Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Segundo Libro de Samuel > Venganza de los gabaonitas (10:21:1 - 10:21:14)
Aconteció en los días de David que hubo hambre durante tres años consecutivos. David buscó el rostro de Jehovah, y Jehovah le dijo: —Es por causa de Saúl y su casa sanguinaria, porque él dio muerte a los gabaonitas.
Entonces el rey llamó a los gabaonitas y les habló. Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del remanente de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento. Pero debido a su celo por los hijos de Israel y de Judá, Saúl había procurado matarlos.
David preguntó a los gabaonitas: —¿Qué haré por vosotros y con qué haré compensación, para que bendigáis la heredad de Jehovah?
Los gabaonitas le respondieron: —No tenemos pleito sobre plata ni oro con Saúl ni con su casa. Tampoco queremos que muera nadie en Israel. El les dijo: —Haré por vosotros lo que digáis.
Ellos respondieron al rey: —De aquel hombre que nos destruyó y maquinó contra nosotros para exterminarnos, sin dejar nada de nosotros en todo el territorio de Israel,
que nos den siete hombres de sus descendientes para que los ahorquemos delante de Jehovah en Gabaa de Saúl, el escogido de Jehovah. El rey dijo: —Os los daré.
El rey perdonó la vida a Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento de Jehovah que había entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
Pero tomó a dos hijos de Rizpa hija de Ayías, que ella había dado a luz a Saúl, a saber: Armoni y Mefiboset. También tomó a cinco hijos de Merab hija de Saúl, que ella había dado a luz a Adriel hijo de Barzilai el mejolatita.
Los entregó en mano de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehovah; y murieron los siete juntos. Ellos fueron muertos en los primeros días de la siega, al comienzo de la siega de la cebada.
Y Rizpa hija de Ayías tomó una manta de cilicio y se la tendió sobre una roca, desde el principio de la siega hasta que empezó a llover sobre ellos agua del cielo, sin dejar que ningún ave del cielo se posase sobre ellos de día, ni los animales del campo de noche.
Informaron a David de lo que hacía Rizpa hija de Ayías, concubina de Saúl;
y David fue y tomó los restos de Saúl y los restos de su hijo Jonatán, de los señores de Jabes, en Galaad, quienes los habían tomado secretamente de la plaza de Bet-seán, donde los filisteos los habían colgado el día que éstos derrotaron a Saúl en Gilboa.
Hizo traer de allá los restos de Saúl y los restos de su hijo Jonatán, y recogieron los restos de los ahorcados.
Luego sepultaron los restos de Saúl y los de su hijo Jonatán en territorio de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de su padre Quis; e hicieron todo lo que el rey había mandado. Y después de esto, Dios atendió las súplicas con respecto a la tierra.
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08-08-2012 a las 20:57
les dejo mi mail por si alguno de ustedes idolatras se atreve a defender lo indefendible.
mi unico consejo:
lean su biblia y haganse libres
[contesta a francisco nuñez]
08-08-2012 a las 22:40
Para francisco nuñez: [respondiendo al mensaje]
… y eso que tiene que ver con la venganza de los gabaonitas?… Creo que ese era el tema.
[contesta a Jorge Toro]
03-11-2016 a las 20:08
Dios es grande y poderoso y si el permitio que se sacrificaran a esos siete hombres para poder quitar la maldicion que habia sobre ese pueblo a causa de la maldad de Saul, pues no somos jueces ante Dios para haer una critica contra eso, Dios es amor pero tambien es Justicia y la justicia de Dios amigos es fuego que deja cenizas que se las lleva el viento, no queda nada del aprobio, cuando Dios juzga, no queda ni cenizas El limpia todo lo sucio fisico y espiritual.
[contesta a carmen]
05-11-2016 a las 6:22
Para francisco nuñez:
Saludes
En tu comentario dijiste que dejas tu correo, pero no hay ni rastro de que dejaste tu correo. Deja tu correo por favor para poder escribirte.
Bendiciones
[contesta a Nathaniel D. Mendoza]