Nuevo Testamento

Parábola de la fiesta de bodas

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Enviado por Flor

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Parábola de la fiesta de bodas (40:22:1 - 40:22:14)

Jesús respondió y les volvió a hablar en parábolas diciendo:

—El reino de los cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas para su hijo.

Envió a sus siervos para llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no querían venir.

Volvió a enviar otros siervos, diciendo: “Decid a los invitados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido matados, y todo está preparado. Venid a las bodas.”

Pero ellos no le hicieron caso y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio;

y los otros tomaron a sus siervos, los afrentaron y los mataron.

El rey se enojó, y enviando sus tropas mató a aquellos asesinos y prendió fuego a su ciudad.

Entonces dijo a sus siervos: “El banquete, a la verdad, está preparado, pero los invitados no eran dignos.

Id, pues, a las encrucijadas de los caminos y llamad al banquete de bodas a cuantos halléis.”

Aquellos siervos salieron por los caminos y reunieron a todos los que hallaron, tanto buenos como malos; y el banquete de bodas estuvo lleno de convidados.

Pero cuando entró el rey para ver a los convidados y vio allí a un hombre que no llevaba ropa de bodas,

le dijo: “Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin llevar ropa de bodas?” Pero él quedó mudo.

Entonces el rey dijo a los que servían: “Atadle los pies y las manos y echadle en las tinieblas de afuera.” Allí habrá llanto y crujir de dientes;

porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos.

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La cuestión del tributo

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > La cuestión del tributo (40:22:15 - 40:22:22)

Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo podrían enredarle en alguna palabra.

Después enviaron a él discípulos de ellos, junto con los herodianos, diciendo: —Maestro, sabemos que eres hombre de verdad, que enseñas el camino de Dios con verdad y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres.

Dinos, pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar tributo al César, o no?

Pero Jesús, entendiendo la malicia de ellos, les dijo: —¿Por qué me probáis, hipócritas?

Mostradme la moneda del tributo. Ellos le presentaron un denario.

Entonces él les dijo: —¿De quién es esta imagen y esta inscripción?

Le dijeron: —Del César. Entonces él les dijo: —Por tanto, dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

Al oír esto, se maravillaron; y dejándole, se fueron.

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La pregunta sobre la resurrección

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > La pregunta sobre la resurrección (40:22:23 - 40:22:33)

Aquel día se le acercaron unos saduceos, quienes dicen que no hay resurrección, y le preguntaron diciendo:

—Maestro, Moisés dijo: Si alguno muere sin tener hijos, su hermano se casará con su mujer y levantará descendencia a su hermano.

Había, pues, siete hermanos entre nosotros. El primero tomó mujer y murió, y como no tenía descendencia, dejó su mujer a su hermano.

De la misma manera sucedió también con el segundo y el tercero, hasta los siete.

Después de todos, murió también la mujer.

En la resurrección, puesto que todos la tuvieron, ¿de cuál de los siete será mujer?

Entonces respondió Jesús y les dijo: —Erráis porque no conocéis las Escrituras, ni tampoco el poder de Dios;

porque en la resurrección no se casan ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles que están en el cielo.

Y acerca de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios?

Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

Al oír esto, las multitudes estaban atónitas de su doctrina.

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El gran mandamiento

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > El gran mandamiento (40:22:34 - 40:22:40)

Entonces los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron de común acuerdo.

Uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó para probarle:

—Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?

Jesús le dijo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.

Este es el grande y el primer mandamiento.

Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

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¿De quién es hijo el Cristo?

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > ¿De quién es hijo el Cristo? (40:22:41 - 40:22:46)

Habiéndose reunido los fariseos, Jesús les preguntó

diciendo: —¿Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: —De David.

El les dijo: —Entonces, ¿cómo es que David, mediante el Espíritu, le llama Señor? Pues dice:

Dijo el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies.”

Pues, si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?

Nadie le podía responder palabra, ni nadie se atrevió desde aquel día a preguntarle más.

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