Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Primer Libro de Samuel > Nacimiento de Samuel (9:1:1 - 9:7:2)
Había un hombre de Ramataim-zofim, de la región montañosa de Efraín, el cual se llamaba Elcana. Era hijo de Jerojam, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Zuf el efrateo.
Y tenía dos mujeres: Una se llamaba Ana, y la otra Penina. Penina tenía hijos, pero Ana no los tenía.
Aquel hombre subía año tras año desde su ciudad, para adorar y ofrecer sacrificios a Jehovah de los Ejércitos en Silo. Allí estaban los dos hijos de Elí: Ofni y Fineas, sacerdotes de Jehovah.
Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba porciones a Penina su mujer y a todos sus hijos e hijas.
Y aunque a Ana le daba una sola porción, él la amaba, a pesar de que Jehovah había cerrado su matriz.
Y los hombres lo hicieron así. Tomaron dos vacas que estaban criando, las uncieron a la carreta y encerraron sus terneros en el corral.
Luego pusieron sobre la carreta el arca de Jehovah y la caja con los ratones de oro y las figuras de sus tumores.
Entonces las vacas se fueron de frente por el camino de Bet-semes. Iban por el camino, mugiendo mientras iban, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. Y los gobernantes de los filisteos fueron tras ellas hasta la frontera de Bet-semes.
Los habitantes de Bet-semes estaban segando el trigo en el valle, y alzando sus ojos divisaron el arca y se alegraron al verla.
La carreta llegó al campo de Josué, de Bet-semes, y se detuvo allí, porque había una gran piedra. Entonces ellos partieron la madera de la carreta y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehovah.
Los levitas bajaron el arca de Jehovah y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban los objetos de oro, y las pusieron sobre aquella gran piedra. Aquel día los hombres de Bet-semes hicieron holocaustos y ofrecieron sacrificios a Jehovah.
Cuando los cinco gobernantes de los filisteos vieron esto, regresaron a Ecrón el mismo día.
Los tumores de oro que los filisteos dieron a Jehovah como ofrenda por la culpa fueron: uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón.
También los ratones de oro fueron según el número de todas las ciudades filisteas de los cinco gobernantes, tanto las ciudades fortificadas como sus aldeas sin muros. La gran piedra, sobre la cual colocaron el arca de Jehovah, está en el campo de Josué, de Bet-semes, hasta el día de hoy.
Entonces Dios hirió a algunos de los hombres de Bet-semes, porque habían mirado dentro del arca de Jehovah. Hirió a setenta personas del pueblo. Y el pueblo hizo duelo, porque Jehovah los había herido con una plaga tan grande.
Los hombres de Bet-semes dijeron: —¿Quién podrá estar delante de Jehovah, este Dios santo? ¿Y a quién irá desde nosotros?
Entonces enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-jearim, y dijeron: —Los filisteos han devuelto el arca de Jehovah. Descended y subidla a vuestro lugar.
Los hombres de Quiriat-jearim vinieron, subieron el arca de Jehovah y la llevaron a la casa de Abinadab, en la colina. Luego consagraron a su hijo Eleazar para que guardase el arca de Jehovah.
Aconteció que desde el día en que el arca llegó a Quiriat-jearim, pasó mucho tiempo, unos veinte años; y toda la casa de Israel gemía por Jehovah.
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25-08-2009 a las 17:18
eres feo
[contesta a carlos de la cruz garcía]
30-05-2012 a las 21:02
este tema es muy exelente y en creibleeee lindO el temaaa (el nacimiento de samuel)
[contesta a yulissa reyes sirlopu]
30-05-2012 a las 21:03
Para carlos de la cruz garcía: oe es un tema muy lido que paso para que no creas este tema
[contesta a yulissa reyes sirlopu]