Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Primer Libro de Reyes > Pacto de Dios con Salomón (11:9:1 - 11:9:9)
Sucedió que cuando Salomón había acabado de construir la casa de Jehovah, la casa del rey y todo lo que había deseado hacer,
Jehovah se apareció a Salomón por segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón.
Y Jehovah le dijo: “He escuchado tu oración y tu plegaria que has hecho en mi presencia. He santificado esta casa que has edificado para que yo ponga allí mi nombre para siempre. Mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días.
Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, con integridad de corazón y con rectitud, haciendo todas las cosas que te he mandado y guardando mis leyes y mis decretos,
entonces estableceré para siempre el trono de tu reino sobre Israel, como prometí a tu padre David, diciendo: No te faltará un hombre sobre el trono de Israel.
Pero si obstinadamente vosotros y vuestros hijos os apartáis de mí y no guardáis mis mandamientos y mis estatutos que he puesto delante de vosotros, y os vais y servís a otros dioses y los adoráis,
entonces eliminaré a Israel del suelo que les he dado. Y la casa que he santificado a mi nombre, la apartaré de mi presencia. Entonces Israel servirá de refrán y escarnio entre todos los pueblos.
En cuanto a esta casa, que es sublime, todo el que pase por ella se asombrará y silbará. Ellos preguntarán: ¿Por qué ha hecho así Jehovah a esta tierra y a esta casa?
Y responderán: Porque abandonaron a Jehovah su Dios que sacó a sus padres de la tierra de Egipto, y se aferraron a adorar y servir a otros dioses. Por eso Jehovah ha traído sobre ellos todo este mal.”
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