió y se postró ante sus dioses.

Israel se adhirió al Baal de Peor, y el furor de Jehovah se encendió contra Israel.

Jehovah dijo a Moisés: “Toma a todos los jefes del pueblo y ahórcalos a la luz del sol, delante de Jehovah. Así se apartará de Israel el furor de la ira de Jehovah.”

Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: “Cada uno mate a los hombres suyos que se han adherido al Baal de Peor.”

He aquí que un hombre de los hijos de Israel vino trayendo una mujer madianita ante sus hermanos, a la vista de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras ellos lloraban a la entrada del tabernáculo de reunión.

Al verlo Fineas hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó de en medio de la congregación, tomó una lanza en su mano

y fue tras el israelita a la tienda. Y atravesó a ambos con su lanza, al israelita y a la mujer, por su vientre. Así cesó la mortandad entre los hijos de Israel.

Los que murieron en la mortandad fueron 24.000.

Entonces Jehovah habló a Moisés diciendo:

“Fineas hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho que mi furor se aparte de los hijos de Israel, manifestando entre ellos mi celo. Por eso yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.

Por tanto digo: Yo le concedo mi pacto de paz.

El y su descendencia después de él tendrán un pacto de sacerdocio perpetuo, porque tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.”

El nombre del israelita que fue muerto con la madianita era Zimri hijo de Salú, dirigente de una casa paterna de Simeón.

El nombre de la mujer madianita muerta era Cozbi hija de Zur, el cual era jefe de la gente de una casa paterna de Madián.

Entonces Jehovah habló a Moisés diciendo:

“Hostilizaréis a los madianitas y los mataréis,

porque con sus ardides os hostilizaron y os engañaron en el asunto de Peor y en el de Cozbi, hermana de ellos, hija de un príncipe de Madián, la cual fue muerta el día de la mortandad a causa del asunto de Peor.”




Censo del pueblo en Moab

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Números > Censo del pueblo en Moab (4:26:1 - 4:26:51)

Aconteció después de la mortandad que Jehovah habló a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, diciendo:

“Haced un censo de toda la congregación de los hijos de Israel, de 20 años para arriba, según sus casas paternas, de todos los que en Israel puedan ir a la guerra.”

Moisés y el sacerdote Eleazar les hablaron en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo:

“Contad al pueblo de 20 años para arriba, como Jehovah ha mandado a Moisés.” Los hijos de Israel que habían salido de la tierra de Egipto fueron:

Rubén, primogénito de Israel. Los hijos de Rubén fueron: de Enoc, el clan de los enoquitas; de Falú, el clan de los faluitas;

de Hesrón, el clan de los hesronitas; de Carmi, el clan de los carmitas.

Estos son los clanes de los rubenitas. Los contados de ellos fueron 43.730.

Hijo de Falú fue Eliab,

y los hijos de Eliab fueron: Nemuel, Datán y Abiram. Estos, Datán y Abiram, eran los nombrados de la congregación que contendieron contra Moisés y Aarón, con el grupo de Coré, cuando contendieron contra Jehovah;

y la tierra abrió su boca y se los tragó a ellos y a Coré. Y los de aquel grupo murieron cuando el fuego consumió a 250 hombres, los cuales sirvieron de escarmiento,

aunque los hijos de Coré no murieron.

Los hijos de Simeón según sus clanes fueron: de Nemuel, el clan de los nemuelitas; de Jamín, el clan de los jaminitas; de Jaquín, el clan de los jaquinitas;

de Zéraj, el clan de los zerajitas; de Saúl, el clan de los saulitas.

Estos son los clanes de los simeonitas: 22.200.

Los hijos de Gad según sus clanes fueron: de Zefón, el clan de los zefonitas; de Hagui, el clan de los haguitas; de Suni, el clan de los sunitas;

de Ozni, el clan de los oznitas; de Eri, el clan de los eritas;

de Arod, el clan de los aroditas; de Areli, el clan de los arelitas.

Estos son los clanes de los hijos de Gad, según los que fueron contados de ellos: 40.500.

Los hijos de Judá fueron Er y Onán. Pero Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.

Los hijos de Judá según sus clanes fueron: de Sela, el clan de los selanitas; de Fares, el clan de los faresitas; de Zéraj, el clan de los zerajitas.

Los hijos de Fares fueron: de Hesrón, el clan de los hesronitas; de Hamul, el clan de los hamulitas.

Estos son los clanes de Judá, según los que fueron contados de ellos: 76.500.

Los hijos de Isacar según sus clanes fueron: de Tola, el clan de los tolaítas; de Fúa, el clan de los fuaítas;

de Jasub, el clan de los jasubitas; de Simrón, el clan de los simronitas.

Estos son los clanes de Isacar, según los que fueron contados de ellos: 64.300.

Los hijos de Zabulón según sus clanes fueron: de Sered, el clan de los sereditas; de Elón, el clan de los elonitas; de Yajleel, el clan de los yajlelitas.

Estos son los clanes de los zabulonitas, según los que fueron contados de ellos: 60.500.

Los hijos de José según los clanes de Manasés y de Efraín:

Los hijos de Manasés fueron: de Maquir, el clan de los maquiritas. Maquir engendró a Galaad, y de Galaad es el clan de los galaditas.

Estos fueron los hijos de Galaad: de Jezer, el clan de los jezeritas; de Helec, el clan de los helequitas;

de Azriel, el clan de los azrielitas; de Siquem, el clan de los siquemitas;

de Semida, el clan de los semidaítas; de Hefer, el clan de los heferitas.

Zelofejad hijo de Hefer no tuvo hijos sino sólo hijas. Los nombres de las hijas de Zelofejad fueron Majla, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.

Estos son los clanes de Manasés, y los contados de ellos fueron 52.700.

Y éstos fueron los hijos de Efraín según sus clanes: de Sutélaj, el clan de los sutelajitas; de Bequer, el clan de los bequeritas; de Taján, el clan de los tajanitas.

Estos fueron los hijos de Sutélaj: de Herán, el clan de los heranitas.

Estos son los clanes de los hijos de Efraín, según los que fueron contados de ellos: 32.500. Estos son los hijos de José según sus clanes.

Los hijos de Benjamín según sus clanes fueron: de Bela, el clan de los belaítas; de Asbel, el clan de los asbelitas; de Ajiram, el clan de los ajiramitas;

de Sufam, el clan de los sufamitas; de Hufam, el clan de los hufamitas.

Los hijos de Bela fueron Ard y Naamán. De Ard fue el clan de los arditas; y de Naamán, el clan de los namanitas.

Estos son los hijos de Benjamín según sus clanes, y los contados de ellos eran 45.600.

Estos fueron los hijos de Dan según sus clanes: de Sujam, el clan de los sujamitas. Estos fueron los clanes de Dan según sus clanes:

Todos los clanes de los sujamitas, según los que fueron contados de ellos: 64.400.

Los hijos de Aser según sus clanes fueron: de Imna, el clan de los imnaítas; de Isvi, el clan de los isvitas; de Bería, el clan de los beriaítas.

Los hijos de Bería fueron: de Heber, el clan de los heberitas; de Malquiel, el clan de los malquielitas.

El nombre de la hija de Aser fue Séraj.

Estos son los clanes de los hijos de Aser, según los que fueron contados de ellos: 53.400.

Los hijos de Neftalí según sus clanes fueron: de Yajzeel, el clan de los yajzelitas; de Guni, el clan de los gunitas;

de Jeser, el clan de los jeseritas; de Silem, el clan de los silemitas.

Estos son los clanes de Neftalí según sus clanes, y los contados de ellos eran 45.400.

Estos fueron los contados de los hijos de Israel: 601.730.




Orden para la repartición de la tierra

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Números > Orden para la repartición de la tierra (4:26:52 - 4:26:56)

Jehovah habló a Moisés diciendo:

“Entre éstos será repartida la tierra como heredad, según la lista de los nombres.

Al más numeroso darás más heredad y al menos numeroso darás menos heredad. A todos se les dará su herencia, a cada uno según el número de los contados.

Pero la tierra será repartida por sorteo, y recibirán heredad según los nombres de las tribus de sus padres.

Conforme al sorteo será repartida su heredad entre el más numeroso y el menos numeroso.”