Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > ZacarÃas > La visión de los caballos (38:1:7 - 38:1:17)
En el dÃa 24 del mes undécimo, el mes de Sebat, del segundo año de DarÃo, vino la palabra de Jehovah al profeta ZacarÃas hijo de BerequÃas, hijo de Ido, de esta manera:
Tuve una visión de noche, y he aquà un hombre montado sobre un caballo rojo que estaba entre los mirtos que habÃa en una cañada. Detrás de él habÃa caballos rojos, bayos y blancos.
Entonces pregunté: —¿Qué son éstos, señor mÃo? Me dijo el ángel que hablaba conmigo: —Yo te mostraré qué son éstos.
Y el hombre que estaba entre los mirtos respondió diciendo: —Estos son los que Jehovah ha enviado para recorrer la tierra.
Ellos se dirigieron al ángel de Jehovah que estaba entre los mirtos, y dijeron: —Hemos recorrido la tierra, y he aquà que toda la tierra está reposada y tranquila.
Entonces el ángel de Jehovah se expresó diciendo: “Oh Jehovah de los Ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás compasión de Jerusalén y de las ciudades de Judá contra las cuales has estado airado durante setenta años?”
Y Jehovah respondió palabras buenas y palabras de consuelo al ángel que hablaba conmigo.
Entonces me dijo el ángel que me hablaba: —Proclama diciendo que asà ha dicho Jehovah de los Ejércitos: “Tuve celo por Jerusalén y gran celo por Sion,
y con gran enojo estoy airado contra las naciones que están reposadas. Pues yo estaba un poco airado, pero ellas agravaron el desastre.
Por tanto, asà ha dicho Jehovah, yo me he vuelto hacia Jerusalén con compasión. En ella será edificada mi casa, dice Jehovah de los Ejércitos, y el cordel será tendido sobre Jerusalén.”
Proclama además diciendo que asà ha dicho Jehovah de los Ejércitos: “De nuevo se desbordarán mis ciudades por la abundancia del bien; de nuevo consolará Jehovah a Sion y escogerá a Jerusalén.”
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