El juicio de las naciones

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > El juicio de las naciones (40:25:31 - 40:25:46)

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria;

y todas las naciones serán reunidas delante de él. El separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos;

y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis;

estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.”

Entonces los justos le responderán diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber?

¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o desnudo y te vestimos?

¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y fuimos a ti?”

Y respondiendo el Rey les dirá: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”

Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;

fui forastero, y no me recibisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.”

Entonces le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?”

Entonces les responderá diciendo: “De cierto os digo, que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco lo hicisteis a mí.”

Entonces irán éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.




El complot para prender a Jesús

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > El complot para prender a Jesús (40:26:1 - 40:26:5)

Aconteció que, cuando Jesús terminó todas estas palabras, dijo a sus discípulos:

“Sabéis que después de dos días se celebra la Pascua, y el Hijo del Hombre va a ser entregado para ser crucificado.”

Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás,

y consultaron entre sí para prender a Jesús por engaño y matarle.

Pero decían: “No lo hagamos en la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.”




Jesús es ungido en Betania

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Jesús es ungido en Betania (40:26:6 - 40:26:13)

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,

vino a él una mujer trayendo un frasco de alabastro con perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras estaba sentado a la mesa.

Al verlo, sus discípulos se indignaron y dijeron: —¿Para qué este desperdicio?

Porque esto podría haberse vendido a un gran precio y haberse dado a los pobres.

Como Jesús se dio cuenta, les dijo: —¿Por qué molestáis a la mujer? Pues ha hecho una buena obra conmigo.

Porque siempre tenéis a los pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis.

Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella lo hizo para prepararme para la sepultura.

De cierto os digo que dondequiera que este evangelio sea predicado en todo el mundo, también será contado lo que esta mujer ha hecho, para memoria de ella.




Judas ofrece entregar a Jesús (San Mateo)

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Judas ofrece entregar a Jesús (40:26:14 - 40:26:16)

Entonces, uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes

y les dijo: —¿Qué me queréis dar? Y yo os lo entregaré. Ellos le asignaron treinta piezas de plata;

y desde entonces él buscaba la oportunidad para entregarle.




Institución de la Cena del Señor

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Institución de la Cena del Señor (40:26:17 - 40:26:29)

El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús diciendo: —¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua?

El dijo: —Id a la ciudad, a cierto hombre, y decidle: “El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.”

Los discípulos hicieron como Jesús les mandó y prepararon la Pascua.

Al atardecer, él estaba sentado a la mesa con los doce,

y mientras comían, dijo: —De cierto os digo que uno de vosotros me va a entregar.

Entristecidos en gran manera, comenzaron a preguntarle, uno por uno: —¿Acaso seré yo, Señor?

Entonces respondiendo él dijo: —El que mete la mano conmigo en el plato, éste me entregará.

A la verdad, el Hijo del Hombre va, tal como está escrito de él. Pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado el Hijo del Hombre! Bueno le fuera a aquel hombre no haber nacido.

Y respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: —¿Acaso seré yo, Maestro? Le dijo: —Tú lo has dicho.

Mientras ellos comían, Jesús tomó pan y lo bendijo; lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: —Tomad; comed. Esto es mi cuerpo.

Tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: —Bebed de ella todos;

porque esto es mi sangre del pacto, la cual es derramada para el perdón de pecados para muchos.

Pero os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba he soñado!