Lo que contamina al hombre
Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Lo que contamina al hombre (40:15:1 - 40:15:20)
Entonces se acercaron a Jesús unos fariseos y escribas de Jerusalén, diciendo:
—¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan.
El les respondió diciendo: —¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por causa de vuestra tradición?
Porque Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y El que maldiga a su padre o a su madre muera irremisiblemente.
Pero vosotros decís que cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Aquello con que hubieras sido beneficiado es mi ofrenda a Dios,”
no debe honrar a su padre. Así habéis invalidado la palabra de Dios por causa de vuestra tradición.
¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros diciendo:
Este pueblo me honra de labios, pero su corazón está lejos de mí.
Y en vano me rinden culto, enseñando como doctrina los mandamientos de hombres.
Entonces, llamando a sí a la multitud, les dijo: —¡Oíd y entended!
Lo que entra en la boca no contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Entonces se acercaron los discípulos y le dijeron: —¿Sabes que los fariseos se ofendieron al oír esas palabras?
Pero él respondió y dijo: —Toda planta que no plantó mi Padre celestial será desarraigada.
Dejadlos. Son ciegos guías de ciegos. Pero si el ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo.
Respondió Pedro y le dijo: —Explícanos esta parábola.
Jesús dijo: —¿También vosotros carecéis de entendimiento?
¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago y sale a la letrina?
Pero lo que sale de la boca viene del corazón, y eso contamina al hombre.
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las inmoralidades sexuales, los robos, los falsos testimonios y las blasfemias.
Estas cosas son las que contaminan al hombre, pero el comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.