Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Lucas > Jesús y la oración (42:11:1 - 42:11:13)
Aconteció que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: —Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
El les dijo: —Cuando oréis, decid: “Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre; venga tu reino; sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy;
y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.”
Les dijo también: —Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo y va a él a la medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes,
porque ha llegado a mí un amigo de viaje, y no tengo nada que poner delante de él.”
¿Le responderá aquél desde adentro: “No me molestes; ya está cerrada la puerta, y mis niños están conmigo en la cama; no puedo levantarme para dártelos”?
Os digo que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, ciertamente por la insistencia de aquél se levantará y le dará todo lo que necesite.
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abrirá.
¿Qué padre de entre vosotros, si su hijo le pide pescado, en lugar de pescado le dará una serpiente?
O si le pide un huevo, ¿le dará un escorpión?
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que le pidan?