El joven rico
Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > El joven rico (42:18:18 - 42:18:30)
Le preguntó cierto hombre principal, diciendo: —Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna?
Y Jesús le dijo: —¿Por qué me llamas “bueno”? Ninguno es bueno, sino sólo uno, Dios.
Tú conoces los mandamientos: No cometas adulterio, no cometas homicidio, no robes, no digas falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.
Entonces él dijo: —Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
Jesús, al oírlo, le dijo: —Aún te falta una cosa: Vende todo lo que tienes y repártelo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces él, al oír estas cosas, se entristeció mucho, porque era muy rico.
Jesús, al ver que se había entristecido mucho, dijo: —¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Porque más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.
Los que oyeron esto dijeron: —¿Y quién podrá ser salvo?
El les dijo: —Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
Entonces Pedro dijo: —He aquí, nosotros hemos dejado lo nuestro y te hemos seguido.
Y él les dijo: —De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por causa del reino de Dios,
que no haya de recibir muchísimo más en este tiempo, y en la edad venidera, la vida eterna.