Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > LevÃtico > El santuario único (3:17:1 - 3:17:9)
Jehovah habló a Moisés diciendo:
“Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles que esto es lo que ha mandado Jehovah diciendo:
Cualquier hombre de la casa de Israel que dentro o fuera del campamento degüelle una vaca, un cordero o una cabra,
y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para ofrecerlo como sacrificio a Jehovah delante del tabernáculo de Jehovah, ese hombre será considerado reo de sangre. Derramó sangre; ese hombre será excluido de entre su pueblo.
Esto es a fin de que los hijos de Israel traigan sus animales que sacrifican sobre el campo abierto, para que los traigan a Jehovah a la entrada del tabernáculo de reunión, al sacerdote, y los sacrifiquen como sacrificios de paz a Jehovah.
El sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar de Jehovah, a la entrada del tabernáculo de reunión, y hará arder el sebo como grato olor a Jehovah.
Asà nunca más ofrecerán sus sacrificios a los demonios, tras los cuales se han prostituido. Esto será para ellos un estatuto perpetuo a través de sus generaciones.
“Les dirás también que cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio
y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para ofrecerlo a Jehovah, tal hombre será excluido de entre su pueblo.
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