Complot contra Jeremías

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Complot contra Jeremías (24:11:18 - 24:11:23)

Jehovah me lo hizo saber, y lo supe; me hizo ver las obras de ellos.

Pero yo era como un cordero manso que llevan a degollar, pues no entendía que contra mí maquinaban planes diciendo: “Eliminemos el árbol en su vigor. Cortémoslo de la tierra de los vivientes, y nunca más sea recordado su nombre.”

Pero, oh Jehovah de los Ejércitos, que juzgas con justicia y escudriñas la conciencia y el corazón, deja que yo vea tu venganza contra ellos; porque ante ti he expuesto mi causa.

Por tanto, así ha dicho Jehovah acerca de los hombres de Anatot que buscan mi vida y dicen: “No profetices en nombre de Jehovah, para que no mueras por nuestra mano.”

Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: “He aquí que yo los castigaré; los jóvenes morirán a espada, y sus hijos y sus hijas morirán de hambre.

No quedará sobreviviente de ellos, porque yo traeré el mal sobre los hombres de Anatot en el año de su castigo.”




Queja de Jeremías y respuesta de Dios

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Queja de Jeremías y respuesta de Dios (24:12:1 - 24:12:17)

—Justo eres tú, oh Jehovah, para que yo contienda contigo. Sin embargo, hablaré contigo sobre cuestiones de derecho. ¿Por qué prospera el camino de los impíos? ¿Por qué tienen tranquilidad todos los que hacen traición?

Tú los has plantado, y han echado raíces; crecen y dan fruto. Cercano estás tú de sus bocas, pero lejos de sus conciencias.

Sin embargo, oh Jehovah, tú me conoces. Tú me has visto y has probado cómo es mi corazón para contigo. Sepáralos, como a ovejas destinadas para el matadero; apártalos para el día de la matanza.

¿Hasta cuándo ha de estar de duelo la tierra, y se secará la hierba de todo campo? Por la maldad de los que habitan en ella han perecido los animales y las aves; porque dijeron: “El no verá nuestro final.”

—Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo competirás con los caballos? Y si en tierra de paz te caes al suelo, ¿qué harás en la espesura del Jordán?

Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre te han traicionado; aun ellos gritan detrás de ti con fuerte voz. No les creas, aunque te hablen de bondades.

He abandonado mi casa, he desamparado mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en mano de sus enemigos.

Mi heredad llegó a ser para mí como el león en el bosque. Contra mí levantó su voz; por tanto, la aborrecí.

¿Es para mí mi heredad como una ave de rapiña pintada, contra la cual están alrededor otras aves de rapiña? Id, reunid a todos los animales del campo; sean traídos para que la devoren.

Muchos pastores han arruinado mi viña y han pisoteado mi heredad. Han convertido mi preciosa heredad en un desierto desolado.

La han convertido en una desolación. Por mí está de duelo, desolada; toda la tierra ha sido desolada, porque nadie lo toma a pecho.

Sobre todos los cerros del desierto han venido los destructores, porque la espada de Jehovah devora desde un extremo de la tierra hasta el otro. No hay paz para ningún mortal.

Sembraron trigo y segaron espinas. Están exhaustos, pero de nada les aprovecha. Se avergonzarán de sus cosechas, a causa del ardor de la ira de Jehovah.

Así ha dicho Jehovah: —Con respecto a todos mis malos vecinos que atacan la heredad que hice poseer a mi pueblo Israel, he aquí que yo los arrancaré de su tierra. También arrancaré de en medio de ellos a la casa de Judá.

Pero sucederá que después que los haya arrancado, volveré a tener misericordia de ellos y los haré volver cada uno a su heredad, y cada cual a su tierra.

Y sucederá que si con diligencia aprenden los caminos de mi pueblo para jurar en mi nombre, diciendo: “¡Vive Jehovah!” (tal como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal), entonces ellos serán edificados en medio de mi pueblo.

Pero si no escuchan, yo arrancaré a tal nación. La arrancaré y la destruiré, dice Jehovah.




La señal del cinto podrido

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > La señal del cinto podrido (24:13:1 - 24:13:11)

Así me ha dicho Jehovah: “Vé, compra un cinto de lino, cíñete con él y no lo metas en agua.”

Entonces compré el cinto, conforme a la palabra de Jehovah, y me ceñí con él.

Luego vino a mí la palabra de Jehovah por segunda vez, diciendo:

“Toma el cinto que has comprado y que tienes ceñido. Levántate y vé al Eufrates; escóndelo allí, en la hendidura de una peña.”

Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates, como me había mandado Jehovah.

Y sucedió que después de muchos días Jehovah me dijo: “Levántate, vé al Eufrates y toma de allí el cinto que te mandé que escondieses allá.”

Entonces fui al Eufrates y cavé. Tomé el cinto del lugar donde lo había escondido, y he aquí que el cinto se había podrido, y no servía para nada.

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Así ha dicho Jehovah: Así haré que se pudra la soberbia de Judá y la mucha soberbia de Jerusalén.

Este pueblo malo, que rehúsa escuchar mis palabras, que anda en la porfía de su corazón y va tras otros dioses para rendirles culto y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto que no sirve para nada.

Porque como el cinto se adhiere a los lomos del hombre, dice Jehovah, así hice que se adhirieran a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, para que me fuesen pueblo y para renombre, alabanza y honra. Pero no escucharon.




La señal de las tinajas llenas

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > La señal de las tinajas llenas (24:13:12 - 24:13:14)

“Entonces les dirás esta palabra que ha dicho Jehovah Dios de Israel: Toda tinaja ha de ser llenada con vino. Ellos te responderán: ¿Acaso no sabemos que toda tinaja ha de ser llenada con vino?

Entonces les dirás que así ha dicho Jehovah: He aquí que yo lleno de embriaguez a todos los habitantes de esta tierra; a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén.

Yo los destrozaré, unos contra otros, a los padres y a los hijos a la vez, dice Jehovah. No tendré compasión, no tendré lástima ni tendré misericordia como para no destruirlos.”




Judá será llevada en cautiverio

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Jeremías > Judá será llevada en cautiverio (24:13:15 - 24:13:27)

Oíd y prestad atención; no seáis altivos, pues Jehovah ha hablado.

Dad gloria a Jehovah vuestro Dios, antes que él haga que se oscurezca; antes que vuestros pies tropiecen contra montañas tenebrosas y la luz que esperáis él os la vuelva densa oscuridad y la convierta en tinieblas.

Pero si no escucháis esto, mi alma llorará en secreto a causa de vuestra soberbia. Mis ojos llorarán amargamente y derramarán lágrimas, porque el rebaño de Jehovah es tomado cautivo.

Di al rey y a la reina madre: “Humillaos, sentaos en tierra, porque la corona de vuestra gloria caerá de vuestras cabezas.

Las ciudades del Néguev han sido cerradas, y no hay quien las abra. Todo Judá es llevado cautivo, llevado cautivo del todo.

“Alza tus ojos y observa a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue dado, la grey de tu gloria?

¿Qué dirás cuando Dios designe como jefes sobre ti a tus amigos, a quienes tú misma enseñaste? ¿No te sobrevendrán dolores como de mujer que da a luz?

Cuando digas en tu corazón: ¿Por qué me ha sobrevenido esto?, sabe que por tu mucha maldad fueron levantadas tus faldas y fueron desnudados tus talones.

¿Podrá el negro cambiar de piel y el leopardo sus manchas? Así tampoco vosotros podréis hacer el bien, estando habituados a hacer el mal.

“Por tanto, os esparciré al viento del desierto como al tamo que pasa.

Esta es tu suerte, la porción que recibes de mi parte por tu autosuficiencia, dice Jehovah; porque te olvidaste de mí y confiaste en la mentira.

También yo levantaré tus faldas sobre tu cara, y será vista tu vergüenza:

tus adulterios, tus relinchos, la infamia de tu prostitución. Sobre las colinas en el campo he visto tus abominaciones. ¡Ay de ti, oh Jerusalén! ¿Hasta cuándo no te purificarás en pos de mí?”