Jesús sana a la suegra de Pedro

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Jesús sana a la suegra de Pedro (42:4:38 - 42:4:39)

Levantándose Jesús, se apartó de la sinagoga y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón estaba postrada con una fuerte fiebre, y le rogaron por ella.

El se inclinó hacia ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre la dejó; y en seguida ella se levantó y comenzó a servirles.




Muchos sanados al ponerse el sol

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Muchos sanados al ponerse el sol (42:4:40 - 42:4:41)

Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas dolencias los trajeron a él. Y él, al poner las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

Y también de muchos salían demonios, dando gritos y diciendo: “¡Tú eres el Hijo de Dios!” Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque ellos sabían que él era el Cristo.




Jesús recorre Galilea predicando

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Jesús recorre Galilea predicando (42:4:42 - 42:4:44)

Siendo ya de día, salió y se fue a un lugar desierto, y las multitudes le buscaban. Acudieron a él y le detenían para que no se apartara de ellos.

Pero él les dijo: “Me es necesario anunciar el evangelio del reino de Dios a otras ciudades también, porque para esto he sido enviado.”

E iba predicando por las sinagogas de Galilea.




La pesca milagrosa

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > La pesca milagrosa (42:5:1 - 42:5:11)

Aconteció que, mientras las multitudes se agolpaban sobre él y escuchaban la palabra de Dios, Jesús estaba de pie junto al lago de Genesaret,

y vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes.

Al entrar él en una de las barcas, la cual pertenecía a Simón, pidió a éste que la apartase de tierra un poco. Luego se sentó y enseñaba a las multitudes desde la barca.

Cuando acabó de hablarles, dijo a Simón: —Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.

Simón le respondió y dijo: —Maestro, toda la noche hemos trabajado duro y no hemos pescado nada. Pero por tu palabra echaré la red.

Cuando lo hicieron, atraparon una gran cantidad de peces, y sus redes se rompían.

Hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de manera que se hundían.

Y Simón Pedro, al verlo, cayó de rodillas ante Jesús exclamando: —¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!

Por la pesca que habían logrado, el temor se apoderó de Pedro y de todos los que estaban con él,

y de igual manera de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Entonces Jesús dijo a Simón: —No temas; de aquí en adelante estarás pescando hombres.

Después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y le siguieron.




Jesús sana a un leproso

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Jesús sana a un leproso (42:5:12 - 42:5:16)

Aconteció que, estando Jesús en una de las ciudades, he aquí había un hombre lleno de lepra. El vio a Jesús, y postrándose sobre su rostro, le rogó diciendo: —Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Entonces extendió la mano y le tocó diciendo: —Quiero. ¡Sé limpio! Al instante la lepra desapareció de él.

Y Jesús le mandó que no se lo dijera a nadie; más bien, le dijo: —Vé y muéstrate al sacerdote y da por tu purificación la ofrenda que mandó Moisés, para testimonio a ellos.

Sin embargo, su fama se extendía cada vez más, y se juntaban a él muchas multitudes para oírle y para ser sanadas de sus enfermedades.

Pero él se apartaba a los lugares desiertos y oraba.