Cómo se debe perdonar al hermano

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Cómo se debe perdonar al hermano (40:18:15 - 40:21:46)

Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé, amonéstale a solas entre tú y él. Si él te escucha, has ganado a tu hermano.

Pero si no escucha, toma aún contigo uno o dos, para que todo asunto conste según la boca de dos o tres testigos.

Y si él no les hace caso a ellos, dilo a la iglesia; y si no hace caso a la iglesia, tenlo por gentil y publicano.

De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra habrá sido atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra habrá sido desatado en el cielo.

Otra vez os digo que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidan, les será hecha por mi Padre que está en los cielos.

Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Entonces Pedro se acercó y le dijo: —Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí y yo le perdonaré? ¿Hasta siete veces?

Pero buscando cómo echarle mano, temieron al pueblo; porque le tenía por profeta.




Parábola de la fiesta de bodas

Imagen Parábola de la fiesta de bodas 1
Enviado por Flor

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Parábola de la fiesta de bodas (40:22:1 - 40:22:14)

Jesús respondió y les volvió a hablar en parábolas diciendo:

—El reino de los cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas para su hijo.

Envió a sus siervos para llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no querían venir.

Volvió a enviar otros siervos, diciendo: “Decid a los invitados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido matados, y todo está preparado. Venid a las bodas.”

Pero ellos no le hicieron caso y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio;

y los otros tomaron a sus siervos, los afrentaron y los mataron.

El rey se enojó, y enviando sus tropas mató a aquellos asesinos y prendió fuego a su ciudad.

Entonces dijo a sus siervos: “El banquete, a la verdad, está preparado, pero los invitados no eran dignos.

Id, pues, a las encrucijadas de los caminos y llamad al banquete de bodas a cuantos halléis.”

Aquellos siervos salieron por los caminos y reunieron a todos los que hallaron, tanto buenos como malos; y el banquete de bodas estuvo lleno de convidados.

Pero cuando entró el rey para ver a los convidados y vio allí a un hombre que no llevaba ropa de bodas,

le dijo: “Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin llevar ropa de bodas?” Pero él quedó mudo.

Entonces el rey dijo a los que servían: “Atadle los pies y las manos y echadle en las tinieblas de afuera.” Allí habrá llanto y crujir de dientes;

porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos.




La cuestión del tributo

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > La cuestión del tributo (40:22:15 - 40:22:22)

Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo podrían enredarle en alguna palabra.

Después enviaron a él discípulos de ellos, junto con los herodianos, diciendo: —Maestro, sabemos que eres hombre de verdad, que enseñas el camino de Dios con verdad y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres.

Dinos, pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar tributo al César, o no?

Pero Jesús, entendiendo la malicia de ellos, les dijo: —¿Por qué me probáis, hipócritas?

Mostradme la moneda del tributo. Ellos le presentaron un denario.

Entonces él les dijo: —¿De quién es esta imagen y esta inscripción?

Le dijeron: —Del César. Entonces él les dijo: —Por tanto, dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

Al oír esto, se maravillaron; y dejándole, se fueron.




La pregunta sobre la resurrección

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > La pregunta sobre la resurrección (40:22:23 - 40:22:33)

Aquel día se le acercaron unos saduceos, quienes dicen que no hay resurrección, y le preguntaron diciendo:

—Maestro, Moisés dijo: Si alguno muere sin tener hijos, su hermano se casará con su mujer y levantará descendencia a su hermano.

Había, pues, siete hermanos entre nosotros. El primero tomó mujer y murió, y como no tenía descendencia, dejó su mujer a su hermano.

De la misma manera sucedió también con el segundo y el tercero, hasta los siete.

Después de todos, murió también la mujer.

En la resurrección, puesto que todos la tuvieron, ¿de cuál de los siete será mujer?

Entonces respondió Jesús y les dijo: —Erráis porque no conocéis las Escrituras, ni tampoco el poder de Dios;

porque en la resurrección no se casan ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles que están en el cielo.

Y acerca de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios?

Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

Al oír esto, las multitudes estaban atónitas de su doctrina.




El gran mandamiento

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > El gran mandamiento (40:22:34 - 40:22:40)

Entonces los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron de común acuerdo.

Uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó para probarle:

—Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?

Jesús le dijo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.

Este es el grande y el primer mandamiento.

Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.