Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Segundo Libro de Samuel > Guerra entre David y la casa de Saúl (10:2:8 - 10:3:1)
Pero Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Saúl, tomó a Isboset hijo de Saúl y le trasladó a Majanaim.
Entonces lo proclamó rey sobre Galaad, sobre Gesur, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel.
Isboset hijo de Saúl tenía 40 años cuando comenzó a reinar sobre Israel y reinó dos años. Sin embargo, la casa de Judá seguía a David.
El tiempo que David fue rey en Hebrón sobre la casa de Judá fue de siete años y seis meses.
Abner hijo de Ner y los siervos de Isboset hijo de Saúl fueron de Majanaim a Gabaón.
También salieron Joab, hijo de Sarvia, y los servidores de David; y los encontraron junto al estanque de Gabaón. Entonces se sentaron los unos a un lado del estanque, y los otros al otro lado.
Luego Abner dijo a Joab: —¡Levántense los jóvenes y compitan delante de nosotros! Joab respondió: —¡Que se levanten!
Entonces se levantaron y pasaron en número igual, doce de parte de los hijos de Benjamín y de Isboset hijo de Saúl, y doce de los servidores de David.
Cada uno agarró a su adversario por la cabeza y colocó su espada en el costado de su adversario, y cayeron juntos. Por esto se llamó el nombre de aquel lugar Helcat-hazurim, el cual está en Gabaón.
Aquel día la batalla fue muy dura. Abner y los hombres de Israel fueron derrotados por los servidores de David.
Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Asael era ligero de pies como un venado en el campo.
Y Asael persiguió a Abner, yendo tras él sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.
Abner se volvió hacia atrás y preguntó: —¿Eres tú Asael? El respondió: —Sí, yo soy.
Entonces Abner le dijo: —Apártate a la derecha o a la izquierda. Atrapa a alguno de los jóvenes y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quiso dejar de seguirle.
Y Abner volvió a decir a Asael: —¡Deja de seguirme! ¿Por qué te he de herir, derribándote a tierra? ¿Cómo podría después levantar mi cara ante tu hermano Joab?
Como él rehusó apartarse, Abner lo hirió en el vientre con el extremo trasero de la lanza, y la lanza le salió por detrás. Así cayó allí y murió en el mismo sitio. Sucedió que todos los que pasaban por el lugar donde Asael había caído y había muerto, se detenían.
Pero Joab y Abisai persiguieron a Abner. El sol se puso cuando llegaron a la colina de Amá, frente a Guíaj, en el camino del desierto de Gabaón.
Luego se agruparon los hijos de Benjamín tras Abner formando un solo escuadrón, y se detuvieron en la cumbre de cierta colina.
Entonces Abner dio voces a Joab diciendo: —¿Ha de consumir la espada para siempre? ¿No sabes tú que al final sólo habrá amargura? ¿Hasta cuándo esperas para decir al pueblo que se vuelva de perseguir a sus hermanos?
Joab respondió: —¡Vive Dios, que si tú no hubieras hablado, el pueblo habría dejado de perseguir a sus hermanos desde la mañana!
Entonces Joab tocó la corneta, y todo el pueblo se detuvo. Y no persiguieron más a Israel, ni continuaron luchando más.
Abner y sus hombres caminaron por el Arabá toda aquella noche, cruzaron el Jordán, y atravesando todo el Bitrón llegaron a Majanaim.
Joab también volvió de perseguir a Abner y reunió a toda la gente. Y faltaban de los servidores de David 19 hombres, además de Asael.
Pero los servidores de David hirieron a 360 de Benjamín, de los hombres de Abner, los cuales murieron.
Luego se llevaron a Asael y lo sepultaron en la tumba de su padre, que está en Belén. Joab y sus hombres caminaron toda aquella noche, y les amaneció en Hebrón.
Fue larga la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David. Pero David se iba fortaleciendo, y la casa de Saúl se iba debilitando.
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