Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Marcos > Los labradores malvados (41:12:1 - 41:12:12)
Entonces comenzó a hablarles en parábolas: —Un hombre plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se fue lejos.
A su debido tiempo envió un siervo a los labradores, para recibir de los labradores una parte del fruto de la viña.
Pero ellos lo tomaron, lo hirieron y le enviaron con las manos vacías.
Volvió a enviarles otro siervo, pero a ése le hirieron en la cabeza y le afrentaron.
Y envió otro, y a éste lo mataron. Envió a muchos otros, pero ellos herían a unos y mataban a otros.
Teniendo todavía un hijo suyo amado, por último, también lo envió a ellos diciendo: “Tendrán respeto a mi hijo.”
Pero aquellos labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero. Venid, matémosle, y la heredad será nuestra.”
Y le prendieron, lo mataron y le echaron fuera de la viña.
¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, destruirá a los labradores y dará la viña a otros.
¿No habéis leído esta Escritura: La piedra que desecharon los edificadores, ésta fue hecha cabeza del ángulo;
de parte del Señor sucedió esto, y es maravilloso en nuestros ojos?
Ellos procuraban prenderle, pero temían a la multitud, porque sabían que en aquella parábola se había referido a ellos. Y dejándole, se fueron.