Los labradores malvados

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Los labradores malvados (40:21:33 - 40:11:24)

Oíd otra parábola: Había un hombre, dueño de un campo, quien plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se fue lejos.

Pero cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos.

Y los labradores, tomando a sus siervos, a uno hirieron, a otro mataron y a otro apedrearon.

El envió de nuevo otros siervos, en mayor número que los primeros, y les hicieron lo mismo.

Por último, les envió a su hijo, diciendo: “Tendrán respeto a mi hijo.”

Pero al ver al hijo, los labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero. Venid, matémosle y tomemos posesión de su herencia.”

Le prendieron, le echaron fuera de la viña y le mataron.

Ahora bien, cuando venga el señor de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?

Le dijeron: —A los malvados los destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, quienes le pagarán el fruto a su tiempo.

Jesús les dijo: —¿Nunca habéis leído en las Escrituras? La piedra que desecharon los edificadores, ésta fue hecha cabeza del ángulo. De parte del Señor sucedió esto, y es maravilloso en nuestros ojos.

Por esta razón os digo que el reino de Dios será quitado de vosotros y será dado a un pueblo que producirá los frutos del reino.

El que caiga sobre esta piedra será quebrantado, y desmenuzará a cualquiera sobre quien ella caiga.

Al oír sus parábolas, los principales sacerdotes y los fariseos entendieron que él hablaba de ellos.

Pero os digo que en el día del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de Sodoma, que para ti.”




Venid a mí y descansad

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Venid a mí y descansad (40:11:25 - 40:11:30)

En aquel tiempo Jesús respondió y dijo: “Te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.

Sí, Padre, porque así te agradó.

“Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce bien al Hijo, sino el Padre. Nadie conoce bien al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

“Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar.

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”




Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

Imagen Los discípulos recogen espigas en el día de reposo 1

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Los discípulos recogen espigas en el día de reposo (40:12:1 - 40:12:8)

En ese tiempo, Jesús pasó por los sembrados en sábado. Sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer.

Y al verlo los fariseos, le dijeron: —Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el sábado.

El les dijo: —¿No habéis leído qué hizo David cuando tuvo hambre él y los que estaban con él;

cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la Presencia, cosa que no les era lícito comer ni a él ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes?

¿Tampoco habéis leído en la ley que en los sábados los sacerdotes en el templo profanan el sábado y quedan sin culpa?

Pero os digo que uno mayor que el templo está aquí.

Si hubierais conocido qué significa Misericordia quiero y no sacrificio, no habríais condenado a los que no tienen culpa.

Porque el Hijo del Hombre es Señor del sábado.




El hombre de la mano seca

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > El hombre de la mano seca (40:12:9 - 40:12:14)

Partió de allí y fue a la sinagoga de ellos.

Y he aquí había un hombre que tenía la mano paralizada; y para acusar a Jesús, le preguntaron diciendo: —¿Es lícito sanar en sábado?

Pero él les dijo: —¿Qué hombre hay entre vosotros que tenga una oveja, que si ésta cae en un pozo en sábado, no le echará mano y la sacará?

Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! De manera que es lícito hacer bien en sábado.

Entonces dijo a aquel hombre: —Extiende tu mano. El la extendió, y su mano fue restaurada sana como la otra.

Pero saliendo los fariseos, tomaron consejo contra él, cómo destruirlo.




El siervo escogido

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > El siervo escogido (40:12:15 - 40:12:21)

Como Jesús lo supo, se apartó de allí. Le siguió mucha gente, y a todos los sanó.

Y les mandó rigurosamente que no lo dieran a conocer,

para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, que dijo:

He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará juicio a las naciones.

No contenderá, ni dará voces; ni oirá nadie su voz en las plazas.

La caña cascada no quebrará, y la mecha que humea no apagará, hasta que saque a triunfo el juicio.

Y en su nombre las naciones pondrán su esperanza.