Destrucción total de Nínive

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Nahúm > Destrucción total de Nínive (34:2:13 - 34:3:19)

“He aquí que yo estoy contra ti, dice Jehovah de los Ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y la espada devorará a tus leoncillos. Raeré tu presa de la tierra, y nunca más se volverá a escuchar la voz de tus mensajeros.”

¡Ay de la ciudad sanguinaria! Toda ella es engaño; está llena de pillaje y de incesante rapiña.

Viene sonido de látigo, estruendo de ruedas, caballos galopando, carros que rebotan,

jinetes que avanzan, resplandor de espada y fulgor de lanza. Habrá gran número de muertos y multitud de cadáveres. Tan numerosos serán sus cuerpos, que tropezarán en ellos.

Esto sucederá debido a la multitud de las fornicaciones de la prostituta, de bella apariencia y experta en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones y a los pueblos con sus hechizos.

“¡Heme aquí, yo estoy contra ti!, dice Jehovah de los Ejércitos. Te levantaré la falda hasta la cara y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu ignominia.

Echaré sobre ti inmundicias; te trataré con desdén y te pondré por espectáculo.

Sucederá que todos los que te vean huirán de ti. Y dirán: ¡Nínive ha sido destruida! ¿Quién se compadecerá de ella? ¿Dónde le habré de buscar consoladores?”

¿Eres acaso mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte y muralla era una concentración de aguas?

Etiopía y Egipto eran su poderío ilimitado; Fut y los libios acudían en su ayuda.

También ella partió al destierro; fue llevada en cautiverio. También sus pequeñitos fueron estrellados en los cruces de las calles. Sobre sus nobles echaron suertes, y todos sus grandes fueron aprisionados con grillos.

Tú también serás embriagada. Estarás oculta; también tú buscarás refugio por causa del enemigo.

Todas las fortificaciones son como higueras cargadas de higos: Si las sacuden, caerán en la boca del que los ha de comer.

He aquí que tu pueblo en medio de ti es como las mujeres. Las puertas de tu tierra serán abiertas de par en par a tus enemigos; el fuego consumirá tus cerrojos.

Provéete de agua para el asedio; refuerza tus fortalezas. Entra en el lodo; pisa el barro; toma el molde de hacer ladrillos.

Allí te devorará el fuego, y la espada te exterminará como devora la langosta. ¡Multiplícate como el saltón! ¡Multiplícate como la langosta!

Aumentaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo. Como langostas desplegaron las alas y volaron.

Tus oficiales serán como saltamontes, y tus capitanes como enjambre de langostas que se asientan sobre los vallados en un día de frío, y que salido el sol huyen, y su lugar no se conoce más.

¡Se han dormido tus pastores, oh rey de Asiria; han reposado tus valientes! Tu pueblo se ha dispersado por los montes, y no hay quien lo reúna.

No hay medicina para tu quebranto; tu llaga es incurable. Todos los que oyen de tu fama aplaudirán a causa de ti, porque ¿sobre quién no ha pasado de continuo tu maldad?




Habacuc se queja de injusticia

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Habacuc > Habacuc se queja de injusticia (35:1:1 - 35:1:4)

La profecía que vio el profeta Habacuc.

—¿Hasta cuándo, oh Jehovah, clamaré, y no oirás? ¿Hasta cuándo daré voces a ti diciendo: “¡Violencia!,” sin que tú libres?

¿Por qué me muestras la iniquidad y me haces ver la aflicción? He aquí que surgen pleitos y contiendas; la destrucción y la violencia están delante de mí.

La ley pierde su poder, y el derecho no prevalece; porque el impío cerca al justo. Por eso sale torcida la justicia.




Los caldeos castigarán a Judá

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Habacuc > Los caldeos castigarán a Judá (35:1:5 - 35:1:11)

—Observad entre las naciones y mirad. Quedaos asombrados y atónitos, porque yo haré en vuestros días algo que aun si se os contase, no lo creeríais.

He aquí que levanto a los caldeos, pueblo furioso e impetuoso que marcha por la anchura de la tierra, para tomar posesión de los lugares habitados que no le pertenecen.

Será temible y terrible. De sí mismo derivará su derecho y su dignidad.

Sus caballos serán más veloces que leopardos y más ágiles que lobos vespertinos. Sus jinetes se dispersarán haciendo cabriolas. Vendrán de lejos, volarán como águilas que se apresuran a devorar.

Todo este pueblo vendrá para hacer violencia. Todos sus rostros se dirigen hacia adelante, y reunirán cautivos como arena.

Se mofará de los reyes y hará burla de los príncipes. Se burlará de toda fortificación; levantará terraplenes y la tomará.

Entonces su espíritu pasará y se acabará; devolverá a su dios esta su fuerza.




Protesta de Habacuc

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Habacuc > Protesta de Habacuc (35:1:12 - 35:1:17)

—¿Acaso no eres tú desde el principio, oh Jehovah, Dios mío y Santo mío? ¡No moriremos! Oh Jehovah, para juicio pusiste a los caldeos; tú, oh Roca, los has establecido para castigar.

Eres demasiado limpio como para mirar el mal; tú no puedes ver el agravio. ¿Por qué, pues, contemplas a los traidores y callas cuando el impío destruye al más justo que él?

Permites que los hombres sean como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne.

A todos saca con anzuelo; los atrapa en su red y los junta en su malla, por lo cual se alegra y se regocija.

Por eso rinde sacrificios a su red y ofrece incienso a su malla; porque gracias a ellas incrementa su porción y hace suculenta su comida.

Por eso sigue vaciando su red para volver a matar continuamente y sin piedad a las naciones.




Jehová responde a Habacuc

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Habacuc > Jehová responde a Habacuc (35:2:1 - 35:2:5)

En mi guardia estaré de pie y sobre la fortaleza estaré firme. Vigilaré para ver qué dirá y qué tiene que responder a mi queja.

Entonces Jehovah me respondió diciendo: —Escribe la visión y grábala claramente en tablas, para que corra el que las lea.

Aunque por un tiempo la visión tarde en cumplirse, al fin ella hablará y no defraudará. Aunque tarde, espéralo; pues sin duda vendrá y no tardará.

He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá.

Y aunque el traidor se enriquezca, no prosperará el hombre arrogante. Ensanchará su garganta como el Seol; será como la muerte y no se saciará. Reúne hacia él todas las naciones; congrega hacia él todos los pueblos.